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En el mundo hay unos 125 millones de niños y niñas
menores de 5 años que viven en hogares sin acceso
al agua potable, y un número aún mayor de
personas, alrededor de 2.500 millones, carecen de saneamiento
ambiental adecuado, lo que constituye una amenaza a su salud
y pone en peligro la calidad del agua que consumen.
Las 263 cuencas y lagos transfronterizos del mundo se extienden
a través del territorio de 145 países, y cubren
casi la mitad de la superficie terrestre de la tierra; también
hay grandes depósitos de agua dulce en los acuíferos
subterráneos. Hay suficiente agua dulce para satisfacer
las necesidades de todos, sin embargo los recursos hídricos
no están equitativamente distribuidos y, a menudo,
no son gestionados de manera adecuada.
Hoy, muchos países enfrentan problemas de escasez
de agua.
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| En algunas
zonas, la disponibilidad de agua dulce de buena calidad se redujo
significativamente debido a la contaminación producida
por los desechos generados por los humanos, la industria y la
agricultura. Desde 1900, la mitad de los humedales del mundo,
es decir, nuestra principal fuente de agua dulce renovable,
se han perdido. |
Foto UNICEF
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Al adherirse a
los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000,
Colombia se comprometió a lograr reducir a la mitad del
porcentaje de personas que carecen de acceso sostenible al agua
potable y a servicios básicos de saneamiento para el
año 2015.
El informe La infancia, el agua y el saneamiento básico
en los planes de desarrollo departamentales y municipales
de Unicef en 2006, refleja la situación del país.
En los últimos 15 años, Colombia desarrolló
considerablemente la normatividad para fortalecer la capacidad
institucional en la provisión de servicios básicos
de acueducto, alcantarillado y disposición de residuos
sólidos, pero falta mucho para que los gobiernos locales
tengan una buena planeación y gestión en este
sector definitivo para mejorar la calidad de vida de la gente.
Muchos municipios reportan redes de acueducto y alcantarillado
obsoletas o en mal estado, pero sólo una minoría
tiene proyectos para mejorarlas o mantenerlas, y una mayoría
informa que tiene plantas de tratamiento de agua, y a la vez
reportan que la calidad del agua que distribuyen no es potable.
Es frecuente la falta de mantenimiento a las plantas de tratamiento
de aguas residuales, o la ausencia de ellas, lo cual deteriora
el ambiente y aumenta el riesgo de enfermedad, ni se diseñan
planes para que la disposición de aguas residuales no
acabe con las fuentes de agua.  |
Hay evidencia de la enorme brecha entre zonas
urbanas y rurales, en términos de información,
calidad de la planeación, coberturas y calidad de los
servicios y pertinencia de las inversiones. Según la
Organización Panamericana de la Salud, en Colombia el
9% de las muertes en menores de 5 años son causadas por
enfermedades relacionadas con el consumo de agua de mala calidad.
El agua potable y el ambiente sano son esenciales para la vida
humana, y su incidencia sobre la salud y el desarrollo de los
niños está reconocida en instrumentos internacionales
ratificados por Colombia y en leyes nacionales. Municipios y
departamentos desempeñan un papel central para que se
puedan cumplir estos compromisos.
jpgq@elhospital.org.co |
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