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Régimen subsidiado:
con mejores resultados
financieros que el contributivo
Jaime
Alberto Peláez Quintero Especialista en Economía de la Salud
elpulso@elhospital.org.co
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Una
revisión de los resultados económicos y financieros
de la mayoría de aseguradoras en salud del régimen
contributivo y subsidiado, considerando los últimos datos
consolidados disponibles con corte a junio de 2012 (último
informe publicado en la web de Supersalud), muestra mejores
resultados en el régimen subsidiado que en el contributivo.
Esto contrasta con lo esperado, toda vez que en el imaginario
colectivo persiste la idea de que el negocio de la salud es
mejor en el contributivo que en el subsidiado, entre otras por
el mayor valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC)
y por tanto con ingresos operacionales mayores en relación
con un menor costo y gasto de operación, habida cuenta
de la calidad del afiliado. |
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Pero
sorprendentemente, la utilidad bruta u operacional antes de
impuestos, y la neta o de final del ejercicio fue mejor en el
subsidiado, cuando en el agregado general presentó un
resultado positivo de $46.277 millones, para un margen neto
de 1.12%, es decir que de cada $100 que se vendieron en salud
a junio 30 de 2012, quedó $1.12 para repartir entre los
socios, contraer deuda y para los futuros planes expansivos.
Esto contrasta con la realidad y lo que contrariamente se asegura,
dado que el régimen contributivo arrojó resultado
operacional y neto negativo de $73.596 millones a junio 30 de
2012, lo que amerita un análisis juicioso del tema y
modifica un paradigma del sector.
A junio 30/12 ambos regímenes presentan el mismo porcentaje
del costo en salud del 92%, lo que indica que en el régimen
subsidiado la operación resultó más costosa,
considerando que allí no hay pago de prestaciones económicas
y teóricamente un menor número de consultas, o
sea que se debe revisar el esquema de eficiencia técnica
y operativa, con fuerte incidencia en los niveles de productividad
empresarial. Ambos regímenes cumplen con el artículo
24 de la Ley 1438/11, que amplía el rango del gasto operacional
hasta al 10% para el régimen contributivo y al 8% para
el subsidiado, dado que el contributivo se situó en 8.74%
y el subsidiado en 6.11%, siendo los gastos administrativos
más altos en el contributivo en 2.63 puntos porcentuales
(también fue más alto en 1.01 puntos porcentuales
en gastos de ventas operacionales, por la forma como opera la
afiliación que amerita mayores esfuerzos comerciales
para el contributivo).
Para determinar si un negocio opera bajo un enfoque de eficiencia
económica y así cumple con el desarrollo del objeto
misional, basta analizar cómo se comportó la utilidad
operacional (o del negocio), que es el resultado restar a los
ingresos por venta los costos y gastos operacionales. Aunque
la utilidad bruta del régimen contributivo fue de $586.910
millones, los gastos operacionales (cumpliendo el porcentaje
pre-citado) se situaron en $663.833 millones, lo que en consecuencia
arrojó un resultado consolidado negativo de $76.923 millones,
contrario al resultado positivo del subsidiado de $73.078 millones;
por ello es posible inferir que dadas las intervenciones de
que fueron objeto más de la mitad de las aseguradoras
del subsidiado hubo mayor control y contención de gastos
operacionales y un fortalecimiento de los ingresos, lo que de
la misma manera habla de la efectividad de la medida, dado el
impacto real en los guarismos en cuestión. |
Resultados
económicos y financieros de las aseguradoras
del régimen contributivo comparativo a junio 30 de 2011-2012 |
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Resultados
económicos y financieros de las aseguradoras
del régimen subsidiado - comparativo a junio 30 de 2011-2012 |
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Resultados
económicos y financieros de las aseguradoras
en salud a junio 30 de 2012 (Régimen Contributivo y Subsidiado) |
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vUn efecto neutro se presentó para el caso de otros
ingresos y egresos no operacionales, toda vez que mientras
representaron 7.07% de los ingresos operacionales en el régimen
subsidiado, para el contributivo esta proporción fue
de 1.37%, siendo en valores absolutos de $290.817 millones
y $104.412 millones respectivamente. Similar comportamiento
se dio entre los gastos no operacionales, que representaron
un 7.70% en el subsidiado con $316.977 millones y 1.21% en
el contributivo con $91.896 millones.
Un factor crítico para determinar el valor empresarial
es la construcción del flujo de caja libre, el cual
se inicia a partir de la determinación de utilidad
neta y otras consideraciones financieras; considerando que
el régimen contributivo presentó una pérdida
en su ejercicio de $73.596 millones y el subsidiado arrojó
una utilidad de $46.277 millones, podría colegirse
de forma básica que el subsidiado es más atractivo
desde esta perspectiva para un inversionista, más hoy
que la Corte Constitucional ordenó igualar la UPC del
subsidiado con la del contributivo, por lo que los resultados
serán de mejor pronóstico y cambiará
la percepción generalizada sobre este régimen.
Análisis comparativo entre
regímenes a junio 30 de 2012-2011
La explicación del por qué se obtuvo
mayor utilidad y mejor resultado financiero en el régimen
subsidiado, se fundamenta en que pese al incremento en términos
corrientes del 22.40% en los ingresos operacionales, los costos
operacionales o asistenciales también aumentaron 25.87%,
es decir que existe un desequilibrio estructural sistémico
que debe corregirse inmediatamente, con consecuencias directas
en un aumento del porcentaje del costo del 89.57% de junio
de 2011, a 92.11% en junio de 2012, es decir de 2.54 puntos
porcentuales. O lo que es lo mismo: resultó mas costosa
e ineficiente la prestación de servicios de salud en
2012, aunque se obtuvo una utilidad bruta de $324.670 millones
y un margen bruto de 7.89%, porque en 2011 fue de $350.710
millones y un margen bruto de 10.43%. También pasó
de una utilidad operacional de $124.888 millones en junio
de 2011 y un margen de 3.71%, reduciéndose en $51.810
millones a junio 30 de 2012.
De no haber sido porque la EPS-S Caprecom arrojó excedente
económico de $112.587 millones, la pérdida contable
en el agregado general de las 40 EPS-S que rindieron información
a la Supersalud habría sido de $66.309 millones. Esta
misma EPS-S a marzo de 2012 presentó un ejercicio negativo
de $18.764.4 millones, lo mismo que Solsalud y Convida, que
aunque presentaron comportamientos financieros positivos a
junio 30 con $10.330.2 millones y $6.804.0 millones, respectivamente,
en marzo tuvieron resultados negativos por $3.814.4 millones
y $2.516.2 millones en su orden. El consolidado en las 40
EPS-S fue de resultado neto positivo de $46.277 millones,
no obstante que el 77% dieron excedente económico por
$226.010 millones, en tanto que el resto de aseguradoras del
subsidiado (23%), generaron resultado negativo contable de
$179.733 millones.
En el régimen contributivo la relación fue de
aumento del 12.14% en ingresos operacionales y de 10.43% en
costos de producción asistencial, pero con aumento
del 13.81% de gastos administrativos en 2012, al tiempo que
los ingresos no operacionales tuvieron descenso del 48.91%,
contrario a otros gastos que en 2012 crecieron en 61.43%.
El mayor valor de los gastos operacionales del régimen
contributivo, tanto administrativos como de los causados por
ventas que participan con 7.56% y 1.18% respectivamente, dan
cuenta de la diferencia positiva en la utilidad final del
régimen subsidiado, dado que estos participan del 5.94%
y 0.17% por los mismo conceptos del gasto, lo que arrojó
un margen operacional del 1.78%, en tanto que el régimen
contributivo en igual período registró una pérdida
de $76.923 millones y un margen operacional de -1.01%.
Los resultados en el régimen subsidiado evidenciaron
un diferencial negativo entre otros ingresos y otros gastos
operacionales, arrojando un neto de $3.507 millones en los
gastos que crecieron mas rápidamente que los otros
ingresos en 2012; no así para el régimen contributivo,
que presentó un mejor desempeño en esta diferencia
en favor de un mayor aumento de $12.516 millones en los ingresos
operacionales.
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Comparativo
de indicadores financieros del régimen contributivo y
subsidiado |
Continuando
el análisis de resultados consolidados de las aseguradoras
de los regímenes contributivo y subsidiado a junio 30
de 2012, según el último informe publicado en
la web de Supersalud, se aprecia que igual al reparo constante
por las EPS del subsidiado, se visibiliza en ese régimen
un descenso notario en el grado de liquidez del negocio del
aseguramiento.
Caída en liquidez del subsidiado
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Esta
caída en la liquidez tiene su raíz en el lento,
dilatado y farragoso proceso de cobro, y la forma como fluyen
los recursos de salud por el sistema, donde todos los actores
jinetean y hacen gestión con estos fondos,
y donde es una práctica inveterada el prestar servicios
y no pagarlos o fraccionar, contemporizar y objetar los pagos.
Esto se verifica en el índice de 0.95 en junio de 2011,
deteriorándose para junio de 2012 a 0.87, es decir que
estas aseguradoras subsidiadas no cuentan con la suficiente
capacidad para honrar sus deudas con terceros en el corto plazo,
traduciéndose en graves problemas para la contratación
de la red y la óptima prestación de servicios
a sus usuarios. |
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Pero
peor aún: el capital de trabajo o músculo financiero
necesario para garantizar la operación en el corto plazo,
presentó un valor negativo de $171.909 millones en junio
de 2011 y creció significativamente en junio de 2012
a $456.152 millones, cifra que supera inclusive el patrimonio
negativo de $452.883 millones; en 2011 fue también negativo
en $44.502 millones, lo que indica graves problemas de solvencia
y suficiencia patrimonial de las EPS subsidiadas, que las pone
en causal técnica de disolución y liquidación.
Situación un poco distinta muestran las aseguradoras
del régimen contributivo, que presentan en el agregado
general valores positivos de capital de trabajo de $808.681
millones en junio de 2011 y de $753.283 millones en junio de
2012, o sea una pérdida de capital de trabajo que se
interpreta como dificultades con sus acreedores inmediatos.
Grave endeudamiento de EPS del subsidiado
Igual de grave es el endeudamiento para el régimen
subsidiado, que a junio de 2012 fue del 113.6%, cuando en junio
de 2011 fue de 101.39%. En otras palabras: estas empresas perdieron
financieramente su autonomía y gobernabilidad en la conducción
de sus organizaciones, porque en esa medida están comprometidos
los recursos con terceros, a más de contar con patrimonios
negativos y graves problemas de liquidez; así, se configura
un cuadro clínico financiero de pésimo pronóstico
para estas organizaciones que ofrecen servicios de salud a los
más necesitados del país, en el régimen
subsidiado.
En conclusión: Se destaca como en el último año
las EPS del régimen subsidiado presentaron mejor desempeño
financiero que las del contributivo, al arrojar márgenes
positivos en las utilidades brutas, operacionales y de finales
del ejercicio, que de alguna manera pudiera explicarse en la
bondad de las medidas tomadas por la Supersalud, pero que no
salen todavía efectivamente de la crisis.
Por último: el sector salud sigue a la espera del decreto
que definirá y adoptará los requisitos financieros
mínimos de habilitación de las EPS de ambos regímenes,
porque seguramente serán pocas las que puedan sortear
tales requerimientos normativos referidos a capital mínimo,
acreditación, margen de solvencia o nivel de patrimonio
adecuado, capital primario y secundario, constitución
de reservas técnicas, formas de capitalización
y funciones de inspección, vigilancia y control por la
Superintendencia Financiera de Colombia. |
Indicadores
Financieros de las aseguradoras en salud del régimen
contributivo y subsidiado - Comparativo a junio 30 de 2012 -
2011 |
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