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El científico Rodolfo
Llinás y
un viaje a bordo de nuestro cerebro
Hernando
Guzmán Paniagua Periodista - elpulso@elhospital.org.co
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Sí estamos evolucionando
con la WWW y la revolución informática, y empezamos
a entender mejor la importancia de la comunicación
entre individuos; uno se da cuenta de que la inteligencia
individual es muy importante, pero lo que se está creando
es un nuevo nivel de conciencia, una conciencia intelectual
polifacética. El problema es que la estupidez común
también está creciendo, problema gravísimo
porque se comunican cosas que son y cosas que no son.
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Los seres
humanos no tenemos cerebro. Somos nuestro cerebro. Cuando le
cortan la cabeza a alguien, no lo decapitan sino que lo descorporan.
Así piensa el científico colombiano Rodolfo Llinás
Riascos, uno de los padres de las neurociencias, quien considera
que la inteligencia es limitada pero la estupidez es infinita,
ve como tarea urgente promover una educación que
enseñe a pensar claramente a través de conceptos
y no de mera memorización de datos, y vislumbra
hoy en los colombianos más ganas de sobrevivir.
Ilustre médico neurofisiólogo nacido en Bogotá
en 1934, estudió con científicos de Francia, España,
Estados Unidos, Australia y Suiza, entre ellos Rudolph Hess;
es uno de los dos únicos miembros suramericanos de la
Academia de Ciencias de Francia, pertenece a la Academia Nacional
de Ciencias de Estados Unidos y a la |
Real Academia de
Medicina de España, entre otras; tiene a su haber 7 doctorados
Honoris Causa, 500 trabajos sobre neurociencia y otros temas
-en especial las investigaciones sobre fisiología comparada
del cerebelo y sobre las propiedades electrofisiológicas
de las neuronas-, 14 libros y su Ley Llinás
sobre la no intercambiabilidad de las células
nerviosas (1989).
Este sabio que combina la investigación en neurociencias
con el tenis, es un eterno iconoclasta de paradigmas y hasta
de Dios. Puede recordar la vida y milagros de cada
persona, pero no su nombre; por eso, tuvo que preguntarle a
su novia cómo se llamaba para poder presentarla a uno
de sus maestros.
De niño sentía curiosidad por los pacientes que
atendía su abuelo, un neuropsiquiatra. Hoy es director
del Departamento de Fisiología y Neurociencia, y catedrático
de esta disciplina en la Escuela de Medicina de la Universidad
de Nueva York. En el programa Neurolab de la NASA,
previó el comportamiento del cerebro en el espacio, donde
puede cambiar en ausencia de la gravitación si ese estado
se prolonga mucho, como en un eventual viaje a Marte; actualmente,
sueña con una medicina para el amor, esa cosa tan
rara, que en su visión neurológica, es un
estado funcional, como una golosina, y los enamorados
son golosos. Por ello, dice el científico, da igual
amar a una persona, así sea del mismo sexo, o al dinero.
Por eso, nunca se ama demasiado y nadie muere de amor, excepto
El joven Werther de Goethe. Igual, el odio y otras
pasiones negativas son estados funcionales que alternan con
el amor, pasando tranquilamente del amor al odio y viceversa
con la misma persona. Como corolario, querer acostarse
con otro y pasarla rico no es amor, dice Llinás,
y agrega: Uno no se enamora de una mujer porque tiene
unas tetas buenísimas, uno se enamora de su cerebro,
porque con él se interactúa y se avanza, con las
tetas no. Amar es cerebralmente un baile y hay que bailar con
el que pueda danzar con el cerebro de uno. Amar es bailar, no
hacer gimnasia.
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Señala Llinás,
que nuestros referentesuniversales
sonfruto de una «alucinación colectiva estándar»
desarrollada durante 500 o 700 años de evolución.
Eso explica la posibilidad de soñar dormido y fantasear,
sin usar los sentidos; de igual manera, el estado
de vigilia, guiado por los sentidos, es otra
forma de «soñar despiertos».
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El
cerebro y el mito del Yo
El cerebro y el mito del Yo, libro capital
de Rodolfo Llinás, desmonta las concepciones convencionales
sobre el yo. Plantea que es en el cerebro donde
se genera nuestra autoconciencia, nuestro «yo»,
un ente inseparable del cerebro. Señala que lo
que hay afuera no es necesario y únicamente lo que los
seres humanos vemos. Así no percibimos un mundo
de cosas que nuestro cerebro no percibe, pues no las necesita
para sobrevivir: ondas sonoras, electromagnéticas, átomos.
Nuestros referentes universales son fruto de una «alucinación
colectiva estándar» desarrollada durante 500 o
700 años de evolución. Eso explica la posibilidad
de soñar dormido y de fantasear, sin usar los sentidos;
de igual manera, el estado de vigilia, guiado por los sentidos,
es otra forma de «soñar despiertos».
La En su visión neurológica del Yo,
Dios es un invento del hombre y, como todos los inventos humanos,
se parece a él. Por eso, a los inteligentes
les sirve para gobernar a los demás y a los menos inteligentes
para pedirle favores, actitud ésta que explica
García Márquez en el prólogo de "El
cerebro y el mito del Yo": "Lo más difícil
para él era talvez la religión católica,
cuyos dogmas tenía que aprenderse de memoria sin entenderlos.
(...) No concebía que las bendiciones llegaran a los
fieles, si eran echadas al aire por un sacerdote que no miraba
a nadie, pues en su lógica pura no debían lanzarse
al azar, sino en ciertas dimensiones geométricas para
que llegaran donde el oficiante se proponía. Por estas
y otras muchas razones las clases de religión sólo
le sirvieron para poner en duda la existencia de Dios, porque
nadie supo como explicárselo, ni lo ayudaron a descifrar
el rompecabezas teológico de que tres personas distintas
fueran en realidad un solo Dios verdadero". |
Se está
simplificando la
vida a casi un solo vector:
el dinero; hay que ver si llegó
el momento de que el negocio
de la vida no es la vida sino el dinero,
y eso no puede ser, es unagran
estupidez. ¿Y qué va a
pasar con eso?.
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Rodolfo Llinás
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Llinás:
revolucionario de la educación
En la Proclama Por un país al alcance de
los niños (Informe de la Misión de Sabios
sobre Educación, Ciencia y Desarrollo - 1996), Gabriel
García Márquez, compañero de Llinás,
postuló: Aunque somos precursores de las ciencias
en América, seguimos viendo a los científicos
en su estado medieval de brujos herméticos, y propugnó
por una educación desde la cuna hasta la tumba,
inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar
y que integre las ciencias y las artes a la canasta familiar. |
En el mismo Informe,
el neurofisiólogo colombiano propuso un salto en el desarrollo
científico, para trascender la postración diagnosticada
a mediados de los 90's, cuando el Tercer Mundo (con 77% de la
población mundial) sólo contribuía con
el 15% del PIM y apenas poseía 6% de los científicos
del mundo. Sólo el 1% de ellos eran latinoamericanos,
y de éstos sólo el 1% colombianos, quienes apenas
publicaban el 1% de los artículos científicos
en América Latina. Colombia tenía en ese momento
unos 5.000 científicos (180 por millón), la mitad
de ellos sin estudios de Maestría o Doctorado, cuando
debería tener al menos 36.000 científicos e ingenieros,
para ser mínimamente competitivo. Acerca de esta perspectiva,
el sabio colombiano dijo a EL PULSO: Si uno mira lo que
está pasando en el resto del mundo, el número
de científicos está creciendo exponencialmente,
sobre todo en Asia (China, India). En cambio, en las Américas,
me parece que nos estamos quedando atrás.
Contra la educación Everfit
Rodolfo Llinás ha sido el más ácido
crítico de la educación colombiana. Una vez declaró:
La educación en este país es como el Everfit,
que está hecho para todos, pero no le queda bien a nadie.
Ni la Bogotá que lo vio nacer y estudiar en el Gimnasio
Moderno y en la Universidad Javeriana escapa a sus dardos; en
2009 dijo: "Bogotá está estancada, como dormida.
Parece que necesitara una bofetada para salir de la narcolepsia
y recuperar el lóbulo frontal del que hoy carece".
En el Informe de la Misión de Sabios sobre Ciencia, Educación
y Desarrollo 1996, planteó una reorientación
del imaginario colectivo y la generación de nuevos valores,
comportamientos, aptitudes cognitivas y prácticas organizacionales
adaptadas al mundo moderno. Y pidió para Colombia
un programa que integre las bases conceptuales para un
conocimiento universal, que supere nuestra enseñanza
fragmentada, acrítica, desactualizada e inadecuada,
y recomendó que un país pluricultural y multiétnico
como el nuestro, aproveche los legados occidental, amerindio
y afroamericano, y los elementos de las sociedades modernas,
premodernas y postmodernas. |
Siempre al principio
de una teleología se dan
errores, hasta que se entienden las reales posibilidades
que trae ese sistema, el cual está abierto para la
inteligencia pero también para la estupidez.
¿Cómo hacemos para que la
estupidez no nos gane?.
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Rodolfo Llinás
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La
telaraña mundial WWW: una supernova
Rodolfo Llinás advirtió en1998 sobre las
implicaciones políticas, económicas y culturales
de la telaraña mundial WWW (World Wide Web),
similares a la supernova de la biología cuando el sistema
nervioso evolucionó hace 600 millones de años.
Previó: Con la WWW todos nos volvemos jugadores
que pueden ser presas o predadores, dijo que con esa herramienta
es más lo que se puede ganar que lo que se puede
perder, su uso adecuado permite más abierta
libertad de expresión y diálogo, pero la
velocidad de estos cambios exige de nosotros un alto nivel
de educación y una fibra moral sólida (Revista
La Tadeo, No. 56, enero-marzo 1998).
Trece años después, Llinás ratificó
sus conceptos a EL PULSO: Definitivamente, sí estamos
evolucionando con la WWW y la revolución informática,
hacia lo que yo vislumbraba entonces, y empezamos a entender
mejor la importancia de la comunicación entre individuos;
a medida que pasa el tiempo, uno se da cuenta de que la inteligencia
individual es muy importante, pero lo que se está creando
es un nuevo nivel de conciencia, una conciencia intelectual
polifacética. El problema es que la estupidez común
también está creciendo, problema gravísimo
porque se comunican cosas que son y cosas que no son. El otro
problema gravísimo es que se está simplificando
la vida a casi un solo vector: el vector dinero; hay que ver
si ha llegado el momento de que el negocio de la vida no es
la vida sino el dinero, y eso no puede ser, es una gran estupidez.
¿Y qué va a pasar con eso? Eso no lo sé
decir.
Añadió el científico: Efectivamente,
ese instrumento para el diálogo apareció. La pregunta
ahora es: ¿Qué tan sabios seremos nosotros los
humanos para utilizar semejante herramienta tan poderosa? Como
en toda la historia del desarrollo humano, siempre al principio
de una nueva teleología se da una enorme cantidad de
errores, hasta que se entiende cuáles son las reales
posibilidades que trae ese sistema, el cual está abierto
para la inteligencia pero también para la estupidez.
¿Cómo hacemos para que la estupidez no nos gane?.
Para los pensadores griegos de la antigüedad, la sabiduría
tenía como meta la felicidad y un comportamiento armónico
con el cosmos y la sociedad, el mundo helenístico y romano
tenían la sabiduría y la inteligencia como insumos
fundamentales para el gobierno de los pueblos. Tal es la lección
diaria que nos da el profesor Rodolfo Llinás, cuando
nos recomienda usar el cerebro de modo constante, al menos para
conocernos, como en el ideal socrático. Recientemente,
el científico afirmó: "Sería muy triste
pasar por esta vida como lo haría un saco de papas, sin
haber entendido nuestra naturaleza un poquito". |
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Ocioso
lector
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El Evangelio Según Jesucristo
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Pasados
dos días, Jesús se fue de casa. Durante ese tiempo,
se podrían contar las palabras que pronunció y
las noches las pasó en claro, porque no podía
dormir. Imaginaba la horrible matanza, los soldados entrando
en las casas y rebuscando en las cunas, las espadas golpeando
o clavándose en los tiernos cuerpos descubiertos, la
madres en locos gritos, los padres bramando como toros encadenados,
se imaginaba a sí mismo también, en una cueva
que nunca había visto, y en esos momentos, como densas
y lentas olas que lo sumergieran, sentía el deseo inexplicable
de estar muerto, al menos de no estar vivo.
(
)
Y adónde irás, hijo mío, No lo sé,
tal vez a Jerusalén, tal vez a Belén, a ver la
tierra donde nací. Pero allí nadie te conoce,
Mejor para mí, dime, madre, qué crees que me harían
si supieran quién soy, Cállate, que te oyen tus
hermanos, Un día también ellos sabrán la
verdad, Y ahora, por esos caminos, con los romanos que andan
buscando guerrilleros de Judas, vas al encuentro del peligro,
Los romanos no son peores que los soldados del otro Herodes,
seguro que no caerán sobre mí espada en mano para
matarme ni me clavarán en una cruz, no he hecho nada,
soy inocente
(Fragmentos de El Evangelio según Jesucristo,
de José Saramago) |
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¿Kómo
ce dise?
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Sigamos corrigiendo barbarismos
de uso cotidiano, o sea, vocablos incultos o construcciones
arbitrarias en el Castellano. No diga diabetis,
diga diabetes (ambas pueden ser mortales, la una por exceso
de azúcar, la otra por exceso de brutalidad). Ojo con
las discordancias de género o de número. No
diga cualesquier cosa, juntando singular y plural
en una misma palabra y en la expresión; diga cualquier
cosa. No diga taller automotriz, diga taller automotor,
taller de automotores; o, para que atraiga la clientela, diga
taller de ajuste, enderezada y pintura (no me refiero a la
cirugía estética). Y no digan, como algunos
locutores, vuelta ciclista, digan vuelta ciclística
o en bicicleta. Eso sí, al que vuelva a decir ariopuerto,
halicótero, enchufle, lamber,
y diferiencia, le pego un reglazo; quien no sepa
cómo se dice, averígüelo.
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