MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 16    No. 203 AGOSTO DEL AÑO 2015    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co


Crisis de la salud reclama
medidas extraordinarias similares
al salvamento bancario
Redacción EL PULSO - elpulso@elhospital.org.co

El sector salud en Colombia atraviesa un momento de crisis tan delicado, que el gobierno debe aprobar a la mayor brevedad medidas extraordinarias similares a las del salvamento bancario a fines del siglo XX, para evitar la ruina total de los actores del sistema de salud y con ella el deterioro de los logros obtenidos en dos décadas del sistema, afirmó el director del portal Consultorsalud, Carlos Felipe Muñoz.
El experto recordó que entre 1998 y 2002, Colombia hizo uno de los ajustes más grandes de su historia: el salvamento de los bancos. En 1992 se quebró el Grupo Grancolombiano y hacia 1997 se liquidaron varias entidades. En 1998 la crisis llegó a niveles extremos, llevándose a las corporaciones de ahorro y vivienda, como Granahorrar que nació con el sistema UPAC, Banco Central Hipotecario, Caja Agraria, los bancos Andino y del Pacifico, entre otros. El Fogafín rescató varias entidades privadas con créditos de capitalización. Los usuarios perdieron sus casas por el alza de tasas de interés y el Estado subsidió a los deudores. Tras decretar emergencia económica, desapareció el UPAC, apareció el UVR y se expidió nueva ley del sector hipotecario. El costo total de la crisis se estimó en $12,3 billones.
Y entre las medidas del gobierno estuvo la creación del impuesto bancario del 2 x 1.000 vigente hasta diciembre de 1999, recursos destinados a salvar la banca, luego se extendió su plazo y se amplió al 4x1.000 que hoy seguimos pagando para financiar gasto estatal (dichos recursos podrían considerarse para el sector salud, afirma Muñoz).
Señaló que el análisis del gobierno en ese entonces, podría hacer referencia al sector salud de hoy: “De acuerdo con las autoridades económicas, la grave situación que enfrentaba dicho sector, la cual se manifestó en el progresivo deterioro de sus indicadores, ponía en peligro la estabilidad y permanencia de los establecimientos de crédito y deterioraba la confianza del público. Frente a estos hechos, las autoridades reconocieron que los instrumentos a su disposición eran insuficientes para recuperar la liquidez del sistema y por tanto, era necesario hacer uso de las facultades extraordinarias que le otorga la Constitución al gobierno para enfrentar los momentos de crisis”.
E igual a los síntomas precedentes al rescate financiero de la banca, muchas entidades del sector salud quebraron o fueron liquidadas, miles de prestadores sucumbieron al problema del flujo de recursos, mientras otras 'hacen aguas' por varios frentes y se aferran a las medidas del Ministerio de Salud, consideradas insuficientes. Las deudas billonarias son moratorias más allá del 40% y perfilan obligaciones incumplidas con cada operación mensual, apiñando un doble problema: la cartera antigua irresoluta más nuevas obligaciones mensuales sin respaldo. “Es cierto que la operación no se ha detenido todavía gracias al mejorado flujo de recursos, que apenas mantiene a flote a aseguradores y prestadores, pero que muestra síntomas de agravamiento financiero y de pérdida absoluta de la confianza en las garantías económicas del sistema”, aclara Muñoz.
5 detonantes de la crisis del sector salud
El director de Consultorsalud explicó 5 factores principales que no se han controlado para mantener el sistema de salud dentro de límites gobernables y sostenibles:
1) El Plan Obligatorio de Salud (POS): Aunque no se actualizó en muchos años, en los últimos 5 años se aprobaron bastantes inclusiones, pero se ocultaron dudas sobre su financiamiento. Las EPS debieron ejecutar cada año nuevos contratos de aseguramiento, con más derechos, sin certezas sobre financiamiento. Dice Muñoz: “Qué irresponsabilidad más grande fue discutir, aprobar y convertir en derecho planes de salud gigantes, sin hacer simultáneamente las provisiones financieras para atenderlos”, lo que anticipó un conflicto artificial y sin límites entre aseguradores y pagadores, “en donde todos ya perdimos”.
2) Servicios No-POS: Para el director de Consultorsalud, quizás el mayor desacierto es el pésimo manejo del gobierno a los servicios No-POS, convertidos en gigantesco negocio paralelo que enriqueció a multinacionales e intermediarios avivatos, amparados por la asombrosa pasividad de más de una década del Gobierno. Por una infortunada cadena de decisiones se trasladó el negocio del pago de estas obligaciones a los bancos más grandes (las fiducias del Fosyga), y para agrietar más el escenario se inventó la figura de los recobros (no un pago directo como siempre debió ser), que incluía la posibilidad (quizá ilegal) de glosar algunos de estos pagos derivados de la entrega de servicios No-POS, lo que al final causó dos fallos estructurales a la arquitectura financiera del sistema: disminuyó el valor de la UPC (y por ende los servicios POS), no concertada originalmente con los aseguradores, y sometió a una creciente iliquidez a los aseguradores de ambos regímenes, quienes la replicaron en la cadena de prestadores y proveedores de bienes y servicios y sus trabajadores, el eslabón más débil.
3) La Unidad de Pago por Capitación (UPC): Esta prima debió calcularla el Estado con herramientas técnicas, estadísticas, epidemiológicas, actuariales y financieras, para garantizar su capacidad de asumir el riesgo variable y pagar servicios de salud incluidos en el POS a los afiliados en los dos regímenes, hecho que no sucedió NUNCA. La falta de información técnica y los escándalos de corrupción permitieron un ritmo perverso de incremento anual, ligado casi exclusivamente al IPC general, que la desvalorizó (en una década la UPC perdió al menos 10% de poder adquisitivo).
4) Las tarifas: Se sigue negociando con tarifas ISS 2004 y descuentos hasta del 30%. No es posible que ese manual (porque no hay manual tarifario), también sea “techo”, cuando solo se actualiza sobre el IPC general, sin considerar los cambios en seguridad del paciente, cualificación de profesionales y nuevas tecnologías. Pese al fracaso de este componente, el mercado imperfecto de la salud con su gigantesca asimetría de información, es el regulador tarifario, y este ineficiente mecanismo permite el predominio de aseguradores o prestadores en uso permisivo de posiciones dominantes. El gobierno debe actualizar un manual tarifario “PISO”, que garantice reconocimiento del costo mínimo de un servicio o tecnología, con un margen razonable y sostenible de utilidad, a partir de cuya tarifa se puedan reconocer incentivos por calidad, seguridad y oportunidad.
5) Corrupción que desangra al sector salud en todos los niveles: Hay corrupción en el estamento público, en el ente territorial, en el aseguramiento, en la prestación de servicios, en la prescripción inducida, en la compra y dispensación de medicamentos y de insumos médicos, en la defensa “virtuosa” de pacientes, en la vigilancia y el control que se amañan a la fuerza política de turno, por lo que debe haber búsqueda activa, descubrimiento y castigo. Hay que puntualizar este problema: individualizar, acusar y rastrear sin descanso a los que se enriquecen ilícitamente con los fondos de la salud, judicializarlos y establecer sanciones ejemplarizantes. Dice Muñoz: “Es prioritario volver a refundar el sector desde sus bases, llegando a suscribir acuerdos sociales fundamentales sobre los cimientos” y los 5 elementos detonantes de la crisis, para hacer más efectivo el sistema de salud y convertirlo en generador de bienestar nacional.
 
Sector salud en rojo y creciendo
Hoy existen 40 EPS en el régimen contributivo y 52 en el subsidiado. A diciembre de 2014, solo 7 de 17 EPS del contributivo que reportaron información, cumplían con los dos estándares de permanencia en el sistema (patrimonio mínimo y margen de solvencia), 5 incumplían uno y 5 incumplían los dos. En el subsidiado, 6 cumplían con los dos estándares de permanencia, 6 incumplían uno y 20 incumplían los dos. El panorama será más complicado cuando Supersalud presente los resultados financieros tras la aplicación del decreto 2702/14 que obliga las EPS a: a) Tener un saneamiento contable definitivo, b) Mantener un patrimonio adecuado mucho más grande que el actual, y c) Hacer reservas técnicas a la vista, sobre nuevas obligaciones sectoriales mensuales.
Y las deudas con prestadores según la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, superan los $5 billones, algo que “enluta” todo el sector, sin ser la cifra total del sistema.
El director de ConsultorSalud, Carlos Felipe Muñoz, concluyó: “El 'amarre' de los nuevos recursos de UPC al pago de obligaciones corrientes me parece fabuloso, pues garantiza el uso pleno de este dinero en servicios autorizados y prestados en cada período mensual a partir de 2015, y como consecuencia, limita o restringe casi por completo, la liberalidad que tenían gerencias de EPS para amainar la presión de las deudas previas con recursos frescos, que seguramente deberán salir a partir de ahora, de fondeos de capital de sus accionistas, créditos blandos ofrecidos por el Estado, de renegociaciones de obligaciones y contratos de prestación de servicios, de aumentos de UPC o de movimientos inter-empresariales tipo uniones, fusiones, incorporaciones, escisiones o liquidaciones”.
 
Urge rescate financiero del
sector salud para evitar colapso sectorial
“No es prudente dejar pasar más tiempo para presionar por parte del gobierno la adopción de medidas urgentes y extraordinarias para evitar el colapso del sector salud, que como hemos visto, tiene síntomas inequívocos de estar ad portas”, afirmó el director del portal Consultorsalud, Carlos Felipe Muñoz.
Aclaró que esto no significa que las medidas del Ministerio de Salud no vayan en la dirección correcta, pues la compra de cartera, la igualación de planes de beneficios, el aumento de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y su nivelación en algunas capitales, la política de control a precios de medicamentos, el uso de recursos atorados en Fondos Locales de Salud, la movilidad entre regímenes, la portabilidad nacional, las nuevas condiciones de habilitación financiera de EPS, la eliminación del Fosyga, el giro directo, entre otras, son medidas apropiadas y necesarias, pero insuficientes dado el tamaño y la presión actual de la inmensa deuda sobre el sistema, que se dejó acumular de manera permisiva por TODOS los actores, pero especialmente por gobiernos previos, laxos y poco diestros en temas sensibles del sector salud.
Indicó que está convencido de que el problema es de un faltante estructural, más que de un embolate de dineros enredados en uno u otro actor. Por ello es indispensable dotar al gobierno de la autoridad y facultades suficientes e inmediatas que le permitan encauzar toda la viabilidad jurídica, técnica y financiera para rescatar el sector salud, garantizar que no sigan prevaleciendo las condiciones fundacionales anómalas que trajeron el sistema al actual borde del colapso y no borrar de un plumazo los muchos logros del sistema.
“Superpoderes” a Supersalud para intervenir el sistema
El experto señaló que el gobierno en general y el Ministerio de Salud en particular están preocupados con el tema, y ya construyeron un marco legal primario que les permite decretar las medidas necesarias para intervenir a fondo el sistema. Por ejemplo:
- El artículo 68 de la Ley 1753 de 2015 (Ley del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018) autoriza al Superintendente de Salud a ordenar o autorizar a las entidades vigiladas, la adopción individual o conjunta de las medidas de que trata el artículo 113º del mismo Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, con el fin de salvaguardar la prestación del servicio público de salud y la adecuada gestión financiera de los recursos del sistema. El gobierno nacional reglamentará la forma de armonizar las medidas especiales o preventivas de la toma de posesión para su adecuada implementación en el sector salud. Además, con cargo a los recursos del Fosyga en la Subcuenta de Garantías para la Salud, el gobierno nacional podrá llevar a cabo cualquiera de las operaciones autorizadas en el artículo 320 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero.
Indica Muñoz que estos 'super-poderes' otorgados a Supersalud, incluyen: indicar vigilancias especiales; ordenar re-capitalizaciones; iniciar administraciones fiduciarias; ordenar cesión total o parcial de activos, pasivos y contratos a las empresas del sector; exigir fusiones; iniciar programas de recuperación y programas de desmonte progresivo; y convertir instituciones de naturaleza cooperativa en sociedades anónimas. Se aprecia una mezcla de “terapias” que recibirían EPS como Caprecom (desmonte progresivo) y Saludcoop (transformación en sociedad anónima), a más de una gran cantidad de super-poderes con los cuales podría hacer frente a un rescate financiero o una emergencia sanitaria, reestructurando integral y rápidamente el ecosistema nacional de la salud.
- El artículo 69 de la misma Ley 1753 implementa una herramienta muy poderosa que le permite al Ministerio de Salud tomar extraordinarias “Medidas de emergencia sanitaria y/o eventos catastróficos”, cuando se presenten situaciones por riesgo de epidemia, epidemia declarada, insuficiencia o desabastecimiento de bienes o servicios de salud o eventos catastróficos que afecten la salud colectiva, u otros cuya magnitud supere la capacidad de adaptación de la comunidad en la que aquel se produce y que la afecten en forma masiva e indiscriminada generando la necesidad de ayuda externa.
El Ministerio determinará las acciones requeridas para superar las circunstancias que generaron la emergencia sanitaria y/o eventos catastróficos, para garantizar la existencia y disponibilidad de talento humano, bienes y servicios de salud, conforme con la reglamentación del gobierno nacional fundamentada en razones de urgencia extrema y financiada con recursos del Fosyga o entidad que haga sus veces, o los demás definidos.
Gobierno podría declarar emergencia sanitaria
Carlos Felipe Muñoz concluye que con base en estas medidas mencionadas, el gobierno podría declarar una emergencia sanitaria en cualquier momento, por insuficiencia de servicios de salud que afectan la salud colectiva u otras causales como la iliquidez o insolvencia de miles de actores entre aseguradores y prestadores: “No hay duda que estas circunstancias superan la capacidad de adaptación de la comunidad, pues cada día se cierran servicios o IPS completas, y más EPS son intervenidas o liquidadas, afectándola de forma masiva e indiscriminada, y generando la necesidad de ayuda externa”. Agrega que más que declarar una emergencia sanitaria, el gobierno debería iniciar ya EL RESCATE DEL SECTOR SALUD COLOMBIANO, corregir de fondo las causales que hicieron necesaria tal intervención y sancionar ejemplarmente a los corruptos que contribuyeron a este estado de cosas inconstitucional. Aclaró Muñoz que no está pidiendo el rescate de las EPS ni del sistema, pero sí del sector salud.
Implementar otras salidas a la crisis del sector salud
El director de Consultorsalud explica que el sistema de salud y sus actores se adaptaron con los años a soportar la carga financiera de deudas crecientes y de flujos intermitentes de recursos, y perfeccionaron el arte de esquivar (bajo la mirada distraída de instituciones de control) las normas regulatorias, que de aplicarse terminarían con una catástrofe empresarial sectorial de marca mayor, que no es otra cosa que su ruina completa.
Propone que podría construirse un escenario hipotético, en donde bajo la protección del paraguas del decreto 2702 de 2014 que otorga 7 años de plazo a las EPS para lograr el patrimonio adecuado, estas EPS le propongan a las redes públicas y privadas contratadas el pago de las obligaciones vencidas en módicas cuotas mensuales, mientras dura ese período de transición: “De ser así, las IPS, los proveedores de bienes y servicios, y los trabajadores de la salud, deberían resignar el cobro de sus obligaciones hasta por 84 meses o más, dependiendo de la capacidad de negociación de las partes”.
Muñoz recordó que son las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), los proveedores de bienes y servicios, y los trabajadores de la salud, las entidades y personas que han subsidiado y apalancado el sistema de salud de manera silenciosa durante muchos años, presionados por posiciones dominantes y sin capacidad real de reclamar el pago de intereses moratorios, manteniendo en funcionamiento un sistema que ahora no está retribuyendo siquiera los mínimos económicos que exige la supervivencia.
Concluyó el director de Consultorsalud que debe preverse si el gobierno, consciente de esta delicadísima situación, esperará al último momento para saber si tiene que “meterse la mano al dril” e iniciar el Rescate del Sector Salud, o por el contrario permitirá una vez más que actúe el mercado imperfecto, y que los particulares y trabajadores de la salud desesperados y arrinconados sigan metiendo el hombro y su dinero al sistema, 'apretando los dientes', pero cerrando servicios y agendas por todo el país, obligados por la insolvencia. En este caso se aplazarían por unas semanas o meses más un indeseable desenlace de la salud, elevando a niveles insoportables, injustos y en ocasiones mortales, las barreras de acceso para los pacientes, y convirtiendo al sector salud en una bomba de tiempo social: “Llegó la hora de considerar el salvamento del sector salud, como la medida extraordinaria a utilizar. Señor Presidente: ¿Usted qué opina?”.
 
 
 







 



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