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5 tendencias mundiales en
salud que no pueden ignorarse
Francisco
de Paula Gómez Vélez, MD Economía y Salud Pública - elpulso@sanvicentefundacion.com
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Bajo
el título Five global health trends you just can't
ignore, desde el Foro Económico Mundial llamaron
la atención sobre 5 tendencias mundiales que no pueden
pasarse por alto, en relación con servicios de salud
y particularmente en los países emergentes.
La primera tendencia que observan con preocupación es,
que los costos de prestación de servicios de salud suben
hacia niveles insostenibles. En los últimos 50 años,
los costos de atención médica en los países
OCDE superaron en promedio 2% su crecimiento económico
anual, y ahora las economías emergentes sienten esa misma
tendencia, indicándose que para 2022 su gasto sanitario
será un tercio del total del gasto mundial. |
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Este
nivel de gasto ascendente es insostenible y hace necesaria una
transformación en cómo se prestan los servicios
de salud. Recomiendan una orientación más colaborativa
entre sector público y privado, y apuestas de largo plazo
basadas en valor terapéutico, de manera que los Sistemas
de Salud de países emergentes logren mejores resultados
en salud, sean sostenibles financieramente y obtengan satisfacción
de la gente.
Como segunda tendencia, observan que el sector de la salud -la
industria, en sus términos- no puede generar salud por
sí solo, pues el enfoque curativo que tienen los Sistemas
de Salud actualmente limita sus acciones de prevención
y de salud pública. Así que el empoderamiento
de las personas a través de adecuados mecanismos de información,
la demanda de los pacientes y el advenimiento de nuevas fuerzas
disruptivas provenientes desde afuera, podrían transformarlo
para que cumpla mejor sus propósitos. |
Como
tercera tendencia advierten que los teléfonos celulares
inteligentes se convertirán en una de las más
poderosas herramientas para lograr acceso a los servicios de
salud, y en un mundo cada vez más digital esto tiene
sentido. El personal sanitario utiliza más y de mejor
manera plataformas y tecnologías que corren en sus teléfonos
celulares y tabletas, sea para consultas, prescripciones, ayudas
diagnósticas, colaboración en línea, etc.
Y sin duda es una realidad tanto en países de altos como
de bajos ingresos.
Asimismo, el teléfono inteligente se convertirá
para pacientes y usuarios en una enorme puerta de entrada a
los servicios médicos, facilitándoles la consulta
de sus archivos e historia clínica, la interacción
con servicios médicos, solicitud y programación
de consultas y procedimientos, compra de servicios médicos
y farmacéuticos, asistencia mediante plataformas digitales,
etc.
Salud domina el Top 10 de las nuevas tecnologías. El
director de Salud Global e Industrias de Salud, Arnaud Bernaert,
señalaba en 2015: En los pasados dos años,
cerca de la mitad de las 10 nuevas tecnologías top resaltadas
por el Foro Económico Mundial han sido relacionadas con
salud o la impactarán de manera significativa: la siguiente
generación robótica, técnicas de ingeniería
genética precisa, inteligencia artificial, genómica
digital, dispositivos electrónicos adaptados al cuerpo,
terapias micro-biónicas y basadas en ARN, analítica
predictiva e interfaces cerebro-computadoras.
Como quinto punto se observa, que invertir en años saludables
paga dividendos a las empresas, a los gobiernos y a la sociedad.
Explican que un reporte de la Universidad de Harvard y el Foro
Económico Mundial, mostraba que la India enfrentará
pérdidas de US$4.58 billones entre 2012 y 2030 por enfermedades
no infecciosas y desórdenes mentales, más del
doble que su crecimiento económico anual; y se anota
que no es un problema únicamente de ese país,
sino que es compartido por muchas economías emergentes.
Sin embargo, las intervenciones enfocadas en diferentes niveles
de prevención para enfermedades como diabetes, hipertensión,
enfermedades mentales y degenerativas, cáncer, obesidad,
accidentes etc., prometen un retorno económico estimado
entre el 90% y el 3.700% según algunos trabajos. Indican
que una comisión de estudio sobre inversión en
salud de Lancet en 2013, concluyó que tanto en países
de bajo, medio y alto ingreso, entre 2000 y 2011, el 24% de
su crecimiento económico resultó del valor adicional
de los años de vida saludables ganados por su población.
Estas 5 tendencias vale la pena tenerlas en cuenta a la hora
de planificar y gestionar respuestas para los Sistemas de Salud
en Latinoamérica, máxime en el caso de Colombia
que reconoció la salud como un derecho fundamental, de
manera tal que se trabaje en su sostenibilidad financiera, que
se resuelvan los problemas que existen en el acceso efectivo
a los servicios sanitarios más allá de tener un
carnet de afiliación, que se ajusten la calidad en la
atención médica y el valor terapéutico
real de los tratamientos -más barato no significa mejor,
tampoco más caro-, y se incorporen la innovación
y las tecnologías de salud correctas justo a tiempo.
Aunque a buena parte del estamento económico le costó
algún tiempo entenderlo, hoy es bastante claro que tener
una población más saludable y mejor atendida,
genera mayor crecimiento económico y desarrollo. Y de
otro lado, que no prestar atención a cómo se gestionan
los servicios sanitarios, tiene serios impactos negativos en
lo económico y lo social . |
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