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Reflexión del mes
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¿Quién
decretó y por qué, la muerte de la imaginación
radical del ser humano? ¿Quién ordenó
olvidar la magia y sepultarla, al punto en que los atolondrados
filósofos existencialistas se sienten atrapados entre
la nada y la nada? ¿Qué nos hizo atacar tan
cruelmente al chamanismo
quemar brujos y fabricar terribles
manicomios? ¿Quién estableció que sólo
tendríamos cinco sentidos? ¿Por qué no
seis o siete o más de siete? .
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Ariel
José Jaimes
Cita del libro El Chamanismo: el otro hombre, la otra
selva, el otro mundo. Entrevistas a especialistas sobre magia
y la filosofía amerindia, investigación
y recopilación de Ariel José Jaimes y Andrés
David Jiménez. Jaimes es antropólogo colombiano,
estudioso de los límites autoimpuestos de la racionalidad
occidental y de las prácticas rituales indígenas,
desde la propia cosmovisión amerindia, la antropología,
la arqueología, la psiquiatría y la filosofía. |
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¡Dizque reforma pensional!
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| Ivan
Restrepo Lince Consultor internacional en Actuaría -
elpulso@elhospital.org.co |
Ya se
tiene la primera vuelta del Acto Legislativo, con el cual el
gobierno pretende la cuadratura del círculo: no se trata
de adecuar los aportes y las pensiones para hacer viable la
seguridad social, sino, además de pretender que cada
vez menos aportantes cubran los suyos, los gobiernos dejaron
de aportar, olvidaron los recursos que distrajeron, los bonos
que nos pagaron con el BCH y lo que se perdió
en la quiebra de éste.
La única novedad es que se espera que, vía cambio
de la Constitución, se puedan prohibir pactos colectivos,
se puedan deshacer los ya hechos y se puedan limitar expectativas
desbordadas.... Esperemos a ver qué dice la Corte Constitucional.
Por lo demás, los mismos paños de agua tibia,
que esta vez ni siquiera cuadran la Caja de este año.
El Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla dijo que había
que suprimir privilegios (buena esa), pero, ¿cuáles?
Que hay quienes esperan una media-pensión habiendo aportado
500 semanas apenas ¡Que conchudos! No, sólo ocurre
que ESO LES OFRECIERON cuando los obligaron a afiliarse, su
único pecado fue creerles a los funcionarios del gobierno...
Y ÉSTOS NO PARECEN ENTENDER QUE SI LO OFRECIDO NO OBLIGA,
QUE BASTA LLAMARLO PRIVILEGIO PARA PODER QUITARSE
¿PARA QUE MÁS ACUERDOS, QUE TAMPOCO SERAN HONRADOS?
Y a ese compromiso ya vienen faltando desde 1985: la norma exigía
un mínimo de 500 semanas aportadas, sin más, para
aspirar al 45% del salario. Pero el ISS ante sí agregó
que tendrían que aportarse antes de 1.000 semanas, que
los aportes viejos no valían, que a los clientes de tiempo
atrás habría que castigarlos (algo que a un ente
privado no se le ocurre ni en el peor guayabo: se necesita ser
funcionario para ser tan arbitrario y desacertado). Como resultado,
la gran mayoría quedaron pegados de la brocha:
cuando tenían las semanas les faltaba edad; luego al
tener la edad, como el desempleo que es alto se hace general
al avanzar la edad (colóquese de nuevo tras los 50 años
para que vea), perdieron hasta esa esperanza.
Ahora dice el gobierno que la Pensión es ELITISTA, que
muy pocos la alcanzan, lo que es cierto, pero tiene explicaciones.
Primera: que el gobierno no aporta, sólo pueden pensionarse
los pocos que tienen empleo tras la destrucción de empresas
de Hommes y sus seguidores; segundo, que a los pocos que se
pensionarían LES HICIERON TRAMPA. Además, se muestran
angustiados por el número de ancianitos indigentes, los
mismísimos a quienes les birlaron la pensión.
No hay solución a la vista, porque los gobiernos son
incapaces de reconocer sus fracasos: los caos de CAJANAL, ISS,
los 1.045 Fondos que existían antes de la Ley 100/93
declarados insolventes (excepto uno al que persiguen tratando
de terminarlo), no le dicen nada a los funcionarios oficiales.
Incluso se llegó a que al Actuario Jefe del Canadá
(el país más avanzado y sin problemas en prestaciones),
le dijo Planeación Nacional: NO GRACIAS, TENEMOS UN JOVEN
QUE APRENDE CON VELOCIDAD ASOMBROSA (¿?) ¿Y ese
genio también adquiere experiencia súbita y su
primer pinito es un problema de cientos de billones de pesos?
La burocracia es un CÁNCER que vive para sí, sin
importarle si destruye a quien lo sufre. Los Presidentes son
IMPOTENTES: excepcionalmente alguno muy plantado, ante un problema
externo, es capaz de mover esa mole de intrigas, intereses y
nichos de poder. El actual Presidente en el caso del orden público;
Lleras Restrepo cuando enfrentó al Fondo Monetario. Pero
NINGUNO ha logrado nada en esta materia: se siguen cometiendo
los mismos errores, la administración es tan incapaz
como quiere serlo.
La solución a aquello que la organización corriente
no quiere ni puede, son fuerzas de tarea, interdisciplinarias
pero pequeñas, dotadas de PODER. No hablo del dictatorial
que permita legislar al administrador; sólo poder ante
la interesada inercia burocrática, que sólo un
Presidente puede otorgar. Entre tanto, la misma cruel bobada
que creen aliviar, con la aún peor de echarle la culpa
a las víctimas.
Hace poco Hommes el destructor, preguntaba si se justificaba
subir impuestos para salvar un sistema prestacional fracasado.
El sistema como tal no fracasó, lo que ocurrió
fue que él no hizo nada de lo acordado; no puede fracasar
lo que no ha sido aplicado. Y no se trata de un sistema abstracto:
somos 5 millones colombianos, cabezas de familia, OBLIGADOS
a ahorrar en ese sistema, que perdemos los ahorros, lo ofrecido
a cambio y hasta la razón de vivir. ¡Qué
cómodo para esos economistas de otra galaxia,
tratarnos como conejillos de indias en sus inhumanos experimentos!
Lo digo con perdón de los verdaderos Economistas, que
resultan doblemente ofendidos, en sus ahorros y en su profesión. |
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Bioética
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Un concepto equívoco:
calidad de vida
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Carlos
Alberto Gómez Fajardo - MD - elpulso@elhospital.org.co
Desde una perspectiva ética utilitarista puede desvirtuarse
la cuestión fundamental de la dignidad de la vida de
cada ser humano. En ocasiones, son los criterios pragmáticos
de inspiración materialista, usados selectivamente
para intentar calificar la prioridad de determinadas decisiones
o procesos, tanto en los niveles macro de decisiones
políticas en la asignación y ordenamiento de
los recursos para fines de importancia colectiva, como en
las situaciones concretas micro, de nivel personal.
Es uno de los problemas vinculados a los criterios de análisis
costo-eficiencia que intentan valorar el impacto, necesidad
y pertinencia del uso de recursos económicos, humanos,
logísticos y tecnológicos. Son los dilemas frecuentes,
verbigracia, en casos como la evaluación de tratamientos
de alto costo (cáncer, las Unidades de Cuidado Intensivo)
y las decisiones políticas nacionales en temas como
la educación de la población.
Pronto se hace evidente, en el proceso de toma de decisiones,
que puede haber dos concepciones antropológicas que
se encuentran en contradicción, en lo que atañe
tanto a su teoría como a su praxis: por una parte,
está el entendimiento (hoy muy extendido) del hombre
como un sujeto valioso en cuanto lo es para su
comunidad, para su país, teniendo en cuenta factores
como edad, nivel de instrucción y capacitación,
posibilidad de rehabilitación y reintegro a la vida
laboral luego de eventos incapacitantes, expectativas de vida
útil, etc. Aquella es la ética de la calidad
de vida. Por otra parte, está la perspectiva
ética fundada en el carácter intrínseco
de la dignidad personal de todo ser humano, la cual defiende,
con una base realista y antropológica, que todas las
personas, sin distingo, merecen respeto, y éste, en
primer lugar, ligado al propio valor de la vida física,
requisito previo para el ejercicio de cualquier otro derecho.
Todos los hombres en condición de igualdad, de dignidad
y de derechos-deberes.
El peligro de los criterios utilitaristas se expresa, de modo
contundente, con las políticas estatales a las que
se tiene tendencia en la actualidad en diversos países
(afanosamente fotocopiadas por sectores demócratas
de la opinión local): las tendencias a eutanasia, aborto
y eugenesia; la intolerancia dogmática al entendimiento
del sufrimiento y del dolor; y la supresión legal
de la vida, con diversos artificios lógicos que acuden
a un deficiente concepto de la libertad. La libertad
en minúscula, desligada de la responsabilidad.
Con frecuencia mayor de la deseable se acude a la expresión
calidad de vida. En cada especialidad médica
se da un contexto variable al término. Se llega, para
cada situación patológica, a intentar cuantificar
la calidad de vida, tratando de predecir variables
como la ausencia de determinados síntomas, el progreso
en procesos de rehabilitación y recuperación
funcional, o el tiempo de retorno a actividades laborales.
Mucho se habla de dólares. Tanto se repite el concepto,
que con la mayor naturalidad y en los más variados
contextos, políticos, comunicadores sociales, urbanistas,
transportadores, todos y cada uno, se sienten cómodamente
en el derecho incuestionable de usar el término, según
sus particulares intereses y conveniencias. Casi todos hablan
de algo diferente, y a aquello lo denominan, peregrinamente,
calidad de vida'. Y muchos imaginan entender algo simple.
También hablaron así quienes destinaron a la
muerte selectiva a enfermos de variada índole, a ancianos,
a opositores al régimen, a niños: vidas
que no merecen ser vividas..., llegaron a argumentar,
con poderosos sofismas económico-epidemiológico-clínicos
y de costo-beneficio en sus presentaciones académicas
y políticas.
Son algunos de los peligros de la pérdida de la dimensión
auténticamente humana de la medicina. Es cierto que
la medicina requiere ser fundamentada en una antropología
correcta que entienda esta profesión, arte y ciencia,
al servicio y promoción total del ser humano. Se puede
perder de vista -con asombrosa facilidad, según las
ideologías que la animen- que su misión tiene
que ver con el Bien integral del hombre, no sólo con
su bienestar, como lo repite constantemente la
teoría economicista que se refiere sólo al homo
económicus, según los postulados de Adam
Smith, ahora imperantes por inicua ley.
Con sesudas razones la autora Maria Victoria Roqué
Sánchez, en una documentada reflexión crítica
sobre el concepto, titula su artículo Calidad
de vida, un mensaje cifrado (Revista Persona y
Bioética Años 4 y 5, No. 2 y l2, pp. 82-9l).
Llama la atención sobre grandes problemas: hay más
de cuarenta escalas que pretenden medirla, y existen duros
contrastes entre visiones éticas diversas. Al usar
estos conceptos equívocos se corre el peligro de que
la sociedad sólo encuentre aceptables y tolerables
determinadas condiciones y cualidades de vida. Se corre el
riesgo de que se imponga entonces en la tarea de aniquilar,
mediante diversos artificios y argumentaciones jurídicas,
aquellas consideradas por algunos como de calidad
inferior. En la citada referencia, además de otras
preocupantes realidades, se advierte con claridad: Si
se toma la calidad de vida como condición de vida,
la persona se convierte en un ser de materia biológica
manipulable. Lo que viene enseguida de aquello es un
abismo de deshumanización, que ya se está viviendo.
NOTA: Esta sección es un aporte del Centro Colombiano
de Bioética -Cecolbe-.
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