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Hay que rehacer un
alma colectiva a Colombia:
Rafael Uribe Uribe
Hernando
Guzmán Paniagua Periodista - elpulso@elhospital.org.co
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Rafael Uribe Uribe.
Reproducción: Rodrigo Peláez
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Las palabras del general
y doctor Rafael Uribe Uribe parecen hablar de la Colombia
de hoy, de una rueda que gira pero no avanza: En el
seno mismo de la Patria hay desterrados, tan desterrados como
si estuviesen a mil leguas del suelo natal
Aquí
se vive en medio de indecibles torturas materiales y morales.
Faltan miembros de la familia a quienes se llevó el
reclutamiento, y cuya ausencia es nuestro duelo.
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Érase
un niño tímido, callado y huidizo llamado Rafael
Uribe Uribe. Cuenta de él su hermano Heraclio: Era
de complexión débil, bastante llorón, y
tenía un movimiento convulsivo de la cara. Nunca
dejó de ser el campesino sencillo del suroeste antioqueño,
este protomártir de la democracia colombiana, político
intachable, guerrero de la dignidad nacional, escritor y periodista
aquilatado, precursor del derecho laboral en Latinoamérica,
apóstol de su pueblo. Nadie más autorizado para
proclamar: Tenemos toda una nación por construir. |
Rafael Víctor Zenón
Uribe Uribe vino al mundo en la hacienda El Palmar, entonces
del municipio de Caramanta, hoy de Valparaíso (Antioquia),
el 12 de abril de 1859; este mes se cumplen 152 años
de quien parece haber nacido con la pluma, la espada y el
azadón en sus manos. Aprendió la logística
militar en el Colegio del Estado, hoy Universidad de Antioquia,
tan conservador como los gobiernos que combatiría
luego. Colegial de 17 años, se enroló en el
ejército liberal del Estado Soberano del Cauca, contra
el ejército conservador de Antioquia, en la guerra
religiosa de 1876. Graduado como jurisconsulto por el Colegio
del Rosario de Bogotá en 1880, al día siguiente
entró a una Logia Masónica. Herido por una
bala en la rodilla en la batalla de Los Chancos, lo recogió
su hermano Heraclio al pie de su mula. Como coronel, comandó
las tropas liberales de Antioquia en la revolución
liberal de 1885.
Tras la fracasada aventura de la revolución liberal
de 1895 y de su prisión en Cartagena, salió
electo en 1896 a la Cámara de Representantes como
único liberal, frente a 60 áulicos de la Regeneración,
signados por el fraude electoral. No había pues,
bancada uribista. En 1897 la Convención
Nacional Liberal le envió a buscar ayuda económica
con los partidos liberales de Centroamérica, para
la más cruenta confrontación bélica
del fin del siglo XIX: La Guerra de los Mil Días,
que no fueron mil sino 1.128, y dejó más de
100.0000 muertos, un liberalismo derrotado pero moralmente
vigoroso, y desolada la economía colombiana.
Periodista y apóstol social
La pluma de Uribe Uribe, cátedra permanente
de civilidad, democracia y humanismo, dejó páginas
inmortales en los periódicos que fundó, dirigió
y escribió: La Consigna, La Unión, El Republicano,
El Relator, El Trabajo, La Disciplina (que le valió
la prisión), El Autonomista donde se incubó
la revolución de 1899, y El Liberal, faro de las
ideas liberales y del progreso nacional. Colaboró
además en El Espectador. En esas páginas repudió
la confiscación del papel periódico de El
Relator, el destierro de Santiago Pérez y las
tropelías contra la libertad de prensa. La
cárcel fue el medio natural para silenciar su voz
(...), su palabra necesitaba ser suprimida. Su voz doblegada.
Su verdad amordazada, dijo Otto Morales Benítez.
Periodismo y política fueron para Uribe Uribe dos
ruedas del mismo carro de la democracia. Fue diputado de
la Asamblea de Antioquia; congresista por Antioquia y por
Caldas; profesor de Derecho Constitucional, Economía
Política y Educación Física en la Universidad
de Antioquia; Procurador del Estado de Antioquia y Ministro
plenipotenciario del presidente Rafael Reyes, ante los gobiernos
de Argentina, Chile y Brasil, donde cumplió con celo
patriótico su misión.
El "socialismo de Estado" que preconizó
Rafael Uribe, lo concibió como una profilaxis
administrativa por la justicia social. Precursor del
derecho laboral colombiano y continental, defendió
el incremento salarial; la educación del proletariado;
la jornada laboral racional, sobre todo para niños
y mujeres; la remuneración extra por trabajo nocturno
(recortada hace poco por un tocayo de apellido); el descanso
semanal; la atención médica; protección
por accidentes de trabajo; las pensiones de vejez y de muerte;
las cajas de ahorro; y un código regulador del trabajo.
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La falsa
noción de que el ejercicio de
latiranía requiere habilidad o astucia, o de
inteligencia superior, es al contrario, el refugio
de las voluntades débiles y de los
entendimientos rastreros.
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Rafael Uribe Uribe.
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Se dice que fue siempre
un sembrador de café y de ideas. Este pionero de la caficultura
en Colombia, transformó tupidas selvas en prósperos
cafetales, administró la hacienda Gualanday en Fredonia
y los plantíos de Viotá, los más grandes
de la época en Cundinamarca. Introdujo el café
maragogipe que aumentó la productividad,
importó semillas de pastos como el Yaraguá (aún
recordado por los campesinos como pasto Uribe),
la papa cruz, el maíz guavito,
los trigos arrocero y Oregón, enriqueció
la ganadería con varias razas bovinas, porcinas y de
aves, e implantó métodos modernos de explotación
de la tierra, desde su periódico El Trabajo.
En plena guerra de 1895, le escribió a un coronel amigo
suyo: Escríbales a su papá y a Gerardo para
que me hagan llegar una nueva remesa de semillas de caucho.
Su impulso a una reforma agraria a partir de la reversión
de predios ociosos al Estado, es el fundamento jurídico
de la Ley de Tierras (Ley 200 de 1936).
Profeta del cambio
Uribe Uribe fue un visionario del ferrocarril. En un
discurso de 1896, en la Cámara de Representantes, señalaba
la enorme influencia política y moral de los ferrocarriles
(
) como multiplicadores eficaces de las relaciones entre
los hombres y criticaba los disparates cometidos: construir
la línea férrea Cartagena-Calamar para disputar
a Barranquilla la supremacía comercial, en vez de impulsar
por las sabanas de Bolívar, la ganadería, el algodón,
el arroz, el café y otros renglones agropecuarios; trazar
la línea de Santa Marta hacia El Banco y no hacia la
próspera Sierra; y lo que llamó 'pifia' del sentido
práctico de los antioqueños, en los pantanos
de Puerto Berrío y en la breñas del Nus, donde
se han sepultado inútilmente más de 12 millones
de pesos, en vez de tomar Porce abajo en busca del Cauca navegable,
o hacia Occidente y el Atrato, situando un puerto en el golfo
de Urabá.
Ponía como prioridad nacional el ferrocarril de Buenaventura,
para mejor defender la posesión del Istmo de Panamá,
entre otras ventajas. Siete años después, en 1903,
Colombia perdía a Panamá. En conferencia ante
la Unión Nacional de Industriales y Obreros, en 1910,
sentenciaba Uribe Uribe: ¿Será Colombia
la única incapaz de aprender la ruda lección de
Panamá? Lo que ella nos enseñó, marcándonos
bien hondo con hierro candente en la carnes desnudas, fue que
promesas de amistad entre países son como los juramentos
de amor con las cocottes: olvídanse en cuanto habla más
alto la concupiscencia del interés material. |
Soldados campesinos en la Guerra de
los Mil Días.
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Las palabras del
general y doctor Rafael Uribe Uribe parecen hablar de la Colombia
de hoy, de una rueda que gira pero no avanza. En debate de la
Cámara sobre los impuestos, decía en 1896: Proscrito
de la vida pública el partido liberal, mi voto adverso
no logrará librar a sus miembros del recargo de contribuciones.
Pero sí tendrá alcance contra una administración
insaciable que ni siquiera se cree en la obligación de
justificar los nuevos gravámenes con que empobrece al
pueblo. Mostraba cómo los salarios se duplicaron
en 10 años, pero su poder adquisitivo bajó drásticamente:
en 1896 un peón común ganaba entre 50 y 80 centavos
diarios, pero la alimentación costaba 40 centavos/día,
los alquileres y los materiales de construcción, entre
otros rubros, subieron al doble.
En 1910 advertía sobre el manejo irresponsable de los
recursos naturales: Recibimos de la naturaleza un territorio
fértil en toda su extensión, y por la tala y el
incendio hemos, como Atila, merecido el título de fabricantes
de desiertos. Rafael Uribe urgía por un plan general
de arborización, por un sistema de canales de regadío
y pozos artesianos, y por una severa ley que limite o
regule la destrucción de los bosques.
Visionario político
Varias veces dijo: La Regeneración es un
permanente golpe de Estado. A los partidos hegemónicos
viejos y actuales, que medran a merced del principesco poder
presidencial, Uribe Uribe les enrostra
la falsa
noción de que el ejercicio de la tiranía requiere
habilidad o astucia, o de inteligencia superior, es al contrario,
el refugio de las voluntades débiles y de los entendimientos
rastreros. Cuando no había DAS ni teléfonos
para chuzar, dijo al gobierno: Derrochad en
armamentos y marina el fruto del sudor, del hambre, de la desnudez
y de las privaciones del pueblo, (...) acallad con dinero la
complicidad y envenenad el carácter colombiano invirtiendo
caudales ingentes en el espionaje. |
Rafael Uribe Uribe fue
el principal modelo
de García Márquez para su coronel Aureliano
Buendía, por ser el perfecto disidente
enfrentado al mundo.
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Denunció que
en el seno mismo de la Patria hay desterrados, tan desterrados
como si estuviesen a mil leguas del suelo natal. Y esto
otro: Aquí se vive en medio de indecibles torturas
materiales y morales. Faltan miembros de la familia a quienes
se llevó el reclutamiento, y cuya ausencia es nuestro
duelo. Se opuso a una emisión monetaria por $10
millones, prevista así: Dos millones para gastos
urgentes y ocho para las dilapidaciones probables, y argumentaba:
Antes de meter la mano en el exhausto bolsillo del pueblo,
decretando nuevos impuestos o nuevas emisiones que no son sino
empréstitos mal disimulados, debemos meterla en los bolsillos
repletos de los concusionarios para volver a las arcas públicas
lo que de allí sustrajeron por malas artes. Uribe
decía que ...en Colombia nadie paga lo que debiera
pagar de cierta riqueza para arriba, y todos los demás
pagan lo que no debieran pagar de cierta pobreza para abajo.
Azuzados por fuerzas reaccionarias para las cuales Uribe Uribe
era el culpable de la crisis económica del país,
los artesanos Leovigildo Galarza y Jesús Carvajal asesinaron
a hachazos al máximo ideólogo liberal de Colombia,
la madrugada del 15 de octubre de 1914, a los 55 años
de edad. En el bolsillo llevaba el proyecto de ley para la indemnización
por accidentes de trabajo. Su sangre al salpicar las piedras
del Capitolio Nacional, había caído simbólicamente
sobre toda la Nación, diría Rafael Maya.
Rafael Uribe Uribe fue el principal modelo de García
Márquez para su coronel Aureliano Buendía, por
ser el perfecto disidente enfrentado al mundo. Aureliano figura
como intendente del litoral Atlántico, el
cargo que tuvo el abuelo de Gabo en el ejército de Uribe
Uribe. Al disolver éste su guerrilla, expresó:
Hemos combatido por la verdad y la justicia; nada se nos
dé si la fortuna veleidosa nos volvió la espalda.
Despidámonos como soldados y preparémonos a saludarnos
como ciudadanos. Más tarde, en una proclama que
hoy cobra toda su vigencia, Uribe Uribe dijo: Nuestros
padres y nosotros mismos creímos hacer Patria empleando
los fusiles destructores. Necesitamos hacer Patria con las herramientas
fecundas del trabajo. |
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Ocioso
lector
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El entierro del sol
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Julio
Flórez |
Ya
cediendo su campo a las estrellas,
todo sangriento el sol rueda al Caribe,
y ósculo inmenso, al expirar recibe
del mar que lame el oro de sus huellas.
Y el mar se incendia, y se alborota y canta
un himno funeral, un miserere,
que en los soplos etéreos se levanta
y envuelve al sol...mientras que el sol se muere.
¡El paño negro de la noche baja
sobre el difunto rey que en ígnea fosa
el mar con sus espumas amortaja;
En tanto que, desde el azul desierto,
los astros, con su llama temblorosa
alumbran las cenizas del gran muerto!
II
Así te desplomaste; así caíste
-sol de la democracia verdadera-
en el brumoso mar de un pueblo triste.
más... ¿Qué suceso anticipó tu
ocaso?
¿Qué poder infernal, qué torvo guía
de hombres sin ley, tu luminoso paso
mandó parar... en la mitad del día?
(Fragmento del poema dedicado a Uribe Uribe,
ante su martirio).
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¿Kómo
ce dise?
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Asir
y acceder
Muchas personas confunden
las conjugaciones de distintos verbos al conjugarlos. Uno
de tantos ejemplos de confusión: los verbos asir y
acceder. Con frecuencia uno oye decir: Necesitamos precios
accequibles. Esto es incorrecto, tal vez quiso decir
asequible, que viene de asir: coger, tomar, o sea, al alcance
de uno. Aquí se confunde con accesible, que viene de
acceder: llegar, alcanzar un punto o meta.
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