MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 57   JUNIO DEL AÑO 2003    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

En esta edición...

Un maestro de 90 ~ Nuestro Querido Hospital Universitario San Vicente de Paúl

El Comité de Rehabilitación: tres décadas de apoyo al discapacitado

Corpaul 30 años: el logro es seguir ayudand

Un maestro de 90

Nuestro querido Hospital Universitario San Vicente de Paúl
Ana C. Ochoa, Periodista elpulso@elhospital.org.co
UCI Cardiovascular y de Trasplantes Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín, 90 años de servicio.
Fundado en 1913 por Don Alejandro Echavarría
Cuentan que a León de Greiff lo sorprendió un médico fumando, cuando estaba hospitalizado en Bogotá por una caída. “Me quitaron hasta el paquete de cigarrillos. Pero ya estoy negociando para que me dejen entrar una botella de aguardiente. Y no para untármela, claro está”. Sin bata y con una pijama a medio abotonar, esculcaba los talegos de uvas y de manzanas que le llevaban sus amigos. “¿A qué intelectual se le ocurrió esta pendejada?”, preguntaba mientras abría un paquete de peras delante de Daniel Samper. “Las enfermeras están bien, pero los médicos ponen mucho sebo. Me auscultan, me regañan y me toman encefalogramas y otras carajadas que parecen palabras inventadas por mí”.

Insolente o solemne, transgresora, alegre o desgarrada, la historia de los hospitales es la de su gente, la de los enfermos con su fe, su risa o su dolor; la del médico silencioso o rutilante; la de la bacterióloga o la de la enfermera que habita en la noche ese extraño mundo que nunca duerme. Horas buenas o derrotadas. Eso es lo que tiembla bajo las cifras y los científicos hallazgos. Bajo los titulares de “gran hospital”, “el más grande de Colombia”, y las noticias que informan de sus avances, sus nuevas terapias, su tecnología o sus famosos trasplantes.
Hace unos años la prestigiosa revista The New Yorker publicó que los médicos del Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín tenían una formación inigualable y que, según la gente, hacían “milagros”. Sobre todo en Policlínica, donde se hablaba con osadía de temas como la autotransfusión y se hacían procedimientos sin tregua en las noches de guerra de este país de 30 mil muertos al año. Pero no es a punta de milagros ni de golpes de fortuna que el Hospital ha consolidado su credibilidad e intentado superarse. Es a punta de trabajo. De confrontación y riesgo. De construcción común con la comunidad académica de la Universidad de Antioquia. De esfuerzos administrativos para estar a la vanguardia y servir con calidad y sentido humano. Pero en el centro de los aciertos están quienes han apoyado al Hospital, y aquellos que incluso viajan desde otros departamentos y países, para buscar sus servicios.
Llegan también los desplazados por la violencia, desterrados de ese mundo rural en el que un 80% de sus habitantes vive en la pobreza. Cada tres horas, cuatro familias abandonan su tierra por presión de los grupos armados. Desorientados y enfermos llegan a los hospitales. En el año 2002, el 47% de los pacientes atendidos no estaba cubierto por ningún sistema de seguridad social, y pertenecía a los estratos de más bajos recursos económicos. El Hospital concedió beneficios por 13 mil millones de pesos. Alguien recordará esta cifra, pero otros recordarán la otra verdad, “con nervio y músculo” según decía Barba Jacob. Recordarán el agradecimiento del enfermo, los signos complejos de su dolor, el valor de su coraje, su visita al médico para entregarle en gratitud la bolsa de naranjas que recogió de su parcela, o recordarán también la hora solitaria del cirujano que intuyó la muerte... todo eso forma parte de las jornadas ocultas del Hospital, las que reverdecen en la memoria, las que hacen que la institución tenga valor afectivo para su gente, real significado. Por eso la celebración de los 90 años del San Vicente no se captura en las fotos, las medallas y los justos homenajes. Es la comunidad la que registra el valor verdadero de este aniversario. Y en la gente se encontrará el mejor gesto de esa colectiva gratitud.

Este antiguo Hospital levantado en la “Manga de los belgas” -unas 130 mil varas cuadradas que costaron 13 mil pesos en oro “amonedado”- fue fundado por Don Alejandro Echavarría en 1913 “bajo los auspicios de la fe, el amparo de la caridad cristiana y consagrado a San Vicente como un homenaje a sus heroicas virtudes”. En aquel entonces la medicina era muy precaria. Enfermedades hoy controladas mataban en ese entonces 1 de cada seis niños antes de cumplir un año. Los médicos eran pocos y la mayor parte de la población -un 75%- era analfabeta. Hoy se habla en otros términos y hay avances tan meritorios como los de la exportación de servicios de salud a países vecinos. Vender conocimiento es, según algunos, una gran oportunidad que, si se explora en varios campos, no sólo el de la medicina o la informática, podría reportarle a Colombia en 10 años Us$ 15 mil millones. Quirófano de urgencias, Policlínica
Hospital Universitario San Vicente de Paúl.
Avances sobresalientes son también los logrados, por ejemplo, por el grupo de trasplantes de órganos del Hospital y la Universidad de Antioquia, que este año cumple 30 años de trabajo. Con una consagración que ha hecho historia, se efectuó en el Hospital Universitario el primer trasplante de riñón en Latinoamérica, el primero de corazón en asocio con la Clínica Cardiovascular Santamaría, también los primeros trasplantes de médula ósea, de células madre de cordón umbilical, de tráquea y de laringe. La captación de órganos, debido a la violencia del país, se ha incrementado si se compara con países como Estados Unidos, donde el faltante de riñones para trasplantar es aproximadamente de 50 mil al año.
El Hospital Universitario, asociado también a Harvard Medical International, efectuó en el 2002: 20 mil cirugías, 150 mil consultas (el 80% de alta especialización), 620 mil exámenes de laboratorio, 92.000 estudios radiológicos, 238 trasplantes renales, 40 de hígado, 36 de médula ósea, 3 de células de cordón umbilical. Se hicieron 27 investigaciones y se publicó literatura médica importante, con el fin de promover la calidad del trabajo hospitalario. Forman parte de este grupo de últimas ediciones el exitoso libro Hospital y Empresa, los textos: Alivio del dolor en pacientes con cáncer, Emergencias médico quirúrgicas en pediatría y Consentimiento Informado; así como el boletín epidemiológico El Vigía y el periódico El Pulso.
Otro dato interesante es que el año anterior 120 médicos generales y 80 especialistas graduados fueron formados también en el Hospital. Con mucho sentido se recuerda lo que en 1888 el doctor Manuel Uribe Angel escribió a un joven médico: “Debe proponerse ganar en inteligencia, debe perfeccionar las cualidades del espíritu, debe hacerse flexible de carácter sin bajeza y sin debilidad, debe hacerse tolerante sin humillación, debe entender los límites de su educación en el sentido más racional posible, huyendo del empirismo, de la ruina, de la afectación, de las utopías...acostúmbrese a pensar con independencia y exactitud...la crítica es otra riqueza. Aplicada a las ciencias, a las doctrinas y a los sistemas da por resultado la filosofía a grande escala. Aplicada a las cosas pequeñas, a la práctica de las operaciones diarias, a la vida familiar, da por resultado una pequeña filosofía que puede llamarse también economía de la vida humana. De estas dos filosofías, la primera de grande escala es más brillante; la segunda, la pequeña, es más útil...” El Hospital y la Universidad han insistido en la formación de estudiantes íntegros. Y a algunas personas preocupa la proliferación de facultades improvisadas en el país, que incrementarán el número de egresados que hoy se calcula en 2.500 por año. Ante el estupor y la reserva que esto causa, también entre los mismos jóvenes, vale el último consejo de el doctor Uribe Angel: “Muchacho: no llore. Aprenda a reírse un poco.”
El otro día vimos un enfermo solitario, pasar la mano por la piedra antigua de un corredor y detener su dedo entre la hendija por la que brotaba un musgo rebelde. La vida es más terca que la muerte había dicho no se sabe quién. Y eso también el Hospital lo ha demostrado siempre. Triunfador por encima de todas las incomprensiones; por encima de todos los poderes con sus nuevas jerarquías, con sus malas cifras y peores sentencias repartidas por calculistas extraviados que, sin embargo, no han agotado la fuente de todos los corajes: la confianza de miles de enfermos que acuden con su bondad y extienden la ofrenda limpia de su fidelidad y su cariño.
Unidad de Diálisis
Hospital Universitario San Vicente de Paúl
Para las directivas del Hospital Universitario San Vicente de Paúl, el mayor acierto del Hospital es el servicio de calidad prestado a las personas de menores recursos económicos. En año anterior se otorgaron subsidios por valor de 13 mil millones de pesos. Según el doctor Julio Ernesto Toro, Director General, “la generosa actitud de la comunidad hacia el Hospital, ha contribuido decididamente al éxito de la institución. El desafío es garantizar siempre los mejores servicios, con gran sentido humano, calidad y moderna tecnología.”
El Director Médico, doctor Juan Guillermo Maya, destaca el valor que tiene el confrontar y generar conocimiento desde el Hospital Universitario y señala como importantes los avances en materia de trasplantes, microcirugía, politraumatismo, cuidados intensivos especializados y manejo de riesgo de infección, entre otros.
Unidad de Cuidados Intensivos, Policlínica - Hospital Universitario San Vicente de Paúl
El Presidente de la República Alvaro Uribe Vélez.
Al conceder la Cruz de Boyacá al Grupo de Trasplantes del Hospital y la Universidad de Antioquia elogió a “esta comunidad de apóstoles que ha logrado fusionar en feliz encuentro la ciencia fría y el cálido amor por la humanidad. Gracias a ustedes demostramos que el acceso al más alto nivel de la ciencia médica no tiene que ser privilegio de países desarrollados, ni una posibilidad reservada para los altos estratos de la sociedad...ustedes nos devuelven el orgullo patrio”.
Embajadora de Colombia en España, doctora Noemí Sanín.
“Nací en el Hospital Universitario San Vicente de Paúl, a mucho honor”.
“Le debemos la vida a nuestro querido Hospital de San Vicente. Nos dio una segunda oportunidad sobre esta tierra y eso se agradece con el alma”. Miembros de la Asociación Nacional de Trasplantados
Lucía de la Cuesta de Londoño.
“Es imposible pensar en Medellín sin el Hospital. Creo que la sociedad se levantaría para protegerlo siempre. Es conmovedora su vocación de servicio a los más desprotegidos. La calidad de sus profesionales, la buena gerencia y la credibilidad de los antioqueños lo han convertido en símbolo de seriedad y de esperanza.”
Doctor Gilberto Echeverrí Mejía (q.e.p.d).
A finales del año 2000, siendo director del Planea, afirmó a EL PULSO: “Admiro la labor del Hospital Universitario San Vicente de Paúl, sobre todo en estos tiempos cuando hay que hacerle frente a la poca cobertura del aseguramiento y a una salud pública deteriorada”.

Los médicos del Hospital Universitario San Vicente de Paúl de Medellín tienen una formación inigualable y, según la gente, hacen “milagros”
The New Yorker

Doctor Bernardo Chica, un recordado Ex director del Hospital.
“Para los antioqueños el Hospital es el mejor aliado, es un ejemplo de calidad, humanismo y entrega que es difícil encontrar en otros centros hospitalarios. Todos queríamos ayudar al Hospital. Yo, hasta con el sorpresivo premio de una lotería, hice mi donación a la llamada Casa del Buen Dios”.
Doctor Hernando Vélez Rojas, Ex director del Hospital, Ex director de Policlínica, vinculado al Hospital desde 1940, en sus épocas de estudiante.
“El gusto y la eficiencia con los cuales se trabaja en el Hospital, han contribuido a construir su enorme prestigio. No sólo los médicos, sino los demás empleados hacen del Hospital un gran ejemplo de buen servicio. Sobresalen la excelente dotación y la calidad de sus profesionales”.

El Comité de Rehabilitación:
tres décadas de apoyo
al discapacitado

Patricia Ossa Ocampo, Periodista elpulso@elhospital.org.co

Treinta años han pasado desde que el doctor Ricardo Restrepo Arbeláez, de la mano de las entidades y personas que creyeron en su idea, coordinó la fundación del Comité de Rehabilitación de Antioquia, una entidad que sigue firme en su compromiso de ayudar a muchos a vencer los obstáculos físicos para que logren tener una vida plena.
El doctor Ricardo Restrepo recibió la Orden al Mérito Jorge Robledo en categoría Oro, de la Asamblea de Antioquia, por su labor en el Comité a favor de los discapacitados, le acompaña en la foto, la doctora Libia Elvira Henriquez, directora ejecutiva del Comité
El Comité Regional de Rehabilitación de Antioquia celebra 30 años de haber sido creado por la Andi, Fenalco, Sena, la Universidad de Antioquia y el Hospital, bajo la coordinación incansable del doctor Ricardo Restrepo Arbeláez, quien desde siempre ha sido el alma de este Comité, el cual nació en el Hospital Universitario San Vicente de Paúl con la asesoría de la Organización internacional del Trabajo (OIT), con el objetivo de prestar un servicio a todas las personas discapacitadas de Antioquia.
El doctor Restrepo Arbeláez, actual presidente de la Junta Directiva, recuerda que su idea de crear una institución de esta naturaleza nació desde que hizo sus estudios de especialidad en
Medicina Física y Rehabilitación en Ciudad de
México, en donde se trataba, como en pocas partes, a las personas con discapacidad en forma integral: “No era un tratamiento segmentado, ni por cirugías, ni por eventos menores, sino que se trataban como seres humanos en la parte biológica, psicológica, espiritual, económica y social”.
Con esta idea llegó al país y vio la oportunidad de materializarla cuando en el año de 1968 con la Ley 3132, el doctor Carlos Lleras Restrepo creó el Consejo Nacional de Rehabilitación, integrado por los Ministerios de Salud, Educación, Trabajo y Justicia, y financiado por un fondo del Seguro Social. Esa Ley daba cabida a la creación de Comités en los departamentos. El doctor Restrepo tuvo la oportunidad de llegar al Consejo Nacional de Rehabilitación debido a que en ese entonces era el Presidente de la Sociedad Médica de Medicina Física y Rehabilitación y fue allí donde propuso crear a través de la Ley, como Consejo Nacional, un Comité Regional.
El Comité de Rehabilitación de Antioquia vio la luz el 15 de noviembre de 1972, en una reunión que se inició a las 8:30 de la mañana en las oficinas de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital. Quedó claro en esa reunión que el objeto del Comité sería el de “Promover por todos los medios científicos y legales a su alcance, la rehabilitación de los inválidos, buscando mejorar su salud y lograr, hasta donde sea posible; adaptarlos a la vida social, en tal forma que el individuo, como tal, se coloque en una posición mental y física digna de su condición de persona humana, al tiempo que pueda desempeñar el trabajo que más le convenga, en su orden a obtener una mejor situación general y especialmente económica, que le proporcione los medios de subsistencia indispensables para él y para quienes estén bajo su dependencia, tornándolo así en un elemento útil a la comunidad” (Acta de Fundación del Comité).
Reunión de usuarios
Aunque el apoyo gubernamental no duró mucho y la Ley fue derogada, las ilusiones ya estaban sembradas en la creación del Comité y fue entonces cuando el doctor Restrepo obtuvo la personería jurídica el 14 de enero de 1973, y a partir de ahí, siguió trabajando de la mano de las instituciones y personas que creyeron en la idea y que hasta hoy, 30 años después, siguen haciendo posible su funcionamiento.
Como todo en la vida, los primeros años de existencia del Comité fueron difíciles, pero ellos continuaron trabajando con el apoyo de los dirigentes de ese entonces; el doctor Restrepo recuerda por ejemplo al doctor Fabio Echeverri Correa, el gobernador de Antioquia en esa época; al director del Hospital, doctor Alvaro Villegas Moreno, quien siempre apoyó la idea y al rector de la Universidad de Antioquia, Luis Fernando Duque Ramírez: “En aquel entonces, siendo muy joven, me oyeron una idea buena y yo con el apoyo posteriormente de la empresa privada y de la prensa hicimos las caminatas por más de 10 años, copiando la que se hizo en Bogotá, y después inaugurando a Teleantioquia nosotros empezamos a hacer el Día del Comité por medio del canal, en lo cual ya llevamos más de 15 años. También hacemos en Bogotá el evento Antioquia Viva, hemos pedido mucha limosna, hemos pedido mucho dinero y se ha invertido muy bien. A través de la empresa privada hemos tenido una apoyo muy grande y hemos logrado sacar adelante este sueño que es el Comité”.
Compromiso firme con los discapacitados de Antioquia

El director del Hospital Universitario San Vicente de Paúl, doctor Julio Ernesto Toro Restrepo, considera que en estos 30 años de funcionamiento el Comité de Rehabilitación de Antioquia ha generado un enlace entre lo científico y lo asistencial, con lo cual se potencializa el esfuerzo que el Hospital hace, y agrega que dicho enlace es una sinergia, puesto que también obra en sentido contrario.
El Comité de Rehabilitación de Antioquia cree firmemente en la rehabilitación como una contribución al desarrollo socio-económico del país y ha hecho el solemne compromiso de continuar logrando “una esperanza sin límites” para una comunidad que tanto lo necesita..
El espíritu del Comité
El Comité de Rehabilitación de Antioquia aplica el concepto del hombre como un ser integral, con derecho a una vida plena en todas sus dimensiones: el amor, la sexualidad, la formación de un hogar, la política, la recreación, la educación, el trabajo y su relación con el entorno, con base en los principios de libertad, igualdad, democracia, educación, participación comunitaria y respeto por la vida.
Desde el comienzo, el Comité ha estado motivado por el deseo de servir a la comunidad, llenando un vacío que le corresponde al Estado, animados de un serio y responsable deseo de ofrecer un excelente servicio de rehabilitación integral, sin discriminación alguna a toda la población del departamento de Antioquia con limitaciones físicas, mentales o sensoriales.
Sus programas, están dirigidos a la asistencia de pacientes que requieren de Medicina Física y Rehabilitación, Educación Especial, Rehabilitación Profesional y Comunitaria, acorde con las patologías evidenciadas en los estudios de Prevalencia de la Invalidez. Asimismo, realizan diferentes acciones de prevención, promoción y educación.
El Comité ha logrado que miles de personas rehabilitadas con una preparación compatible con su condición física, mental y/o sensorial, estén desempeñando cargos en diversas empresas e instituciones.
En una visión global del discapacitado, con miras a su mejor desenvolvimiento en la comunidad, el Comité ha gestionado ante los organismos competentes, la eliminación de barreras arquitectónicas y en general, ha ayudado a muchos a ser menos limitados

Corpaul 30 años:
el logro es seguir ayudando
Son 30 años dedicados al servicio a la comunidad más desprotegida, mediante el apoyo incondicional a los proyectos y actividades del Hospital Universitario San Vicente de Paúl.
"En medio de tantos logros, el más importante ha sido poder colaborarle al Hospital”, dice la doctora María Helena Duque Londoño, directora ejecutiva de la Corporación San Vicente de Paúl, Corpaul, cuando se refiere a la celebración de estos 30 años de existencia. Y es que definitivamente aquí, los triunfos son de corazón, como de corazón ha sido el emprendimiento de cada proyecto que ha llevado a Corpaul a alcanzar reconocimientos tan importantes como el ISO 9002 para su planta de producción farmacéutica y para la producción de insumos de uso humano, o el certificado de calidad del ICA para la producción de insumos veterinarios, así como el desarrollo de soluciones prácticas y a bajo costo para el sector hospitalario colombiano.
El trabajo de Corpaul significa para el Hospital la transferencia de $6.000 millones por año, que consigue trabajando en proyectos innovadores y de alta calidad. Precisamente, la Corporación prepara la fabricación de 30 medicamentos genéricos en envases de plástico e inyectables, con una inversión de $3.000 millones. Se trata de medicamentos tan importantes como Tramadol, Diclofenac, Gentamicina y Cloraxicidina.
El doctor Julio Ernesto Toro Restrepo, Director del Hospital, considera que desde el punto de vista empresarial e industrial, la labor de Corpaul es progreso y desarrollo; desde el punto de vista económico significa nuevos recursos para el cumplimiento de la misión; desde el punto de vista de aporte social, es una gran fuente de empleos, y además, considera que Corpaul hace un gran aporte a clínicas y hospitales como regulador de precios de los productos (suturas y sueros). El Director del Hospital agrega que en su concepto, Corpaul es otra manera de proyectarse del Hospital a la comunidad.

Todos los recursos provenientes de las actividades de Corpaul se destinan a los nuevos proyectos del Hospital y a la construcción y mejoramiento de las áreas, lo cual revierte en posterior servicio a la comunidad, sobre todo a la menos favorecida.
Corpaul ha exportado a Venezuela y a Centroamérica soluciones parenterales en gran volumen y trabaja en el desarrollo de más productos, por ejemplo, sueros de uso veterinario y medicamentos genéricos. En cuanto al suero oral 75, con la nueva fórmula aprobada por la Organización Mundial de la Salud, se exportaría a todo el Grupo Andino y al Mercosur.
Corpaul tiene como meta este año, conseguir los recursos para ampliación y dotación de la Unidad de Cuidado Crítico Pediátrico, que permita brindar atención adecuada, suficiente y oportuna a los niños gravemente enfermos. En Antioquia hay un promedio de 1.800.000 niños, de los cuales, alrededor de 15.000 mueren cada año por la carencia de la infraestructura necesaria para su atención.
Desde su fundación en 1973, Corpaul está dedicada al manejo de los bienes del Hospital y a la consecución de otros recursos que permitan atender sus permanentes y cuantiosas necesidades. Para cumplir con el objetivo de impulsar la labor de beneficio social del Hospital, la Corporación realiza actividades de tipo industrial, comercial y de servicio, y adelanta campañas entre la comunidad para canalizar la voluntad de ayuda.

Las líneas de negocio
La Planta Farmacéutica de Insumos Hospitalarios “Guillermo Echavarría Misas” de Corpaul, produce soluciones inyectables de gran volumen para uso humano y veterinario, soluciones para hemodiálisis, suturas quirúrgicas, detergentes quirúrgicos e institucionales y mezclas para nutrición parenteral. Posee una excelente infraestructura tecnológica, opera las 24 horas del día y cuenta con el sistema de producción y envasado de soluciones estériles más avanzado a nivel mundial, denominado Blow- Fill- Seal, que en equipos totalmente automatizados, en una sola operación y en condiciones de esterilidad absoluta, elaboran envases estériles a partir de poliolefinas grado farmacéutico, los llenan con solución estéril y los sellan, sin que en el proceso medie el contacto humano con el producto, logrando así la máxima seguridad para la producción de líquidos destinados en su gran mayoría a hidratar por vía intravenosa.

En su línea de Tarjetas y Regalos ofrece a sus clientes soluciones para atender necesidades de orden protocolario en Navidad, condolencia y felicitación. Su portafolio de productos brinda múltiples propuestas dirigidas a diferentes públicos y presenta alternativas que van desde la reproducción de obras de arte de reconocidos maestros, hasta el desarrollo de conceptos modernos, formulados por reconocidos diseñadores e ilustradores.
En Gestión Ambiental, la Comercializadora de material reciclable recolecta diferentes materiales como papel, vidrio, cartón, plástico, metal, chatarra, retal textil, entre otros, que luego clasifica para venderlos a entidades que los utilizan para su transformación y reutilización. Esta unidad de negocio se apoya en la solidaridad del sector empresarial y de la comunidad en general, que donan sus materiales en beneficio del Hospital.
El nombre de Corpaul como operador de parqueaderos en la ciudad de Medellín, es reconocido y asociado a una imagen de seriedad y seguridad. Cuenta con 18 años de experiencia en la administración de parqueaderos públicos, servicio que brinda a empresas del sector público y privado, y a lo largo de este tiempo ha adquirido la habilidad necesaria para el manejo de un servicio calificado que demanda gran responsabilidad.
En administración de propiedad raíz, Corpaul administra las propiedades que algunas personas generosas de Antioquia le donaron al Hospital para ser arrendadas y así obtener un beneficio económico para atender la salud de los más necesitados.
Campañas financieras: Corpaul convoca a la solidaridad de la comunidad, los gremios y la empresa privada a través de diferentes campañas financieras. El dinero recolectado se invierte en un proyecto que beneficia a la comunidad más necesitada atendida por el Hospital.
Así, gracias al trabajo incansable de todo el equipo de Corpaul y gracias también, a la receptividad de la comunidad, a las campañas de solidaridad convocadas por ellos, la Corporación sigue trabajando, con el firme propósito de continuar ayudando al Hospital, tal como fue la intención de quienes la crearon hace 30 años.
Corpaul es un homenaje a la gente
El doctor Jorge Cadavid fue director de Corpaul desde marzo de 1984 hasta octubre de 2002, y su gestión se destaca como la que más aportó al crecimiento de esta entidad. Él considera que su nombramiento como director de Corpaul fue un premio que esperaba desde su paso por el Hospital en 1980 (como Director encargado y Director Administrativo). A su llegada eran muchas las expectativas y los problemas por solucionar, pues la planta de sueros había dejado de ser únicamente para el abastecimiento del hospital, al ampliarse el mercado a otras instituciones hospitalarias, y se habían cambiado los envases de vidrio por envases de plástico, lo que demandaba casi todos los recursos de la Corporación.
Afortunadamente, esa y otras adversidades que, como en cualquier institución se presentan en el camino, lograron superarse gracias al apoyo incondicional del equipo de trabajo de Corpaul, que se comprometió de corazón con la razón de ser de la Corporación: la ayuda a los pacientes más pobres del Hospital. También es de destacar la ayuda de la comunidad y del sector médico de la ciudad; el doctor Cadavid afirma que este apoyo decidido se debe a que la gente vio al interior de Corpaul un manejo diáfano de los recursos, lo que hizo que la gente creyera en la Corporación y la ayudara.
El exdirector de Corpaul afirma que el balance de sus 18 años de gestión es favorable, “en el sentido de que cumplimos con el propósito de Corpaul que es trasladar recursos al Hospital, los cuales cada año fueron ascendiendo. Otro indicador de buen funcionamiento fue el crecimiento del personal, porque a mi llegada la Corporación tenía 40 empleados y cuando me retiré eran 250. Sin embargo, el indicador más satisfactorio es la mentalidad del equipo de trabajo, altamente comprometido con los enfermos más necesitados”
De las actividades que se destacan en estos 18 años están la creación de la línea de parqueaderos que ya son 18, las campañas de solidaridad como “Arriba los corazones” y el trabajo continuo por la diversificación en las líneas de negocios. El doctor Jorge Cadavid afirma que los amigos de Corpaul son muchos, tanto que es imposible hacer una lista sin olvidar alguno (incluso los hay anónimos como los contribuyentes de la campaña “Arriba los corazones"), pero destaca entre todos a los miembros de la Junta Directiva, por su compromiso y su trabajo desinteresado en beneficio del Hospital.



Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved