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Al tercer trimestre de 2012,
los indicadores de resultados de las EPS presentaron una caída
libre y de alto deterioro en los regímenes contributivo
y subsidiado. Al deteriorarse la eficiencia económica
de manera estructural y sistemática, expresada en aumento
superior de los costos de producción por encima de
las ventas de servicios y aumento mayor de las cuentas por
cobrar, tienen alto riesgo de perder valor empresarial, toda
vez que aumentó el activo por efecto del incremento
de la cartera (cuenta deudores), lo que implica aumento del
costo de capital neto operativo; el costo de capital es mayor
por efectos del riesgo, incremento de los pasivos y pérdida
de eficiencia en la producción. En conclusión:
las EPS han perdido valor económico y con ello valor
empresarial o de mercado, además de perder EBITDA frente
a la productividad del capital de trabajo; esto significa
que el costo de crecer para estas organizaciones hoy es negativo,
por cuanto cada vez requieren por cada peso de venta, un mayor
valor de capital de trabajo.
Las aseguradoras del régimen contributivo pasaron de
una pérdida contable de $73.596 millones en junio de
2012 a $115.585 millones en septiembre pasado, en tanto que
las del subsidiado que tuvieron utilidad de $46.277 millones
en junio de 2012, en septiembre la aumentaron a $54.292 millones
(incremento de 17.32%). Estos resultados contrarían
un tanto la creencia generalizada que las EPS del subsidiado
están en situación financiera más compleja
y que son menos rentables que las del contributivo.
En igual sentido, la utilidad operacional de las EPS del subsidiado
tuvo resultado positivo de $31.940 millones, mientras que
en las del contributivo la pérdida fue de $89.402 millones,
pues aunque el costo de producción representó
93.64% respecto de los ingresos operacionales, este peso relativo
fue de 92.44%, es decir un poco más eficiente, no así
en los gastos operacionales del 8.33% respecto de los ingresos
($961.105 millones), mucho más altos que los del subsidiado
consolidados en $375.010 millones, para un 5.86%.
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Resultados financieros
de aseguradoras en salud
a septiembre 30 de 2012 (Cifras en miles de $) |
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Esta situación
arrojó un margen negativo en el contributivo de -0.78%
y de 0.50% para el subsidiado: esto se interpreta como que de
cada 100 pesos vendidos en servicios en el subsidiado, a la
empresa le quedó para pagar intereses, impuestos y distribuir
entre socios, financiar nuevos proyectos o asumir nuevas deudas,
0.50 centavos, mientras en el contributivo tuvieron contracción
negativa en el agregado del desempeño operacional.
Cuando se analizan trimestres anteriores para tener una mirada
tendencial, se observa que las EPS del régimen subsidiado
tuvieron en 2011 una pérdida contable del ejercicio económico,
amén del trimestre de marzo de 2012 ($39.131 millones),
período que coincide con un viraje en este comportamiento
negativo, al arrojar utilidad por el valor anotado de $46.277
millones a junio de 2012 y de $54.292 millones a septiembre
de 2012. |
Indicadores de
aseguradoras a
septiembre de 2012 tuvieron altísimo deterioro
enliquidez, endeudamiento, rentabilidad, márgenes
de utilidad, solvencia, relación de costos de producción
o servucción frente a los ingresos (servicios de salud
en el mercado del aseguramiento son
cada vez más costosos).
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En igual sentido, las
del contributivo arrojaron pérdida contable a junio de
2011 de $25.961 millones, en diciembre de ese año $83.934
millones, $3.687 millones en marzo de 2012, $73.596 millones
en junio y $115.585 millones en septiembre. Esta tendencia corta,
en especial de 2012, denota graves problemas estructurales de
rentabilidad que deben resolverse, por cuanto ello incidirá
en los demás indicadores asociados, pero sobre todo en
problemas de solvencia y capacidad financiera, que pueden leerse
como crisis en los servicios para sus afiliados por efecto del
deterioro fiscal y económico.
Alta iliquidez y endeudamiento
El desempeño financiero de las aseguradoras de
ambos regímenes revela franco deterioro de indicadores;
tienen una iliquidez destacada, con cuentas por cobrar Deudores
en el contributivo de $3 billones 505.768 millones (de cuentas
por cobrar al Fosyga de $2 billones 922.312 millones y pendientes
por radicar $1 billón 152.353 millones), cuando sus activos
totales a septiembre de 2012 suman $5 billones 435.049 millones,
es decir que las cuentas por cobrar representan el 64.5% del
total del activo. En el subsidiado son $2 billones 506.526 millones
($1 billón 131.063 millones es por concepto de deudores
UPC), lo que suma en total como deudas a favor de las aseguradoras
(o su capital de trabajo), $6 billones 12.294 millones. Es un
capital de trabajo seriamente afectado, con un valor negativo
a septiembre de 2012 de $438.393 millones; no así para
el contributivo, que aunque viene en caída libre,
todavía tiene resultado neto positivo en $651.972 millones.
El endeudamiento muestra una crítica situación,
porque cada vez más estas entidades ya no les pertenecen
financieramente a sus socios, dado el alto compromiso de los
activos en relación con deudas, obligaciones y demás
acreedores financieros, lo que les resta autonomía empresarial.
El subsidiado presentó el rendimiento más negativo,
con un endeudamiento altamente creciente que a septiembre de
2012 es de 112.91%, es decir que ni realizando en conjunto todos
sus activos las EPS del subsidiado podrían pagar sus
deudas, compromisos y obligaciones con terceros, lo que es un
riesgo operativo y financiero inminente para la viabilidad y
supervivencia de su red de prestadores.
Grave insolvencia
Según informe de Supersalud a septiembre 30,
de 49 EPS-S sólo 16 (el 32.65%) están sin actuación
administrativa; el 18.37% están intervenidas para liquidar;
el 16.33% están en trámite de actuación
administrativa; el 14.29% manifestaron intención de retiro
voluntario; el 12.24% están bajo vigilancia especial
y 6.12% están intervenidas para administrar, situación
preocupante. Y si hoy el giro es directo a los prestadores,
y éstas EPS no administran el riesgo, ¿cuál
es entonces su función en el sistema? Y si estas importantes
funciones fueran asumidas por entes territoriales (departamentos
y municipios), ¿no se garantizarían así
mayores eficiencias técnicas, económicas y de
justicia social?
En el contributivo, el cumplimiento de indicadores de solvencia
financiera y patrimonio mínimo es levemente mejor: el
46% de EPS no están en ningún tipo de actuación
administrativa y sólo 4 (el 16.67%) están en procesos
de vigilancia especial. Pero lo que sí debe preocupar
a sus afiliados y al sistema de salud, es que el 20.83% de EPS
del contributivo están siendo intervenidas para administrar
o liquidar, de lo que se infiere que serán muy pocas
las que queden vigentes luego de los nuevos controles de habilitación
y requisitos financieros de operación que defina el Ministerio
de Salud y la reforma en salud.
Del total de 73 Empresas Administradoras de Planes de Beneficios
(EAPB) o aseguradoras en salud, a septiembre 30 de 2012 el 37%
no presentó ningún requerimiento de la Supersalud,
en tanto que el 23% de ellas están en proceso de intervención
por incumplimiento de indicadores de margen de solvencia o patrimonio
mínimo. Además, el 16.44% de ellas están
en trámite de actuación administrativa.
En indicadores de rentabilidad del activo, en el contributivo
a septiembre de 2012 fue negativo en 1.64%, cuando un año
antes fue 4.05%. En el subsidiado, paradójicamente el
resultado es positivo en 1.03% y 1.40%, respectivamente.
El indicador de rentabilidad del patrimonio o tasa del inversionista,
para el contributivo fue de 12.78% y de -13.73% para el subsidiado,
siendo el resultado más perjudicial. Algunos de estos
patrimonios pueden liquidarse, pero cuando en muchos aseguradores
individualmente como empresa y en conjunto los patrimonios son
negativos, a más de que tuvieron pérdidas contables
que superan su patrimonio neto, esto los pone en causal técnica
de disolución y liquidación. En conclusión:
los indicadores de las aseguradoras en salud acusan graves fisuras
que necesitan una revisión detallada y de alta cirugía,
por cuanto todos los indicadores de resultado a septiembre de
2012 tuvieron un altísimo deterioro en liquidez, endeudamiento,
rentabilidad, márgenes de utilidad, solvencia, relación
de costos de producción o servucción frente a
los ingresos (los servicios de salud en Colombia en el mercado
del aseguramiento son cada vez más costosos, o dicho
de otra forma, son más ineficientes). Igualmente, el
capital de trabajo se deterioró profundamente, lo que
significa incapacidad para asumir compromisos financieros y
para pagar gastos inmediatos de operación, por lo que
el valor agregado económico de estas empresas es de pésimo
pronóstico. Estos desajustes institucionales reclaman
urgentes medidas racionales, efectivas y eficaces. |
Indicadores financieros
de las aseguradoras del régimen contributivo
y subsidiado a septiembre 30 de 2011-2012
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