MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 16    No. 199  ABRIL DEL AÑO 2015    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co

 

Reflexión del mes

"El núcleo en torno al cual todo se imbrica es el hombre como animal racional. En este trabajo, he insistido en la noción de animal simbólico porque no postulo que el hombre sea un animal racional. Su racionalidad presupone un lenguaje lógico (no sólo un lenguaje emotivo) y un pensamiento abstracto que se desarrolla deductivamente, de premisa a consecuencia. Por consiguiente, nuestra racionalidad es una potencialidad y, asimismo, un tener que ser, difícil de lograr y fácil de perder; es sólo una parte de nuestro ser. Pero es la condición 'sine qua non', la condición imprescindible, la condición necesaria".
“Homo Videns. La sociedad teledirigida” (fragmento)
Giovanni Sartori (Florencia, Italia, 1924). Investigador en Ciencia Política. En “Homo videns” plantea que la revolución multimedia, caracterizada por el tele-ver, transforma al homo sapiens -producto de la cultura escrita-, en homo videns -para el cual la palabra es destronada por la imagen-. La primacía de la imagen, de lo visible sobre lo inteligible, lleva a un ver sin entender que acaba con el pensamiento abstracto, las ideas claras y distintas. A partir de esta premisa, examina la video-política y el poder político de la televisión.
20 niños muertos en Chocó en 2015
por diarrea y desnutrición severa

Jairo Humberto Restrepo Zea Profesor titular, Facultad de Ciencias Económicas Universidad de Antioquia
El Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud enviaron una comisión técnica al Chocó para evaluar las condiciones del servicio de salud en esta región donde se habrían presentado 20 muertes de niños por Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) y desnutrición severa en lo corrido de 2015, hasta principios de marzo pasado (18 de las 20 corresponderían a EDA al parecer por consumo de aguas contaminadas).
La Defensoría del Pueblo ya había alertado sobre la gravedad de la situación humanitaria en Riosucio; el defensor Jorge Armando Otálora recordó que en Chocó “las personas consumen la misma agua en la que se transportan, se bañan y hacen sus necesidades. Esta agua no solo está contaminada por desperdicios humanos, sino por la minería ilegal que deposita sustancias tóxicas en el Atrato”.
La comisión visitó Chocó del 11 al 13 de marzo para hacer vigilancia epidemiológica que genere alertas tempranas sobre desnutrición, abandono y desprotección de menores; intervención piloto
contra desnutrición mediante suministro de alimento terapéutico; intervención contra Infección Respiratoria Aguda (IRA) y Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), con capacitación a líderes; focalización y caracterización de problemas de saneamiento y agua potable como medida para prevenir enfermedades. Y Supersalud revisará redes de atención de EPS en la región: Barrios Unidos, Comfachocó, Comparta y Emdisalud, para restaurar la cobertura y el acceso efectivo a servicios de salud.
Acceso a salud nulo o inexistente
Miembros de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo y ACNUR que participaron en la comisión en el Bajo Atrato, comprobaron que pese a las alertas se siguen presentando barreras de acceso a la salud, especialmente en niños y adolescentes que mueren por enfermedades prevenibles. Desde julio de 2013, unos 19 niños indígenas fallecieron en Riosucio por enfermedades prevenibles, situación que se agudiza en la sequía por problemas de calidad del agua y de manipulación de alimentos, parasitismo intestinal y desnutrición.
Se comprobaron desigualdades en el acceso al agua y a la salud. El Defensor reiteró la importancia de aplicar la Ley Estatutaria que garantiza el derecho fundamental a la salud y acaba viejas prácticas que vulneran los derechos de los pacientes: “El gran reto es que las instituciones hagan realidad este instrumento jurídico; que el paseo de la muerte y la negativa del suministro médico se termine” .
 
  Bioética
Putrefacción
Ramón Córdoba Palacio, MD
Nos enseña el Diccionario de la Lengua Española: «Putrefacción. (Del lat. putrefactio, -onis).1. f. Acción y efecto de pudrir». Sobre “pudrir” afirma: «Pudrir. (Del lat. putrere). 1. tr. Hacer que una materia orgánica se altere y descomponga». Esa descomposición es causa del mal olor que la delata, que la pone en evidencia.

La historia trae notorios ejemplos de sociedades, culturas, naciones -Roma, Grecia, Alemania Nacionalsocialista, etc.- que padecieron la descomposición de sus valores espirituales, de sus valores éticos, de los valores esenciales, intrínsecos del ser humano, y desaparecieron dejando como enseñanza el escarmiento a las futuras generaciones.
Putrefacción presenta nuestra sociedad en la cual el ser humano no vale por ser tal sino por lo que ostenta, como bienes físicos correcta o fraudulentamente obtenidos: el atraco, el robo de objetos personales como celulares, el hurto en apartamentos con complicidad de porteros que debían protegerlos, los escándalos en las Cortes de Justicia, el tráfico de influencias, mayor número de personas comprometidas en el negocio del narcotráfico, etc.
Todo lo anterior tiene como origen el desconocimiento real o fingido de la dignidad del ser humano, de su valor intrínseco, esencial e irrenunciable. Ante el deseo vehemente de poseer lo que se considera valioso físicamente, se acepta como meta de vida acumular objetos como lo enseñan criterios materialistas, positivistas, que incluso niegan la dignidad del ser humano y consideran que animales no racionales poseen mayores derechos y son más valiosos que seres humanos que deben ser eliminados voluntariamente por inútiles, especialmente niños, salvaguardando así la especie humana; paradoja filosófica de una ética en favor de la vida y el infanticidio como práctica honesta, tal como lo enseña entre otros Peter Singer.
El sentido común y la antropología filosófica nos enseñan que el ser humano tiene en la escala de valores un sitio de privilegio superior al de los animales no racionales, al de los vegetales, al de los objetos inanimados que posea, sin importar la satisfacción espiritual, sentimental o material que de ellos obtenga. La afirmación de esta cualidad exclusiva del ser humano, la “dignidad absoluta”, se fundamenta en principios antropológicos y religiosos que por la limitación de espacio sólo enumeraré.
Entre los primeros: el hombre es «un animal de realidades», libre y responsable, histórico; sólo él tiene «personeidad» porque es un «quien», es «animal personal», y porque se pertenece a sí mismo, y quiéralo o no tiene que optar en cada instante la realización de su existencia; por esta razón está sometido a juicio ético porque además es trascendente, social y no gregario como los otros animales. Entre los fundamentos bíblicos hallamos en el del Antiguo Testamento: fue creado a imagen y semejanza de Dios, quien le dio dominio sobre el resto de la creación, y en el Nuevo Testamento es la encarnación de Jesucristo como hombre verdadero.
Reflexionemos sobre el aborto. Los interrogantes que plantea, antes que jurídicos o religiosos, son antropológicos. La pregunta fundamental es: ¿Qué se elimina cuando llevamos a cabo voluntariamente un aborto? ¿Qué es, ontológicamente, lo que se elimina o suprime? La biología y la antropología filosófica permiten afirmar que se elimina una realidad humana, una persona humana en acto que expresa su existencia en cada momento según su circunstancia. El nuevo ser, el zigoto, resultado de la singamia de gametos humanos, es en todo momento un ser humano y no uno de otra especie; igual sucede con embriones de todas las especies: siempre pertenecen a la de sus progenitores.
Partidarios del aborto dicen en tono de desprecio y de justificación a su criterio que ese nuevo ser es un “montón de células”, un “puñado de células”, pero olvidan o pretenden olvidar, que ellos, como todo ser humano, todo animal irracional o vegetal, es un “montón de células”, un “puñado de células”, sí, pero “puñado de células” o “montón de células” que constituyen esencialmente el cuerpo de un ser personal, trascendente, intrínsecamente digno y libre, que exige y merece veneración, sumo respeto, porque es “fin en sí mismo”, unidad indestructible de un espíritu encarnado o de un cuerpo espiritualmente animado, que como lo afirmamos antes expresa su existencia en cada momento y según su circunstancia.

NOTA: Esta sección es un aporte del Centro Colombiano de Bioética -Cecolbe-.
 

Maestro, ¿qué es eterno?

La mala preparación de la Selección Colombia de Fútbol. Vamos dizque para la Copa América y los partidos de fogueo son con Bahrein, Kuwait, El Salvador y Túnez… El siguiente talvez será con las reservas del Medellín o con el equipo del Barrio Olaya. ¡Qué horror!

 
 











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