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Musicoterapia,
la forma más bella de sanación
Hernando
Guzmán Paniagua , Periodista - elpulso@sanvicentefundacion.com
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Durante miles de
años, la música le ha brindado al hombre sanación
física y espiritual, equilibrio con el cosmos, placer
y regocijo. |
2700 años antes
de Cristo, los sumerios invocaban a Dumuzi, dios de la medicina
y de la música para ahuyentar a los demonios de las pestes.
En Egipto, curaban con cantos y respiración rítmica.
La armonía musical otorga equilibrio a las distintas
partes del cuerpo, decía Platón. Emprendía
camino la musicoterapia. |
En su Historia
de la Musicoterapia, el profesor Ignacio Calle Albert
plantea que las musas griegas sanaban con su canto sagrado,
mientras Avicena trataba con música el insomnio, la amnesia,
la depresión y la ansiedad, Xenócrates en Grecia
aliviaba la neurosis con las notas del órgano; en Roma,
curaban lumbagos, fiebres y úlceras con la flauta. La
monja y música Hildegard von Bingen, en el siglo XII,
cantaba sus canciones e himnos para tratar a los enfermos en
la abadía.
No cura, ayuda: Alberto
Correa
La palabra musicoterapia está mal entendida.
Sería curar con música y realmente no cura, es
una terapia de ayuda, el uso dosificado de la música
en la reeducación, tratamiento y rehabilitación
de pacientes susceptibles de mejorar con terapia musical,
declaró a El Pulso Alberto Correa Cadavid, músico
y médico musicoterapista. Él parte de los elementos
primarios de la música: melodía, armonía
y ritmo y de los secundarios: expresión corporal y trabajo
grupal. |
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Anotó también
que sus cinco grupos de pacientes tienen problemas psiquiátricos,
trastornos de aprendizaje, sensorial, algunos son ancianos,
y un grupo pertenece a las aplicaciones experimentales de
la música. Por décadas, restauró
la comunicación al infante autista con la música
como puente, rehabilitó adictos y pacientes agresivos;
pacientes con dislalias, dislexias y discalculias volvieron
a hablar, leer, escribir, dibujar, sumar y multiplicar. Niños
con desarrollo retardado, por falta de oxígeno en el
nacimiento, recuperaron los ítems del esquema corporal
mediante meloterapia, ritmoterapia y armonoterapia.
El experto también explicó: Según
el principio de ISO, Identidad Sonora de cada ser, cada paciente
sintoniza con la música de su estado mental. El excitado,
con música excitada, el deprimido, con música
afín. Vibrando en consonancia, se pasa de suave a fuerte
o viceversa. Cuando me gradué de médico, le
decía a un señor a quien se le murió
la mamá: distráigase, pasee, baile, el peor
consejo, uno deprimido, ¿cómo va a bailar? Pero
si pone en su pieza músicas adecuadas, se serena y
supera su depresión.
En lo sensorial -dijo el maestro- no curamos sordos,
sordomudos ni ciegos, pero sí ayudamos a desarrollar
su sentido musical 150%. Los ciegos son excelentes músicos,
para hablar, el sordo necesita oír; no puede pero sí
percibe las olas rítmicas. Una percusionista en Medellín,
oía la orquesta por los pies, tocando descalza. La
parálisis, sobre todo la infantil, ya muy superada,
se trata tocando instrumentos simples como la flauta dulce,
acoplada al respirador como se hizo en Argentina. No es oír
música, es hacer música.
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“La musicoterapia
es la combinación de la
ciencia y el arte, el uso creativo de la música en
un programa preventivo y terapéutico, para desarrollar
cambios positivos y habilidades, modificar conductas
y/o explorar potenciales para la expresión y realización del
individuo, desde la madre gestante y su bebé
hasta el paciente terminal”
Dra. Clara Solórzano
Peláez.
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La musicoterapia
advirtió- no cura males de los ancianos, pero la danza,
la audición y el interpretar música, les da sentido
de pertenencia y ganas de vivir. En lo experimental, con un
cuarteto tocamos música del Renacimiento y las maternas
tenían partos normales en el Hospital de San Vicente
de Paúl, en 1966. Luego lo hicimos en Bogotá con
primerizas, sin anestesia; hoy se hace en todas partes. El Estudio
Polifónico de Medellín que dirijo, aportó
mucho. En plena cirugía de corazón abierto, me
pusieron música de Juan Sebastián Bach. Dormí.
Al despertar, más música y, al otro día,
un dúo de violín y acordeón tocó
para los pacientes en cuidados intensivos.
La música mejora al hombre
En el pasado, para el escritor y teólogo inglés
Thomas Shalter y el traductor italiano Ortensio Landi, la música
era lasciva y veneno que afemina los espíritus.
Colombia en los años 60´s nunca aprobó la
musicoterapia, las universidades no investigaban, no se abrían
escuelas y sus grandes enemigos, los médicos, negaban
su logicidad. La Universidad del Cauca cerró
la Facultad de Musicoterapia adscrita al Conservatorio y el
propio Ministerio de Educación desautorizó un
congreso nacional en Bogotá. La situación
en 40 años ha cambiado muchísimo, ya es al menos
una terapia alternativa, a mí todavía me mandan
pacientes. Di tres conferencias muy bien recibidas en la Academia
de Medicina de Medellín. En Estados Unidos 16 universidades
investigan, ya es hora de estudiar seriamente, y ser reconocidos
por el mundo científico, dijo el maestro.
Ciencia y arte
La musicoterapia es la combinación de la
ciencia y el arte, el uso creativo de la música en un
programa preventivo y terapéutico, para desarrollar cambios
positivos y habilidades, modificar conductas y/o explorar potenciales
para la expresión y realización del individuo,
desde la madre gestante y su bebé hasta el paciente terminal,
declaró a El Pulso la médica y musicoterapeuta
Clara Solórzano Peláez.
En sus aulas está el niño que no ha adquirido
el habla, el adulto que la perdió por una trombosis cerebral,
aquellos que demandan estimulación psicomotriz, quienes
sufren alteraciones del desarrollo, niños y jóvenes
drogadictos o infractores en plan de rehabilitación y
una pléyade de víctimas del estrés y la
ansiedad. En lo preventivo, la doctora Solórzano valora
así su trabajo: Es aprender una rutina diaria de
música y movimiento, incorporarla a su vida cotidiana
y enseñarla a los pacientes. Yo la practico cada día,
comprende: música y activación para un drenaje
del movimiento y luego música de relajación.
Su academia Clarasol, de Medellín, se enfoca especialmente
en el manejo preventivo del estrés, la ansiedad y otros
trastornos psicosomáticos individuales y con grupos.
Una vez refirió- llegó un ejecutivo muy
estresado. Hicimos los distintos pasos: drenaje, apertura, estiramiento,
automasaje, relajación. Lo cité para la semana
próxima. Me miró furioso y me dijo: Doctora, ¿usted
cree que con esta pendejada yo me voy a aliviar? Le respondí:
Tranquilo, no me pague la consulta. Haga esta rutina una semana,
y luego hablamos. Volvió muy puntual, me miró
y me dijo: Doctora, ¿usted qué me hizo
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