MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 59   AGOSTO DEL AÑO 2003    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co

Conversión de Cajanal en empresa mixta

Iván Jaramillo Pérez Asesor de Sintracajanal ijararamil@cable.net.co

Foto cortesía Comunicaciones Cajanal Con el decreto 1777 de 2003, se crea Cajanal EPS como una sociedad de capital mixto con funciones exclusivamente de EPS y se escinde la parte pensional. Si todo sale como está previsto, en los próximos meses de los $30.0000 millones del capital autorizado por el decreto para la nueva empresa, los trabajadores estarán aportando como mínimo la séptima parte y así tendrán un puesto en la nueva Junta Directiva; a su turno los acreedores, especialmente clínicas privadas y hospitales públicos que prestan servicios a Cajanal, deberán capitalizar una suma que no deberá ser inferior
a los $10.000 millones, mientras que el gobierno se quedaría con $16.000 millones que es el estimativo de lo que vale el patrimonio neto de Cajanal en la actualidad. En caso de que los acreedores quieran una capitalización superior, dado que lo ideal seria una suma de unos $40.000 millones o más, entonces se deberá ampliar el cupo de capital inicialmente autorizado.
Antecedentes
La decisión tomada por el gobierno frente a Cajanal no fue producto de una precipitación de última hora ni de un golpe de mano de algún actor encubierto, aunque estará sometida a una evaluación rigurosa en los próximos meses. Al contrario, la conversión de Cajanal en empresa mixta es el resultado de una propuesta preparada por Sintracajanal, que se empezó a gestar hace más de un año. Efectivamente: desde marzo de 2002 se propició una serie de talleres participativos de los empleados, en los cuales se avanzó en el diagnóstico de la institución, señalándose que tras los problemas de las altas cuentas por pagar y la ausencia de un efectivo sistema de información que ocasionaron una sanción de la Supersalud, se encontraba la estructura misma de la entidad, sometida como todas las entidades públicas a la repartija política periódica y a la inestabilidad de los gerentes, su equipo de dirección, y con ellos, al cambio continuo de las políticas institucionales.
Entre las propuestas recogidas de los trabajadores estaban la necesidad de cambiar la composición de la Junta Directiva, entregando participación a los “dolientes” de la entidad: los afiliados, los pensionados, los trabajadores y los prestadores de servicios; además, como mínimo se veía la urgencia de que el gerente fuera nombrado por esa Junta Directiva con criterios técnicos y no políticos, y que gozara de una mayor estabilidad con base en sus resultados. A los razonamientos anteriores se sumó el hecho de las deudas crecientes con los acreedores acompañadas de moras, algunas de meses y años, que causaron como sanción la imposibilidad de vincular nuevos afiliados; y se pensó entonces, que sin la cooperación decidida de los acreedores, la entidad no tendría salida.
La propuesta
Se gestó entonces la propuesta de cambiar la naturaleza jurídica a la entidad, transformándola de Empresa Industrial y Comercial del Estado (EICE), en Sociedad por Acciones que permitiera su capitalización, con el aporte de empleados y prestadores e incluso de afiliados y pensionados, dejando abierta la posibilidad de que otras entidades públicas que tienen intereses en Cajanal, como la Universidad Nacional, los municipios y departamentos así como los hospitales, pudieran entrar a formar parte como socios.
Pero el detonante para que la propuesta tomara cuerpo fue el precipitado anuncio del Presidente de la República en el pasado mes de enero de liquidar la institución. De inmediato el sindicato se movilizó y llevó el tema al Congreso de la República, creando una comisión tripartita entre el gobierno, el Congreso y Cajanal, consiguiendo además que en el Plan de Desarrollo se introdujera la autorización expresa de convertir a las EPS públicas, así como a los hospitales, en empresas de capital mixto.
Sintracajanal además consultó formalmente y por escrito a todos los empleados de la entidad, sobre su disponibilidad para ver la entidad convertida en una empresa de capital mixto, consulta que tuvo una respuesta favorable; se hicieron igualmente consultas a los acreedores, contando para tal efecto con la convocatoria formal del gerente de la institución y del propio Ministro de la Protección Social, consiguiendo igualmente una respuesta favorable, aunque con temores explicables, dado que en ocasión anterior una capitalización de UNIMEC EPS terminó en la liquidación de esa entidad.
Al proceso de discusión se vincularon también los pensionados y afiliados, quienes han buscado su vinculación al proyecto sobre la base del reconocimiento de su aporte en la formación del patrimonio de Cajanal, dado que antes de la Ley 100 de 1993, los afiliados debían aportar un tercio de su salario para capitalizar la entidad. De otra parte, se consultó a la Universidad Nacional, que tiene un convenio para manejar la Clínica Santa Rosa como Hospital Universitario, logrando en principio estimular su interés, aunque su protagonismo se vio truncado por las dificultades del proceso de transición en la rectoría.
Pese a la oposición del Departamento Nacional de Planeación y del Ministerio de Hacienda, finalmente todo el proceso fue viabilizado gracias al interés del Ministro de la Protección Social, Diego Palacio, en propiciar lo que el denomina junto con el Presidente Uribe: la creación de un “Estado Comunitario”, apoyado en un país de propietarios.
Los interrogantes
Lo más importante que se ha conseguido hasta ahora es evitar la liquidación de Cajanal y lograr una alternativa de futuro con la nueva Cajanal S.A., esperando que la alternativa se desarrolle preservando el empleo para la mayoría de los trabajadores y un mejor servicio para los afiliados. Pero el sindicato debe buscar aún respuesta a varios interrogantes:
Primero: ¿Qué vigencia tendrá la Convención Colectiva?
Segundo: ¿Los trabajadores que continúen vinculados a Cajanal EPS tendrán derecho a una liquidación?
Tercero: ¿Cuál será la mejor forma de que los trabajadores entren a formar parte de la nueva Cajanal EPS S.A. como propietarios?
Cuarto: ¿Cómo garantizar la superación de la crisis de Cajanal en el corto plazo?
La vigencia de la Convención Colectiva
Con respecto de la vigencia de la Convención Colectiva, los trabajadores de Cajanal EPS están en la misma situación que la parte escindida del ISS y de Ecopetrol: No saben con certeza si la antigua Convención Colectiva es aplicable en todo o en parte a las nuevas entidades creadas. Al parecer, el gobierno buscará establecer que el titular de la Convención sea Cajanal EICE (pensiones) y así tener compromisos solo con un menor número de trabajadores. Es recomendable entonces para los trabajadores abanderarse de los argumentos de los laboralistas, para que los beneficios de la Convención se extiendan a las dos entidades nuevas.
No obstante, luego de la oportuna suspensión de la Convención acordada por 3 meses, como un gesto estratégico de buena voluntad del sindicato, y que comprometió al gobierno en la no liquidación de la entidad, no parece difícil que los trabajadores de Cajanal EPS puedan negociar una nueva Convención con la nueva gerencia de la entidad, si fuere necesario, considerando además el gran peso político adquirido por el sindicato como gestor principal de la nueva entidad.
El derecho a la indemnización
Pese a que durante el proceso se ha defendido el derecho a la indemnización de todos los trabajadores, entre otras para poder tener dinero con qué comprar la empresa o capitalizarla, sin embargo parece difícil que el gobierno acepte indemnizar a los trabajadores que conserven su empleo en cualquiera de las dos nuevas empresas, para los cuales seguramente se aplicará la figura de la sustitución patronal.
Participación de trabajadores como propietarios
Es diferente que los trabajadores compren a Cajanal EPS a que la capitalicen. En el primer caso, la compra de la empresa no modifica el valor de su patrimonio actual, pero ese patrimonio si cambia de dueño. En el segundo caso, el patrimonio de la empresa se incrementa y la propiedad se comparte entre trabajadores y Estado.
Así por ejemplo:
1. Si los trabajadores dispusieran de $16.000 millones, producto de la indemnización o de un crédito bancario, y lo destinaran para comprar el patrimonio de Cajanal EPS que vale, según libros, $16.000 millones, en ese caso los trabajadores quedarían dueños del 100% de la empresa y el Estado enajenaría la totalidad de la propiedad.
2. Pero si los trabajadores lo que quieren es capitalizar la nueva empresa, implica que a los $16.000 millones que tiene el Estado en patrimonio se agregarían $16.000 millones de los trabajadores, entonces el patrimonio sumaría $32.000 millones y la propiedad se compartiría por mitad. Así, el Estado quedaría dueño del 50% y los trabajadores del 50%.
3. ¿Qué es mejor? Si los trabajadores compran el patrimonio de Cajanal EPS, entrarían a controlar la propiedad y las decisiones de la empresa en su totalidad; pero si se capitaliza la empresa, no se controla totalmente la propiedad sino que se comparte con el Estado.
Finalmente, si en una etapa posterior entran como copropietarios los prestadores o inversionistas privados, entonces dependerá de cuanto aportan, para saber como queda el control sobre la propiedad de la empresa, es decir, en que proporción tienen el control el Estado, los trabajadores y los inversionistas privados.
Es de observar que el decreto 1777 como tal no obliga a los trabajadores a ser socios de Cajanal, pues sólo habla de inversionistas privados, pero existe el compromiso político de convertirse en socios. Los trabajadores tienen entonces dos opciones: o comprar la empresa o capitalizarla. En el primer caso serian socios propietarios plenos y en el segundo, socios como copropietarios con el Estado y los prestadores.
Primera opción: la compra. Si la opción es que los trabajadores compren a Cajanal, el gobierno deberá poner en venta sus acciones dando prelación a los trabajadores según la Ley 226 de 1995. Si ese fuera el caso, se contaría además con facilidades y plazos para hacer los pagos para la compra de las acciones, según lo prevé dicha ley.
En caso de que los trabajadores no reciban indemnización o que no quieran aportar lo suficiente de su indemnización para la compra, es necesario entonces buscar un crédito bancario en beneficio de los trabajadores y sus organizaciones, de tal forma que el banco reciba las acciones de Cajanal EPS S.A. en garantía de pago, y se cobre la deuda con las utilidades de la empresa (fórmula aplicada por el Ministro Fernando Londoño para adquirir Invercolsa). Una vez se pague el crédito, los trabajadores entrarán a ser propietarios con plenos derechos sobre las acciones y por lo tanto, a recibir los beneficios de las utilidades. Si esta es la opción, es conveniente que la Contraloría General de la República determine cuál es el valor real del patrimonio de Cajanal, porque si es menos de $16.000 millones, entonces resultará más barato comprarla.
Segunda opción: la capitalización. Si la opción es que los tra-bajadores capitalicen la empresa actuando como inversionistas privados, según los términos del decreto 1777 de 2003, entonces bastaría que en la escritura de constitución se reserve un cupo de acciones para que sean adquiridas por los trabajadores, e incluso, que se suscriba una parte de las acciones por parte de los trabajadores, otorgándoles un plazo para su pago.
Es de observar que hay tres conceptos de capital social en las sociedades por acciones:
Primero: Una cosa es el capital autorizado a una sociedad, que para efectos del decreto 1777 es de $30.000 millones para la nueva Cajanal EPS.
Segundo: Otro concepto es el capital suscrito, que no es otro que el valor de las acciones que los socios se comprometen a comprar, aunque al momento de suscribirlo (firmando los títulos de las acciones), sólo paguen una parte (una especie de arras) de su valor.
Tercero: El concepto final es el capital pagado, que equivale al capital social neto disponible.
Es recomendable que al momento de suscribir la escritura de constitución de la nueva Sociedad por Acciones, los trabajadores suscriban un paquete accionario equivalente al menos a la séptima parte del capital autorizado que es de $30.000 millones (o sea $4.290 millones), para que así tengan los trabajadores al menos un miembro en la Junta Directiva. Esta posibilidad implica que cada trabajador tome la decisión de invertir entre 4 o 5 millones de pesos en la entidad, bien sea en forma individual o colectiva. Quizás la forma más adecuada es la de combinar aportes individuales de al menos $1'000.000 y de un préstamo colectivo por la parte restante.
Es recomendable, además, que se estudie la forma para que las acciones de los trabajadores tengan un plazo cómodo para su pago, y como condición especial, la garantía de una rentabilidad mínima durante los primeros años, con el fin de estimular la compra de las mismas. Incluso, la posibilidad de comprar acciones con rendimientos mínimos garantizados, debería extenderse a todos los afiliados de la EPS y pensiones.
La superación de la crisis de Cajanal
La compra o capitalización de Cajanal no resuelve su crisis, pero sí crea condiciones para superarla, a saber: la despolitización y la autonomía gerencial para tomar decisiones con criterio empresarial.
Además, en el corto plazo es necesario fijar tres grandes tareas:
Primera tarea: recuperar afiliados
Si se determina que Cajanal EPS es otra empresa totalmente nueva, entonces no tendría ninguna sanción de la Supersalud, dado que el titular de la sanción seria Cajanal EICE.
Si se confirma que no existe o no es aplicable la sanción de la Supersalud a Cajanal EPS nueva, se debería hacer un programa inmediato de brigadas, en las cuales participen todos los empleados, para que visiten a las entidades públicas y recuperen al menos parte de los afiliados que se perdieron.
Segunda tarea: recuperar el sistema de información
Es urgente garantizar la solución del problema de informática en el corto plazo, y para ello se debe pensar en un outsourcing, con las alternativas que hay sobre la mesa.
Es conveniente estudiar la opción de una empresa que inicie labores como outsourcing, con la opción futura de convertirse en socio o con un plan de transferencia tecnológica a la empresa luego de 3 años, mientras se supera la crisis.
Quizás la estrategia más recomendable debería ser para el corto plazo, dedicar los empleados de Cajanal a realizar brigadas de promoción y ampliación de cobertura, y recuperar el sistema de información recurriendo a terceros.
Tercera tarea: recuperar el margen de solvencia
Contando con la presencia de los prestadores en la copropiedad de la empresa o al menos con su voluntad de salvar la entidad de la liquidación, parece que la recuperación del margen de solvencia no presenta inconvenientes insalvables, pues los acreedores deberán estar dispuestos a convertirse en socios o a firmar acuerdos de pago que permitan cumplir con los requisitos de margen de solvencia exigidos por la Supersalud.
 







 



Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved