MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 6    NO 78    MARZO DEL AÑO 2005    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

Proyecto de recurso humano
en salud aprobado en Comisión Séptima
El 017 con otro ropaje:
más de lo mismo
Juan Carlos Arboleda Zapata - elpulso@elhospital.org.co

El 15 de diciembre pasado se aprobó en la Comisión Séptima del Senado el proyecto de ley 024 que dicta disposiciones para el recurso humano en salud, y que reemplazó al famoso 017 retirado por el Ministerio de la Protección Social en 2003. El nuevo proyecto, según la mayoría de los consultados por El Pulso, si bien trae una redacción diferente y más moderada, continua siendo más de lo mismo; la gran diferencia en cuanto a su aceptación, radica en que esta vez cuenta con el apoyo de los profesionales del Colegio Médico Colombiano, mientras para el resto de sectores es el mismo 017, pero maquillado.
El proyecto 024 define los requisitos y calidades para el ejercicio de las profesiones y las ocupaciones en el sector salud, y determina el significado de conceptos generales como calidad, integralidad y efectividad, aclarando que el desempeño de los recursos humanos en salud es objeto de vigilancia y control por parte del Estado. También crea un Consejo Nacional de Recursos Humanos en Salud (CNRHS) de 9 miembros, como organismo asesor de consulta permanente, adscrito al Ministerio de la Protección Social, y apoyado por comités y por un Observatorio de Recursos Humanos dependiente del Ministerio.

El proyecto reconoce la existencia de los colegios profesionales y les delega las funciones de recertificación e inscripción de profesionales de cada área en un Registro Único Nacional del Recurso Humano en Salud, así como la expedición de la identificación derivada del registro y los permisos transitorios para el personal extranjero.
El 024 aborda la formación del recurso humano, legisla sobre calidad de centros de práctica, define condiciones para hospitales universitarios, determina características y requisitos para ejercicio y desempeño de profesiones y ocupaciones, da pautas para entrega de incentivos por investigación y productividad, y para motivar cobertura de personal de salud en zonas especiales; y trae un capítulo sobre ética y bioética.
Pasan funciones a colegios médicos
Para el Colegio Médico Colombiano, el proyecto es necesario para regular todo el recurso humano en salud, porque no hay articulación entre la formación y el ejercicio profesional, y hay exceso de mano de obra por el crecimiento de universidades y facultades del área de salud, amparadas en la Ley 30; por tanto, el Colegio vio en el proyecto una opción para modular las necesidades y la distribución del recurso humano. El doctor Stevenson Marulanda, presidente del Colegio, resalta como el proyecto da importancia a los profesionales al darles responsabilidad en la autorregulación y autonomía, y al delegarles en la ley los procesos de certificación y recertificación, tema de singular trascendencia, pues “al quedar la recertificación en manos de los colegios, los profesionales de la salud y las sociedades científicas podemos interactuar con la formación y con la prestación”.
Objeciones de los gremios
El doctor Sergio Isaza Villa, presidente de la Federación Médica Colombiana, opina que hay buena intención en el proyecto, pero “confunde los conceptos de profesión y oficio, cuando las profesiones son autónomas mientras oficios y ocupaciones son subordinadas; involucra el tema de ética que no debía estar, porque cada profesión y ocupación tiene su propia ética derivada de su dinámica, además de que hay profesiones con códigos de ética aprobados como leyes, con el agravante de que parece que en el 024 no supieron diferenciar entre ética y bioética, pues se confunden los conceptos y son tratados como equivalentes. La ética corresponde a cada profesión y cada individuo, y la bioética a que los servicios prestados estén acordes con las necesidades y el respeto al ser humano”.
Para el doctor Isaza hay otros aspectos preocupantes, como la presencia de representantes de las aseguradoras en el Consejo Nacional de Recursos Humanos, así como la falta de autonomía que tendría dicho Consejo, ya que lo ve como “un Consejo sin dientes” y falto de legitimidad por problemas en su composición: “creo que falta la representación de los trabajadores, de la parte sindical y obrera, para que sea un Consejo lo suficientemente representativo de las profesiones y oficios de la salud”.
Por su parte, el presidente de la Academia Nacional de Medicina, doctor Zoilo Cuellar, considera que las disposiciones generales están bien, pero que es necesario un mayor debate y analizarlo a conciencia, ya que en el articulado existen elementos preocupantes, como el que dentro de las funciones del Consejo de Recursos Humanos se le ordene: “dar concepto favorable a la definición que el Ministerio de la Protección Social realice sobre el manual de tarifas”, lo cual es una grave limitación: “uno da conceptos, que pueden ser favorables o desfavorables; no lo pueden limitar a que tenga que ser favorable por ley, porque con esto el Ministerio queda empoderado y termina resolviéndolo todo”.
También está de acuerdo con una posición manifestada por los demás gremios, de que el proyecto deja casi todos los aspectos importantes pendientes de ser reglamentados por el Ministerio, lo cual deja una puerta abierta a que suceda cualquier cosa en manejo del recurso humano: “queda a la voluntad del ministro de turno, que hará parte del Consejo”. Esto tiene un antecedente peligroso según el doctor Cuellar, pues durante las discusiones de concertación para la elaboración del texto, el ministro Diego Palacio hizo poner una opción que le permitía tener poder de veto sobre el Consejo, que finalmente no se incluyó, pero que muestra cierta tendencia hacia un poder hegemónico en cabeza del ministro.
Representatividad limitada
Un aspecto fundamental es la creación del Consejo Nacional de Recursos Humanos, y quizá el elemento más cuestionado sobre él, es el grado de representatividad. La presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras Certificadas, ANEC, Beatriz Carvallo, critica dicha representatividad, partiendo de que en el país solo 42% de los trabajadores de la salud son profesionales, el 58% son auxiliares y demás trabajadores, y agrega como el tema de los trabajadores no es exclusivamente de salarios sino también las relaciones de laborales en conjunto; además señala que dicho Consejo carece de la fuerza suficiente para ser acatado o atendido, y que por ello corre el riesgo de convertirse en un organismo simbólico en el caso de que al gobierno de turno no le convengan sus sugerencias.
La ANEC considera que el proyecto es “lo mismo de lo mismo; este modelo de servicios de salud es altamente regulado por el mercado, que pone las normas; entonces, nunca el profesional de la salud podrá determinar, ni cumplir sus códigos de ética, que establecen que los seres humanos somos todos iguales.
El 024 no resuelve problemas estructurales de los trabajadores de la salud, hoy en situación de indefensión frente a la relación laboral, sometidos a un esquema de contratación absolutamente flexible; por el contrario, este proyecto se acomoda a la forma como se ha mercantilizado la salud, y se prepara para formar y tener mano de obra barata, con un poder hegemónico del Ministerio”.
El doctor Carlos Giraldo, presidente de Asmedas en Antioquia, ratifica las reservas de la asociación con el proyecto, por cuanto no ven con claridad en qué puede beneficiar al sistema de seguridad social en el ejercicio de las profesiones, y no da salida al detrimento de condiciones de vida y ejercicio profesional. Frente al Consejo de Recursos Humanos consideran que es un nuevo aparato burocrático y recalca que el sector de trabajadores de salud no aparece. También, da una pista importante para entender la inconformidad de la mayoría de los trabajadores de salud, incluyendo los profesionales: “Cuando se planteó la necesidad de replantear el recurso humano en salud, se pensaba que debería dignificar el ejercicio profesional, modificar las condiciones laborales de los trabajadores y reivindicar otra forma de pensar del acto médico; y todo esto desapareció del proyecto”.
La formación del recurso humano
Un elemento sensible del proyecto 024 es el que hace referencia a formación del recurso humano, ya que además del capítulo 3 acerca del tema, dentro de las funciones del Consejo de Recursos Humanos quedan consignadas facultades para recomendar cantidad, calidad, contenidos e intensidad de los programas del área de la salud (Art. 6), lo que para la mayoría de consultados va en contravía de la autonomía universitaria.
Para el sector educativo, el proyecto 024 no se diferencia mucho de su predecesor el 017; el doctor Ricardo Escobar, director de Ascofame (Asociación Colombiana de Facultades de Medicina), señala como se repite el que en un solo proyecto de ley se quiere integrar todo el recurso humano en salud, desde el profesional hasta el de ocupaciones y oficios, pues es complicado no aplicar diferentes argumentos para las gamas del recurso humano, situación que se repite al integrar en el mismo proyecto aspectos de formación, trabajo y lo que en el 017 se llamaba empleabilidad, todos temas amplios y complejos.
Aspectos como: hospitales universitarios, recertificación de profesionales, sistema de incentivos, servicio social, establecimiento de tarifas mínimas para los trabajadores, registro único de profesionales, merecen análisis concienzudos, ya que cada uno de ellos es de enorme trascendencia para el sector.
Ascofame aborda el tema de autonomía universitaria desde dos perspectivas: la participación en el Consejo de Recursos Humanos y las funciones del Consejo: “es importante que haya una integración entre el sector trabajo y el sector formador, pero la composición de ese Consejo debe estudiarse y ampliarse; Ascofame propone que ese Consejo tenga dos salas: una para asuntos laborales y otra para asuntos académicos o formación del recurso humano, y esa sala de educación debe tener a los actores más representativos de la educación. Eso da legitimidad al desarrollo de las funciones”.
Acofaen (Asociación Colombiana de Facultades de Enfermería), ve con preocupación el proyecto porque no soluciona el problema estructural en recursos humanos ni da políticas claras sobre el empleo de los profesionales. Su presidenta Gloria Esperanza García considera que “el proyecto avanza en un concepto de salud centrado en la enfermedad o el acto médico, cuando hay otros componentes en los que la Academia Nacional de Medicina o el Colegio Médico no pueden representar a todas las profesiones de la salud”. También opina que las universidades pueden verse vulneradas en su autonomía cuando deben velar por la calidad pero además existen instancias gubernamentales para lo mismo, y por el hecho de que el Consejo de Recursos Humanos tenga la potestad de recomendar modificaciones de currículos: “no es coherente eso, cuando es una instancia del Ministerio de Educación el que tiene a través del Consejo de Acreditación ese trabajo”.
El doctor Jorge Julián Osorio, decano de la Facultad de Medicina del CES, indicó que falta claridad frente al concepto de “pertinencia”, que permitiría establecer metas de formación de recurso humano según necesidades del país; además, “es importante esclarecer que en la relación docencia-servicio no debe existir cobro por prácticas, sino compensación académica. Y recalcó que desde el proyecto 024 se deberían premiar los hospitales universitarios, dándoles prioridad en contratación de atención de vinculados, así como se premian las ESE: “se les debería dar una garantía especial, porque hacen un esfuerzo adicional. Ese incentivo, iniciativa de contratación para la oferta de vinculados, sería importante”.
Y el doctor Luis Javier Castro, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, mostró su desacuerdo con la participación de las facultades en el Consejo de Recursos Humanos, ya que solo contempla un delegado, cuando el número de programas en el país es considerable: “debe ser una universidad pública de reconocido prestigio o una corporación universitaria, porque una institución de educación superior tipo instituto, que no es verdadera universidad, no representaría intereses de una universidad, y en nuestro caso, de una universidad pública”. El doctor Castro señala que éste es un proyecto de ley hegemónico del Ministerio de la Protección Social, donde todo lo actuado, hecho y normalizado en educación superior, en cierta medida es desconocido por el proyecto.
El proyecto de ley 024 dará entonces origen a una serie de agitados y fundamentales debates para el sector salud, por cuanto está en juego el futuro del ejercicio del día a día en la atención en salud, y toca directamente los intereses no solo de los afectados sino de todo el sistema. Adicionalmente, la cantidad de temas que aborda hacen que su análisis requiera de tiempo y espacio suficientes: aspectos como los hospitales universitarios, recertificación de profesionales, sistema de incentivos, servicio social, establecimiento de tarifas mínimas para los trabajadores, registro único de profesionales, son tratados por el 024, y cada uno de ellos es de enorme trascendencia para el sector.
 
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