Las medidas de choque contra la pandemia del Covid-19, adoptadas en la mayoría de los países del mundo acatando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, han comenzado a levantarse, tal vez impulsadas por la certeza de que tendremos que convivir con la enfermedad más tiempo del presupuestado inicialmente. En algunas latitudes las aperturas se han dado cuando la curva de contagios mostraba una marcada desaceleración o un descenso significativo, en otros como Colombia, Estados Unidos o Brasil, la medida se tomó cuando el número de casos mostraba un ascenso marcado. En ambas situaciones el resultado sanitario queda en vilo a la espera de segundos brotes o de alcanzar la anhelada inmunidad de rebaño. Lo que sí es seguro es que el mundo ha volcado sus expectativas al anuncio ya sea de una vacuna o un tratamiento eficaz que le permita a la humanidad convivir con su nuevo vecino el SarsCov-2.