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Los
médicos y especialistas de Colombia estamos a su disposición
para hacer una revisión profunda del modelo de salud
de este país, que pese a las reformas y los remiendos,
sigue siendo costoso e ineficiente. |
Un año y
medio constituye un compás de espera más que suficiente.
Los colombianos esperan cambios y soluciones concretas que,
con su liderazgo, vemos posibles.
Así se pronunciaron en la Academia Nacional de Medicina
y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas
en carta al presidente Juan Manuel Santos, reiterándole
que pese al conocimiento demostrado del sistema de salud, sus
problemas y soluciones para sacarlo de la crisis en la que está
desde hace años, tras un balance global admiten que la
situación no es buena. |
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Aunque
reconocen que el 96% de la población goza de cobertura
en salud -aunque todavía inequitativa según la
capacidad económica-, los avances en otros aspectos vitales
para el sector son escasos y no se compadecen con año
y medio de prometedores anuncios. En primer término,
hay inquietud por los pobres resultados en la búsqueda
de responsables del gigantesco desvío de dineros de salud,
que el mismo presidente denunció: durante años,
miles de millones de pesos aportados por el país para
financiar el sistema, fueron a bolsillos de terceros y ni uno
solo está condenado por el desfalco continuo y escandaloso.
Igual hay preocupación por la dura situación de
la red hospitalaria pública y privada, pues pese a medidas
de los últimos meses para aumentar sus recursos y mejorar
su flujo, el proceso es insuficiente: Del billón
que girarían directamente a hospitales públicos
para compensar sus carteras atrasadas, menos de $150.000 millones
han sido entregados hasta ahora.
Y entretanto, las EPS reciben mensualmente los dineros
de la compensación, pero no sólo siguen incrementando
las deudas con los prestadores, sino que a juicio de todas las
organizaciones de pacientes del país, sus servicios carecen
de la calidad y oportunidad que deberían tener. Los colombianos
seguimos a la espera de la prometida intervención y puesta
en cintura de estas entidades, muchas de las cuales siguen funcionando
sin contar siquiera con requisitos mínimos de habilitación.
Por ello advierten: No es gratuito que los principales
indicadores de salud de la población sigan en déficit,
pese a unos repuntes que no compensan el gran esfuerzo financiero
que hace el país para sostener su sistema. En términos
generales, la población está enferma por males
prevenibles. Indican que la actualización del POS
dejó mucho qué desear y que los logros son pocos
comparados con los recursos invertidos.
Y agregan que todo eso palidece frente a la desazón de
que el sistema colombiano, pese a las determinaciones de la
Ley 1438, continúa fundamentado en lo curativo
y no en la promoción de la salud y la prevención
de la enfermedad. Inexplicablemente, la reglamentación
de la norma hoy es mínima y de bajo impacto.
Por todo lo anterior, se urgió al presidente Santos a
reorientar la senda e intervenir urgente y efectivamente los
males estructurales que corroen el sistema de salud. |
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