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Resultados del aseguramiento en salud: signos vitales comprometidos
Jaime
Alberto Peláez Quintero Especialista en economía, gerencia
y fianzas de la salud - elpulso@elhospital.org.co
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Gran
y profundo deterioro financiero de los signos vitales de las
aseguradoras en salud del régimen contributivo y subsidiado,
se observó en sus resultados a junio 30 de 2014, publicados
en la web de Supersalud. Pese a las billonarias ventas por servicios
de salud, los costos de producción crecen en mayor proporción
que los ingresos operacionales; y aunque se mantiene un control
de los gastos en los porcentajes aprobados del 10% y 8% respectivamente,
al final en sus ejercicios presentan pérdidas. Es decir:
la suma de costos y gastos supera los ingresos operacionales,
generando márgenes negativos, lo cual contrasta con altas
tasas de endeudamiento. Asimismo, se evidencia tendencia negativa
en el estado de liquidez y pérdida de capital de trabajo,
con lo cual se infiere el grave estado del aseguramiento y unos
indicadores de permanencia altamente contradictorios. |
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Ventas
billonarias, pero crece más el costo de venta y operación
Las ventas totales a junio 30 de 2014 en las 50 EPS
de ambos regímenes alcanzaron los $14.3 billones, con
costos de operación de $13.3 billones (93% del ingreso),
generándose utilidad bruta de $945.279 millones y margen
de 6.62%. O sea: de cada $100 vendidos en salud, les quedó
como utilidad bruta para cubrir gastos operacionales y no operacionales,
intereses e impuestos, $6.62, cifra insuficiente para cubrir
el tren de gastos del sistema de salud y generó resultados
negativos finales a las aseguradoras en conjunto. |
Los gastos operacionales fueron ejecutados en $1.1 billón,
lo que explica un resultado operacional negativo de $132.190
millones y un margen de -0.93%, con otros ingresos por $506.020
millones pero con otros gastos mayores de $591.595 millones,
para un desempeño ineficiente de -$217.766 millones
y un margen neto de -1.53%. Así, no quedó ningún
recurso económico para distribuir entre inversionistas,
asumir nuevas obligaciones, inyectar capital de trabajo, planes
expansivos o de modernización.
No obstante que los activos se consolidaron en $9.5 billones,
los pasivos fueron de $10.7 billones; por tanto, su nivel
de endeudamiento es del 113%, algo muy grave, por cuanto la
autonomía y gobernabilidad sobre estas empresas en
conjunto corresponden a terceros, y su viabilidad empresarial
está en entredicho, toda vez que ni realizando todos
sus activos tendrían respaldo financiero para cubrir
sus mayores exigibilidades. Al ser una constante creciente
en el sector salud, las lleva a farragosos procesos de liquidación
o intervención.
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Pese al incremento en
el volumen de
facturación por venta de servicios de salud,
el costo técnico en general lo hace con mayor fuerza.
La pérdida de rentabilidad en el negocio, problemas
de iliquidez y alto nivel de endeudamiento, afectan
los indicadores de permanencia de las
EPS en el sistema de salud.
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Estos
desempeños negativos se reflejan en indicadores de eficiencia
económica o de rentabilidad marginal, porque un mayor
incremento en el volumen de activos netos de operación
no tuvo rendimiento correlativo en la utilidad operativa, generando
un resultado negativo de -$2.3 como rentabilidad del activo.
Es decir: de cada $100 invertidos en activos, la utilidad operacional
fue negativa en $2.30. Los ingresos por facturación de
servicios no compensaron los costos para garantizar una eficiente
operación del aseguramiento.
Con una pérdida neta en los valores anotados y un patrimonio
negativo de $1 billón 251.112 millones, el resultado
es negativo en 17.41%, evidenciándose con ello que desde
el punto de vista de racionalidad financiera no es una inversión
conveniente, en la medida en que con un patrimonio dispuesto
para la operación, el negocio no cubre expectativas financieras
de sus inversionistas ni recibe un retorno sobre sus aportes
de capital. Por ello pudiera pensarse en un replanteamiento
general del negocio o realizar una des-inversión y reenfocarse
en otros modelos de negocio, que deriven mejores resultados
económicos.
En la proporción entre el patrimonio y los activos se
obtiene la solvencia de un negocio, siendo este resultado negativo
en 13.20% para el agregado general del aseguramiento, siendo
un sector que no genera solvencia financiera a sus organizaciones.
Por lo expuesto se concluye que, pese a un incremento en el
volumen de facturación por venta de servicios de salud,
el costo técnico en general lo hace con mayor fuerza,
lo cual tiene varias lecturas; una es el mayor aumento en autorizaciones
y prestación de más servicios, y que la Unidad
de Pago por Capitación (UPC) es insuficiente para garantizar
un negocio más equilibrado, cuando se analiza desde esta
óptica; lo adecuado sería hacerlo desde la separación
entre lo POS y lo No-POS, y desde un análisis de suficiencia
a partir del perfil epidemiológico y carga de la enfermedad.
Todo ello genera pérdida de rentabilidad en el negocio,
problemas de iliquidez y alto nivel de endeudamiento, que afecta
los indicadores de permanencia en el sistema de salud. |
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