Diciembre
es un mes muy importante en nuestro país. Como profesionales
del área de la salud, siempre nos preguntamos si nuestro
gremio podría estar en mejores condiciones. ¿Podemos
hacer algo para cambiar las cosas? Este mes nos permite reflexionar,
no solo en el campo profesional, sino también en el personal.
Por esto, hoy les escribo un artículo en el cual dejaré
atrás el análisis, para mostrar como una experiencia
personal puede enriquecer a varios de nosotros.  |
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A
través de los años, hemos tenido la oportunidad
de experimentar en carne propia el significado de un final de
ciclo en nuestras vidas académicas, profesionales o personales.
Hoy, muchos médicos se gradúan con la intención
de aplicar su conocimiento y de asumir un rol significante en
nuestra sociedad. En estos días, varios buscan su vinculación
en instituciones académicas o comunitarias, con propósitos
claros de continuar su crecimiento. Otros se sienten satisfechos
de haber podido compartir un éxito con sus compañeros,
que va más allá de lo económico. La oportunidad
de enseñar y de aprender el uno del otro hace de la práctica
médica una fuente incalculable de experiencias, que nos
pueden llevar a tener una estabilidad dentro de este modelo
considerado negocio.
No hay duda de que tenemos que subsistir, y por esto esa carga
debe ser combatida con recursos que den satisfacción
al espíritu y no solamente al bolsillo. La productividad
es el método de análisis de nuestra profesión,
y esto muchas veces nos hace caer en el peligro de la monotonía.
Rompamos con ella haciendo resaltar el valor real de nuestra
profesión.
Por esto, retomo aquí 10 lecciones que un colega tuvo
la generosidad de compartir conmigo. En ellas, vemos como nuestros
días de estudiantes y de residentes quedan atrás,
para dar paso al médico que quiere pero muchas veces
no puede. Estas 10 lecciones nos ofrecen un optimismo necesario
en nuestra profesión, y nos invitan a la reflexión.
1. Encuentre un mentor. Aunque uno se gradúa, el aprendizaje
apenas comienza. Quien se crea aprendido, está en riesgo
de convertirse en un comodín más del negocio y
en un ignorante del conocimiento.
2. La mejor manera de aprender es enseñando. Por lo tanto,
seamos conscientes de ello y pongámoslo en práctica.
3. Haga algo que disfrute. Cualquiera que sea el camino en la
medicina que se escoja, hágalo con la convicción
de que es lo suyo.
4. No se olvide de sus pacientes. Trabajando como profesional,
esté siempre con la mejor disposición para sus
pacientes. A los pacientes no les importa qué tanto Usted
sabe, hasta que se den cuenta qué tanto tiempo y esfuerzo
Usted les dedica.
5. De vez en cuanto disminuya el ritmo. Nosotros necesitamos
tiempo para pensar, aprender, conocer de los demás. En
la vida moderna estamos perdiendo estas increíbles capacidades
humanas.
6. No confunda disciplina con rigidez. Debe darse el tiempo
para desarrollar otras actividades en la vida. Compartir con
la familia, los amigos, y sobre todo, saber reír, son
una parte esencial de ese espacio fuera de la rutina de trabajo.
7. Descubra su pasión y cuando la vida le hable, escuche.
Si se le da la oportunidad de desarrollar su carrera en un área
que usted siempre ha buscado, tómela.
8. Desarrolle el arte de la comunicación. El médico
debe saber escuchar y hablar lo necesario. Con esto descubrirá
como las respuestas irán llegando a su debido tiempo.
La comunicación es un arte que con tiempo y pausa nos
ayuda a descubrir nuevos horizontes.
9. El cielo es el límite o tírele a la luna. Puede
que usted no llegue donde quiere, pero al menos llega a alguna
parte. La salud es un derecho, no un privilegio, y así
en nuestro ejercicio médico encontraremos un balance
entre las múltiples adversidades que nos presenta nuestro
trabajo.
10. Quiera a su país y a su comunidad. Con los privilegios
vienen las responsabilidades. Mucho se espera del que mucho
recibe. El servicio es la renta que se debe pagar por vivir.
Estas 10 lecciones de un médico colombiano viviendo en
Estados Unidos, también se aplican a nuestra realidad
latinoamericana. Continuemos la lucha por nuestra profesión.
Hasta el próximo año. |