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Como complemento al análisis
presentado en la edición anterior de El Pulso, sobre
la evolución del Sistema General de Seguridad Social
en Salud que puede leerse del último Informe Anual
del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, en esta
oportunidad se presenta la situación financiera a nivel
macro, esto es, una mirada sobre los recursos del sistema
y su utilización en afiliación de población
al régimen contributivo y subsidiado.
Régimen contributivo
El análisis del equilibrio
financiero está centrado en la cuenta de compensación
del Fosyga, de la cual se obtiene su saldo a partir de la
diferencia entre los recaudos por cotizaciones y los reconocimientos
a las EPS para sufragar los gastos del POS mediante los recursos
de la Unidad de Pago por Capitación (UPC). Esta diferencia
se conoce como proceso o ejercicio de compensación,
que en la práctica no es más que la aplicación
del principio de solidaridad, ya que la gente cotiza y se
afilia al sistema a través de una EPS, independientemente
de su necesidad o del valor de la prima del seguro (la UPC),
al tiempo que todos reciben el mismo plan (el POS) sin importar
lo aportado individualmente.
A esta diferencia se suman y restan otros valores menores
para obtener el saldo final de la cuenta, entre los que se
destacan otros gastos adicionales a la UPC, como las licencias
de maternidad y los pagos ordenados por la justicia mediante
fallos de tutela, lo que implica reconocer atenciones o medicamentos
no cubiertos por el POS. Las obligaciones por este concepto
han aumentado de manera destacada durante los últimos
años, tal que, para 2003 el componente de gasto por
otros eventos y fallos de tutela reportó
$44.728 millones, en 2004 tuvo un valor de $88.628 millones,
y en 2005 fue de $206.931 millones.
La cuenta de compensación registró en 2005 un
recaudo de $6,7 billones, lo que corresponde a un 2,4% del
PIB, monto originado en la cotización de cerca de 7
millones de contribuyentes (empleados, empleadores, trabajadores
independientes y pensionados). En cuanto a los gastos de la
cuenta, se presentó una ejecución de $6,1 billones,
los cuales responden al reconocimiento de la UPC para cerca
de 15,5 millones de afiliados, así como el pago por
recobros de medicamentos y fallos de tutela por servicios
médicos no incluidos en el POS. En resumen, el superávit
de la cuenta de compensación ascendió a $576.000
millones, pero si se calcula sólo el saldo referido
al proceso de compensación, éste alcanza el
dato histórico de cerca de $800.000 millones.
El gráfico 1 muestra el resultado de la compensación
del período 1996 a 2005, en pesos constantes del último
año. Se observa un comportamiento cíclico: para
los primeros años de operación del régimen
contributivo y hasta 1998 el saldo fue positivo, aunque con
una tendencia a la baja; luego, en medio de la crisis económica
de 1999, se presentaron los mayores descensos e incluso en
2000 y 2001 el saldo fue negativo; a partir de 2002 se presentó
una recuperación destacada, y pese a registrar un menor
valor en 2003, el saldo siempre ha sido positivo, alcanzando
en 2005 las mayores cifras de la historia. Si se considera
el saldo anual, en comparación con el promedio de todo
el período, se tiene que solo en los últimos
años el saldo ha estado por encima del promedio, mientras
los demás, con la excepción de 1996, han sido
inferiores.
Régimen subsidiado
Para el régimen subsidiado
el análisis se concentra en las fuentes de financiación,
pues la dinámica de este régimen es diferente
a la del contributivo, ya que acá no existe la compensación
como un saldo entre ingresos y egresos. En este caso se observa,
con la excepción del año 2000, un continuo y
en algunos años un muy destacado crecimiento de los
recursos, lo que ha permitido una mayor cobertura (ver tabla
1). De manera similar a lo que sucede con el saldo de la compensación
en el régimen contributivo, aunque con mayor correspondencia
en el tiempo a los hechos de la crisis económica, los
recursos en el régimen subsidiado presentaron estancamiento
y reducción en 1999 y 2000 y luego han crecido en forma
sostenida.
Es importante tener en cuenta que la variación de los
recursos del régimen subsidiado no responde necesariamente
a la generación de recursos nuevos, pues parte del
crecimiento está explicado por la transformación
de recursos destinados antes a otro fin, como las asignaciones
directas a hospitales o el pago por la atención de
población vinculada, las cuales se transforman en subsidios
para la afiliación a este régimen. En efecto,
al examinar la participación de las diferentes fuentes
de recursos se observa que mientras el Fosyga aportaba cerca
del 50% del total al inicio, en la actualidad ha descendido
hasta el 34%, mientras los recursos de transferencias territoriales,
lo que hoy se conoce como Sistema General de Participaciones,
con un aporte del 56%, ha aumentado debido a la transformación
del recurso que antes de la Ley 715 de 2001 se denominaba
situado fiscal. En menor proporción, cerca del 10%
de los recursos son aportados por las entidades territoriales
(recursos propios) y las cajas de compensación familiar.
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