MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 278 NOVIEMBRE DEL AÑO 2021 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

El Hospital San Vicente Fundación Medellín reactiva su programa de trasplante de células progenitoras hematopoyéticas

Por: Manuela Hernández Perdomo
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En 1956, mientras Europa vivía una de las olas de frío más fuertes del siglo y Japón y España ingresaban a las Naciones Unidas, el hematólogo y oncólogo norteamericano Edward Donnall Thomas realizó un avance médico que le daría el Premio Nobel; el primer trasplante de células de médula ósea. El hecho, como fue relatado por una edición de 2012 de la revista Medicina Universitaria, se dio antes de que se conocieran los antígenos leucocitarios HLA. Este primer intento, aunque fue rechazado por el organismo del trasplantado, sirvió para demostrar la necesidad de encontrar compatibilidad en los antígenos utilizados, por lo cual, con el perfeccionamiento de la técnica, en 1969 se logra el primer trasplante exitoso entre donante y receptor que no fueran gemelos idénticos.

20 años después del primer intento, mientras llegaba a Marte la nave la primera nave espacial enviada por los humanos, el Viking 1, el entonces Hospital San Vicente de Paul, hoy San Vicente Fundación de Medellín, ejecutó el primer trasplante de médula ósea de Latinoamérica, un éxito que se sumó a la lista de proezas de la institución. El suceso también pasó a formar parte de esos primeros trasplantes que posicionaron a Colombia como pionera, entre los cuales los acompañó el trasplante de riñón e hígado.

A pesar de esto, en los últimos años la demanda supera la oferta. El Sistema Nacional de Información en Donación y Trasplantes del Instituto Nacional de Salud (INS) informó que entre 2018 y 2020 se efectuaron 2.675 trasplantes, de los cuales 1.463 fueron autólogos, 597 alogénicos y 615 haploidénticos. El año pasado el Instituto registró que la mayoría de trasplantes de este tipo se dieron por mieloma (237), linfoma (168) y leucemia linfoblástica aguda (146).

El INS también declaró que la tasa de éxito en los pacientes a quienes se les ha realizado su primer trasplante de CPH (sin importar la modalidad) es alrededor del 62 %. Sin embargo, Mauricio Alzate Arias, médico hematólogo del HSVF Medellín y líder del Programa de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos del Hospital, enfatiza que, realmente, solo el 30 % de los pacientes que son candidatos óptimos para aplicarles el tratamiento lo reciben, en contraste con países desarrollados, en los cuales el acceso alcanza el 70 %.

Reactivación del Programa

En palabras del doctor Andrés Zapata, especialista en medicina interna y director de la Unidad Funcional de Enfermedades Crónicas, Oncología y Neurociencias, el Hospital, al ser el pionero de trasplantes CPH en América Latina, tiene una deuda histórica consigo mismo y con la sociedad colombiana, por su carácter social. El Programa desde los años 70 ha estado activo intermitentemente y durante la última década inactivo por motivos diversos. En 2019 la administración actual consideró necesario emprender un proyecto para reactivar el programa, por lo cual entre finales de 2020 e inicios de 2021 se consolidó una propuesta oficial para reabrir el servicio.

Además de estas responsabilidades propias y sociales, el doctor Zapata recalca que, en concordancia con la afirmación realizada por el doctor Alzate, el país tiene grandes falencias en el acceso al trasplante de CPH y barreras para el acceso a los mismos, una situación que en pandemia, considera, debe haberse agravado.

Así mismo, ambos profesionales coinciden en que el Hospital ya contaba con muchos de los elementos necesarios para reactivar el programa, por lo cual el proceso consistió en actualizar protocolos, procesos y procedimientos bajo los principios misionales de la organización. Entre las acciones que se hicieron para la preparación del programa se encuentran la adecuación de habitaciones como Unidad de Trasplantes, con puesto médico, y filtros HEPA y presión positiva, útiles para disminuir el riesgo de contaminación microbiológica, algo importante en el tratamiento de pacientes inmunosuprimidos, y la preparación del doctor Alzate en el Instituto Catalán de Oncología (ICO), un centro oncológico de alta complejidad en España.

Alzate explica que el trasplante de CPH, a diferencia de otros servicios, tiene un funcionamiento en el circuito que debe trabajar de manera sincrónica con el Banco de Sangre, el Laboratorio, Radiología y la Unidad de Trasplantes para administrar todos los cuidados especiales al paciente. La intención del programa es, en primera instancia, brindar una opción terapéutica complementaria para las enfermedades que lo requieran de los pacientes del Hospital, y posteriormente, a aquellos que vayan siendo remitidos de otros centros médicos.

Zapata considera que el Hospital San Vicente Fundación Medellín tiene dos factores diferenciadores frente a otras instituciones. El primero está relacionado con la filosofía organizacional basada en las características del talento humano, considerando que el grupo de hematólogos está altamente capacitado para llevar a cabo estos tratamientos, siempre con la impronta humanista que caracteriza al personal del Hospital. El segundo es que, como institución, tiene grandes posibilidades para resolver integralmente el proceso del paciente trasplantado, gracias a la variedad de servicios, infraestructura y talento humano que posee.

Una visión anclada al futuro

Este programa hace parte de los planes que apuntan a la atención de la salud en una época de pospandemia. Actualmente se está a la espera de que se autorice el primer paciente por parte de las Entidades Prestadoras de Salud.

El doctor Zapata asegura que “tenemos claro que nuestro programa debe transitar por todas las fases, no pretendemos saltar, por ello esperamos llegar a una curva de desempeño que nos permita realizar los tres tipos de trasplante”. Se espera que el próximo año se tenga un ritmo de trasplantes de 4 o 5 pacientes mensuales. “Una vez esto se logre, el hospital estará apuntando a las nuevas terapias”.

Las nuevas terapias, mencionadas por ambos especialistas, consisten fundamentalmente en terapia celular avanzada, específicamente CAR-T Cells, un tipo de tratamiento en el que las células T del paciente son modificadas genéticamente para atacar las células cancerosas tumorales de forma dirigida. Aunque la terapia aún no ha ingresado al país, el equipo apunta a ser uno de los opcionados para ejecutarla cuando sea aprobada.


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