MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 301 OCTUBRE DEL AÑO 2023 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

Colombia en la encrucijada: consumo y producción de drogas ilícitas en aumento

Por: Andrea Ochoa Restrepo
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Colombia se enfrenta a una realidad compleja en cuanto al consumo y producción de drogas ilícitas. El Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) señala que el gasto anual en este fenómeno alcanza los 3.8 billones de pesos en promedio para el año 2023.

A lo largo de las últimas dos décadas, el país ha invertido aproximadamente 76 billones de pesos en la lucha contra las drogas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no se han cumplido los dos objetivos principales: reducir la oferta y la demanda de estupefacientes.

A pesar de la erradicación forzosa de 843 905 hectáreas de coca entre 2012 y 2022, la superficie cultivada ha aumentado en un asombroso 327 %, llegando a 230 000 hectáreas en 2022 y una potencial producción de 1 738 toneladas métricas de cocaína, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) -SIMCI de 2023.

En cuanto a la demanda de sustancias psicoactivas, el país también enfrenta un aumento, pasando del 5,1 % al 8,7 % entre 1996 y 2019, según el ODC de 2023. Esto ha llevado a un incremento de la conflictividad en territorios involucrados, afectando los derechos humanos y la salud pública, especialmente entre aquellos con vulnerabilidades socioeconómicas.

Es entonces que el mercado negro de drogas se ha vuelto lucrativo y atractivo debido a la ilegalidad de las sustancias, su alta demanda y los bajos costos de producción. En 2019, los recursos generados por el narcotráfico representaron el 2,9 % del PIB, equivalente a 31 000 millones de pesos, según el Gobierno nacional de Colombia y CONPES 2021.

Según el Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud), “a lo largo de los años, el consumo de diversas sustancias ha ido en aumento, y este fenómeno plantea una seria amenaza para la sociedad colombiana en su conjunto. Para combatir este problema, el Ministerio de Salud ha puesto en marcha iniciativas de información y prevención dirigidas especialmente a niños, niñas y adolescentes. Estos esfuerzos tienen como objetivo proporcionar a los jóvenes, herramientas para comprender los riesgos asociados al consumo de sustancias perjudiciales”.

Sin embargo, resulta llamativo que en el país, el alcohol y el tabaco sean las sustancias a las que los colombianos tienden a ser más adictivos. A pesar de ser consideradas sustancias de consumo común, estas conllevan un daño significativo a la salud a largo plazo.

Estas adicciones se suman a la problemática de las sustancias psicoactivas, que afectan especialmente a los jóvenes. En muchas ocasiones, la influencia del entorno lleva a los jóvenes a experimentar con drogas como la marihuana, la cocaína y el bazuco, lo que puede resultar en adicciones perjudiciales no solo para su salud, sino también para sus relaciones sociales.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las estadísticas revelan un panorama preocupante de las adicciones en Colombia. “El alcohol encabeza la lista con un alarmante 84 %, seguido del tabaco con un 33,3 %. La marihuana se encuentra en tercer lugar con un 8,1 %, seguida de la cocaína con un 2,1 %, medicamentos no formulados con un 1,8 %, sustancias inhalables (bóxer, poper, dick, entre otros) con un 1,6 %, el bazuco con un 0,5 %, y la heroína con un 0,1 %”.

Uno de los aspectos más preocupantes es la edad a la que se inician estas adicciones. Los colombianos empiezan a desarrollar estos hábitos desde los 12 años hasta los 65, lo que abarca un extenso período de sus vidas. Esta tendencia ha generado una creciente inquietud en el sistema social y educativo del país. Además, ciertas regiones de Colombia han experimentado un aumento significativo en las tasas de adicción, incluyendo Cundinamarca, Bogotá, Cali, Medellín, Risaralda, Caldas y Quindío.

Cultivos ilegales y sus consecuencias sociales

En Colombia, solo 185 de los 1 122 municipios tienen cultivos de coca. Estos territorios se caracterizan por niveles de pobreza superiores al promedio nacional, bajos ingresos fiscales, limitada conectividad y ausencia de instituciones sólidas.

El 88 % de estos cultivos ilegales han persistido en los territorios afectados por más de 10 años, creando enclaves productivos que abarcan todas las etapas de producción. Además, el 49 % de estos cultivos se ubica en zonas especiales, incluyendo tierras de comunidades negras, reservas forestales, resguardos indígenas y parques nacionales naturales, según el UNODC-SIMCI de 2023.

La Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, en colaboración con la UNODC para la Región Andina y el Cono Sur, ha dado a conocer los resultados del Estudio de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Bogotá 2022. Este estudio, que se suma a investigaciones previas realizadas en 2009 y 2016, tiene como objetivo proporcionar una visión actualizada y más amplia del consumo de sustancias psicoactivas en la ciudad de Bogotá.

La investigación se llevó a cabo mediante una encuesta de hogares que abarcó a un total de 10 912 personas, representando aproximadamente a 6.5 millones de habitantes de Bogotá, con edades comprendidas entre los 12 y 65 años.

El estudio epidemiológico incluye varios aspectos, como el acceso a servicios de tratamiento, el consumo de sustancias psicoactivas en áreas urbanas y rurales, en diferentes grupos demográficos (incluyendo mujeres y poblaciones diversas y étnicas), así como los efectos de la pandemia de COVID-19 en este contexto.

El secretario Distrital de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez López, enfatizó la perspectiva de salud pública que guía la acción de la Administración Distrital con relación al consumo de sustancias psicoactivas. Además, destacó el compromiso de Bogotá en liderar esfuerzos para contar con la mejor evidencia disponible y, así, tomar decisiones informadas y diseñar políticas públicas efectivas.

Olivier Inizan, representante Regional Adjunto de UNODC, expresó su preocupación por el aumento en el consumo de sustancias por parte de las mujeres, lo que reduce la brecha de género en el acceso a tratamientos, ya que ahora una mujer busca tratamiento por cada tres hombres que lo hacen.

El estudio arrojó varios resultados significativos. Por ejemplo, se observó que el consumo de sustancias psicoactivas es más alto entre los hombres, los jóvenes de 12 a 24 años y los estratos socioeconómicos 4, 5 y 6. Sin embargo, el abuso o la dependencia se incrementa en los estratos 1 y 2, y entre los adolescentes de 12 a 17 años ya se registran tasas de abuso y dependencia.

A pesar de la disminución en el consumo de tabaco en general, se ha detectado un aumento entre las mujeres y las personas más jóvenes (de 12 a 24 años). El alcohol sigue siendo la sustancia más consumida en Bogotá, afectando a 2.5 millones de personas. Un 21 % de ellas presenta abuso o dependencia, lo que representa aproximadamente a 531 000 personas.

El estudio también reveló que el 19,3 % de las personas encuestadas admitió haber consumido alguna sustancia ilícita en algún momento de sus vidas, mientras que el 6,16 % (más de 400 000 personas) informó haber consumido sustancias ilícitas en el último año.

En cuanto a la marihuana, se identificó como la sustancia ilícita de mayor consumo, con 371,086 personas que reportaron su uso en el último año. De ellas, aproximadamente el 40 % presentó signos de abuso o dependencia. Además, se notó que el 70 % de las personas considera que el consumo frecuente de marihuana conlleva un alto riesgo.


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