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Los
10 medicamentos más vendidos en el mundo tendrán
ventas en 2010 por US$76.000 millones de dólares, según
el observatorio Bitacóra Farmacéutica. La tabla
la encabeza Lipitor (colesterol) de Pfizer con US$11.700 millones
y la cierra Crestor (colesterol) de AztraZeneca con US$5.800
millones. En el medio están Plavix, Advair, Remicade,
Enbrel, Humira, Rituxan y Diovan (artritis, asma, cáncer,
hipertensión, anticoagulantes). Los laboratorios más
vendedores serán Pfizer con US$18.800 millones y Roche
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US$12.800 millones; los otros US$44.600
millones son de Sanofi/Bristol, Glaxo SmithKline, Merck/J&J,
Abbott, Novartis y AstraZeneca. En la orgía millonaria
multinacional, unos pocos viven gordos y sanos gracias a la
enfermedad de la mayoría.
Las mismas patologías, mas diabetes, absorberán
el mercado proyectado a 2014, y los laboratorios campeones
serán los mismos, mas Novo Nordisk. Pese al desbordamiento
de precios, Colombia sigue comprando a quien vende más
caro: los monopolios.
En 2005, ante la presencia de leishmaniasis, la Asociación
Nacional de Industrias Farmacéuticas (Asinfar) denunciaba
que pese a la oferta nacional, el Ministerio de la Protección
Social y las fuerzas militares preferían comprar los
medicamentos a las multinacionales, que los ofrecían
a más alto costo. Asinfar defiende la libertad
de precios con responsabilidad, al tiempo que propugna por
sanciones para aquellos que abusen. El mejor regulador para
el mercado es la competencia y hay que propiciarla,
dijo a EL PULSO Alberto Bravo, presidente del gremio. La
experiencia demuestra que productos con un solo oferente resultan
con precios exorbitantes, como sucede con los medicamentos
importados por empresas europeas y norteamericanas. El promedio
de precios de los medicamentos en Colombia está entre
los más bajos de la región gracias a la presencia
de millones de unidades que oferta la industria nacional,
sostuvo el dirigente.
Señaló: El precio de los medicamentos
fue determinante en la crisis del sistema. Teniendo en cuenta
lo que está en el POS, lo recobrado al Fosyga y el
gasto de bolsillo del consumidor, hubo incremento considerable,
en algunos casos escandaloso; además de los medicamentos,
los dispositivos médicos influyeron sustancialmente.
Los recobros al Fosyga le costaron al sistema más de
$3 billones en los últimos 3 años y según
las aseguradoras, en sólo 2010 se acercarían
a los mismos $3 billones. Lo importante es discutir soluciones,
es necesario que el gobierno cumpla lo dispuesto en las circulares
de la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos,
en el sentido de obtener los precios de países de referencia
como principio de una solución. También se debe
derogar el decreto 2085/02, que protege más de 70 moléculas
para enfermedades cuyo tratamiento es sumamente costoso. Así
se cumplirían las normas andinas que rigen la materia.
Y anotó: Los tres regímenes: libertad
vigilada, libertad regulada y control directo, coexisten.
El problema es que no son aplicados apropiadamente. Ej: al
Kaletra, un anti-retroviral para tratamiento del sida, después
de una investigación, la Comisión de Precios
le fijó por circular el precio tope. El laboratorio
fabricante, a punta de argucias y recursos, se las arregló
para evadir la adopción del precio. La Comisión
presentó una denuncia ante la Superintendencia de Industria
y Comercio, que archivó el expediente, porque la Comisión
no puso al medicamento en Control Directo, previo paso por
Libertad Regulada.
Para Asinfar, la problemática es estructural: Factor
determinante son los recobros, pero hay otros igualmente alarmantes.
Es un sistema que deja fácil el camino a prácticas
engañosas y corruptas. Los hechos no fueron sobrevinientes,
de años atrás se evidenció que había
que hacer profundas modificaciones a la Ley 100. Todos sabían
que el sistema no funcionaba porque el régimen contributivo
estaba desbalanceado frente al subsidiado.
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