Van Gogh, el artista enfermo
Yénifer Aristizábal
- elpulso@sanvicentefundacion.com
Dentro y fuera del mundo del arte, el nombre y obras del pintor holandés Vincent van Gogh son reconocidos y apreciados por su talento y legado artístico. Al igual que a sus pinturas, la mirada de quienes aprecian sus obras se vuelca constantemente a Autorretrato con oreja cortada (1889), una de las pinturas que más preguntas, hipótesis y cuestionamientos genera alrededor de su salud física y mental.
Una de las aproximaciones más recientes al motivo de la mutilación de van Gogh, la publicó el historiador británico Martin Bailey, quien aseguró que fue una automutilación producto del temor y la angustia al enterarse del matrimonio de su hermano y protector Theo.
La relación entre Theo y Vincent ha sido ampliamente conocida gracias a “Cartas a Theo”, la selección de correspondencia que por veinte años sostuvieron los dos hermanos y que, a la alarga, se convirtió en una autobiografía personal y estética del pintor.
Otra de las teorías ampliamente difundidas es que Vincent se había automutilado producto de una fuerte discusión con uno de sus grandes amigos Paul Gauguin, artista parisino, también posimpresionista, con quien compartió domicilio por solicitud de Theo por cuenta de la preocupación de que su hermano viviera solo, en pobres condiciones económicas y con tendencias cada vez más fuertes a la depresión.
Entre el arte y la enfermedad
Con apenas dieciséis años Van Gogh empezó a trabajar como aprendiz en la Galería de arte Parisino Goupil gracias al favor de su tío quien la dirigía; allí tuvo su primer contacto importante con los maestros del arte.
Como hijo del pastor Theodorus Van Gogh, Vincent intentó también la vida religiosa y viajó Le Borinage, una región minera en Bélgica de donde fue despedido por la iglesia alegando que no ejercía su servicio con dignidad, pues rápidamente donó todo lo que tenía a algunos pobres de la región, quedando él en la completa miseria y durmiendo en la calle.
Durante esta época se comprometió con el dibujo y retrató ampliamente los cuadros que se presentaban ante sus ojos en esta ciudad, lo que le ayudaba a ignorar cualquier sufrimiento, se lo expresó así en una carta a Theo del 15 de octubre de 1881: “con tal de llegar un día a poder dibujar efectivamente lo que deseo expresar, olvidaré todo eso y no me acordaré más que del lado bueno de las cosas, que si se quiere verlo también existe”.
En Bélgica, justamente, se quedó para estudiar arte y en aquella época surgieron pinturas como Los comedores de papas (1885) y el conocimiento de maestros como Rubens y el arte japonés, que influyó ampliamente en su obra. Después, en París, conocería a Picasso, Monet y a su amigo Gauguin.
La lista de enfermedades de Van Gogh es tan generosa como el legado que dejó a las generaciones artísticas que lo reconocen como el principal exponente del postimpresionismo. Su enorme talento le permitió crear más de 900 obras a lo largo de su vida, pero su salud y estado mental le ocasionaron el sufrimiento y la angustia por los que también es conocido. Llegó a estar internado en el manicomio de Saint-Rémy por cuenta de los ataques de demencia que se intercalaban con periodos de lucidez, y que empezaron a hacerse frecuentes.
Diferentes autores han mencionado que Van Gogh padecía de epilepsia, psicosis epiléptica, psicosis maníaco-depresiva, esquizofrenia, neurastenia, psicopatía, de un tumor cerebral, demencia frontotemporal, trastorno esquizoafectivo y síndrome de Asperger o autismo. Además de sufrir intoxicaciones por consumo de trementina.
Precisamente, en una oportunidad tras haber ingerido el óleo de los tubos y la trementina durante un ataque, “los médicos del asilo de Saint-Rémy le prohíben el uso de los materiales de pintura y se ve forzado a dibujar. El dibujo fue para él a veces un sustitutivo de la pintura. A la que regresó con furia posteriormente”, de acuerdo a Guillermo Solana en La raíz de todo. Sobre el dibujo en la creación de Vincent Van Gogh.
En 1890 este artista de 37 años preocupado por encontrar la esencia espiritual del hombre y la naturaleza muere por un impacto de bala. Diferentes autores encuentran prematura la conclusión de algunos de que fue un suicidio y aún se especula al respecto.
Más allá de las enfermedades, de una vida amorosa traumática, de relaciones personales difíciles de sostener y de la pena por haber vendido únicamente un cuadro durante toda su vida; la obra de Van Gogh ha sido la inspiración para cientos de artistas durante décadas y la fascinación de millones de espectadores en el mundo.
|