Este
aparte del primer discurso como presidente electo de Colombia,
doctor Álvaro Uribe Vélez, refleja el espíritu
que siempre ha movido al nuevo mandatario, un antioqueño
'formado con las rocas de la montaña donde nació',
educado en Harvard y docente en Oxford, que este 7 de agosto
llega al Palacio de Nariño para darle rumbo a un país
que lo perdió rato ha y que padece particularmente, las
inequidades de una realidad desbordante en padecimientos, por
cuantas crisis ha sido capaz de soportar.
Ponente, impulsor y defensor de la Ley 100 de 1993, que creó
el sistema de salud en Colombia, el nuevo presidente es un profundo
y estudioso conocedor del mismo; por ello, con esperanza y fe
de carbonero, muchos líderes del sector salud han cifrado
en su gestión el remedio a muchos males del sistema,
agobiado por el peso del manejo económico y por una deshumanización
rampante que ha perdido de vista su norte y su razón
de ser: la salud y el bienestar de todos y cada uno de los colombianos.
Jefe de Bienes de Empresas Públicas de Medellín,
Secretario General del Ministerio de Trabajo, director de la
Aeronáutica Civil, alcalde y concejal de Medellín,
senador de la república, gobernador de Antioquia y ahora
presidente de Colombia, el doctor Alvaro Uribe Vélez
enfrentará de primera mano los desafíos de un
sistema que ayudó a crear pero que perdió en el
camino sus principios rectores y orientadores, hasta desfigurarse
en lo que hoy se tiene, con logros sí, pero con fuertes
y graves carencias y dificultades.
Propuestas para el sector saludEl doctor Alvaro Uribe Vélez
ha afirmado que la Ley 715 de 2001 será su carta de navegación
del sector salud en los próximos años y que sus
prioridades serán la ampliación de cobertura en
los dos regímenes, mayor eficiencia en el uso de los
recursos por parte de la población y el aumento de la
calidad en la prestación de servicios de salud. Palabras
que pudieron haber sido utilizadas por otros entonces candidatos
presidenciales, pero que ahora constituirán el motivo
de desvelo cuando el compromiso es materializarlas, con estrategias,
con colaboradores eficaces y de largo plazo, con el rescate
del maneo pulcro y riguroso de los recursos de la salud y con
la lucha frontal a la manipulación de las normas a favor
de los menos y en contra de los más.
El nuevo presidente se comprometió a desmontar los regímenes
especiales para obtener nuevos recursos y propone 4 procesos
para evitar la mora en el pago a los hospitales: el reconocimiento
obligatorio de intereses moratorios a la tasa más alta
del mercado, el giro directo de los recursos del Sistema General
de Participaciones hacia EPS, ARS e IPS cuando los entes territoriales
no los canalicen debidamente, evitar que la revisión
de formularios se utilice para demorar pagos y reglamentar la
intervención de los actores del sistema que incumplan
repetidamente sus pagos. En contrapartida, los hospitales públicos
tendrán que reducir sus gastos de funcionamiento del
80 al 30%, como en las clínicas privadas, y se promoverá
su participación en la administración del régimen
subsidiado.
El mandatario electo también propone evitar la intermediación
en el pago de subsidios mediante un único fondo que reciba
los recursos de la fuente y los gire directamente al último
de la cadena, mientras a la ARS se le pagará el reaseguro
y la administración. Éstas deberán depurarse
y no se descarta la administración del régimen
subsidiado por parte de las Cajas de Compensación y organizaciones
cooperativas serias.
El doctor Uribe Vélez buscará igualmente, el desarrollo
del sistema integral de información de la seguridad social,
a partir del Número Único de Identificación
para efectos de pensiones, salud y riesgos profesio-nales.
La Superintendencia, indica, reforzará su papel con apoyo
de los departamentos, municipios, universidades, entidades comunitarias
y concejos municipales.
Además, procurará la remuneración equitativa
a médicos y personal de la salud, además de humanizar
la medicina con adecuados tiempos de consulta al paciente.
Para mantener la diversidad de opciones, afirma que es necesario
conservar tanto las EPS como al Seguro Social, el cual deberá
recuperarse sin administración de directorios políticos,
con sacrificios de los sindicatos y la experimentación
en contratos de administración de centros y clínicas
con Cajas de Compensación.
El Ministro y Superintendente de Salud tendrán que asumir,
como los demás ministros, el reto de desempeñarse
como tales por el período técnico de 4 años,
para darle continuidad a las políticas y riguroso cumplimiento
a las metas, indicó.
Esta información puede ampliarla en el periódico
El Pulso No. 41 de febrero de 2001, en el cual se abordaron
las propuestas de los entonces candidatos presidenciales. |