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Pese a que algunos países
han hecho algunos adelantos, al ritmo actual el mundo no alcanzará
para 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados
con salud materno-infantil, plan convenido por todas las naciones
y las instituciones de desarrollo más importantes en
el mundo. Cada año mueren más de medio millón
de mujeres durante el embarazo o el parto, y aproximadamente
11 millones de niños mueren antes de cumplir los 5
años, casi 40% de ellos durante el primer mes de vida,
la mayoría por enfermedades prevenibles. Investigaciones
recientes reportan que por lo menos dos terceras partes de
estos fallecimientos podrían evitarse con intervenciones
probadas y eficaces en función de los costos, que podrían
y deberían estar a disposición hoy en día
de cada mujer y cada niño. Cada año podría
evitarse millones de muertes de mujeres y niños si
se ampliara el acceso a estas intervenciones, y se integraran
y coordinaran los esfuerzos en favor de ellos. Dada la magnitud
de este reto, se ha dicho que ningún país, organización
u organismo puede responder adecuadamente por sus propios
medios.
Para afrontar esta crisis sanitaria, los países y organizaciones
que realizan actividades en el ámbito de la salud de
la madre, del recién nacido y del niño, crearon
la Alianza Mundial para la Salud de la Madre, del Recién
Nacido y del Niño. Esta reúne a países
donantes y en desarrollo, organismos de las Naciones Unidas,
asociaciones de profesionales, instituciones académicas
y de investigación, fundaciones y ONG, con el fin de
intensificar y armonizar el progreso en el plano nacional,
regional y mundial hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio
4 y 5 de las Naciones Unidas, es decir, reducir la mortalidad
infantil en dos terceras partes y la mortalidad materna en
tres cuartas partes para el año 2015.
De esta manera, múltiples organizaciones en el mundo
unen sus fuerzas de manera oficial por primera vez, con el
fin de intensificar las actividades orientadas a lograr los
objetivos relacionados con la salud materno-infantil. Esta
alianza marca un momento histórico frente a la creciente
atención mundial a la salud de las mujeres y los niños.
En trabajos como el Informe sobre la salud en el mundo de
la OMS, artículos sobre supervivencia infantil y neonatal
publicada en la revista The Lancet, y el informe ¿Quién
tiene el poder? publicado a raíz del Proyecto del Milenio
de Naciones Unidas, los principales expertos en salud en el
mundo coinciden en que se comienza a avanzar cuando se enfocan
simultáneamente las necesidades de salud de las mujeres
y sus hijos. Por ejemplo, algunos países de África
occidental y central han logrado reducir las tasas de mortalidad
en la niñez en un 20%.
El reto para Colombia en el tema sigue vigente e implica diversas
acciones: Promover activamente una mejor coordinación
y apoyar la ejecución y evaluación de un plan
nacional amplio para la salud de la madre, el recién
nacido y el niño; disponer de un liderazgo político
más firme; conseguir una cobertura universal de las
intervenciones esenciales; elevar el perfil de la salud de
la población objeto; defender la adecuada asignación
de recursos, financieros y de otro índole; promover
la evaluación, ampliación y realización
de intervenciones eficaces centrando el interés en
reducir las desigualdades del acceso a la atención,
y evaluar los progresos realizados periódicamente y
difundirlos a los participantes en todos los niveles, entre
otros. La prioridad no es solamente para salvar vidas, sino
que también es primordial para avanzar hacia otros
Objetivos relacionados con el bienestar del ser humano, la
igualdad y la reducción de la pobreza.
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