MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 10    No. 127 ABRIL DEL AÑO 2009    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co


Los desafíos de la cobertura universal, vistos desde Medellín

Jairo Humberto Restrepo Zea
Profesor e investigador Coordinador Grupo de Economía de la Salud -GES- elpulso@elhospital.org.co
La Alcaldía de Medellín, como sucede en otras ciudades y municipios de Colombia, de manera articulada con la política nacional impulsada hace varios años y fortalecida mediante la Ley 1122 de 2007, busca mantener la cobertura universal del régimen subsidiado de salud.

a Alcaldía de Medellín, como sucede en otras ciudades y municipios de Colombia, de manera articulada con la política nacional impulsada hace varios años y fortalecida mediante la Ley 1122 de 2007, busca mantener la cobertura universal del régimen subsidiado de salud. El Plan de Desarrollo 2008-2011, Medellín es solidaria y competitiva, establece dentro de los programas a cargo de la Secretaría de Salud, el de acceso a los servicios de salud, y en éste se define el aseguramiento, con el propósito de mantener la cobertura universal del régimen subsidiado y la meta de un 90% de la población potencial afiliada durante todo el período.
Conviene entonces hacer algunas consideraciones acerca de la posibilidad de alcanzar y mantener la cobertura universal, al tiempo que se renueva la discusión sobre lo que significa la propia cobertura universal. Esto se hizo en la Mesa de salud que tuvo lugar el 12 de marzo pasado, convocada por Medellín Cómo Vamos y el Grupo de Economía de la Salud -GES-.

¿Cómo se define y calcula la cobertura universal?
Si se define la cobertura en sentido horizontal o extensivo, ésta se refiere a la población que goza de la afiliación al Sistema de Seguridad Social en Salud. Con la Ley 1122 de 2007, parece formalizarse la idea según la cual la universalidad está enfocada a la población de los niveles 1, 2 y 3 del Sisbén, así que ésta es tomada como la población potencial para calcular la cobertura de los beneficiarios del régimen subsidiado, mientras se esperaría que el régimen contributivo logra captar al resto de la población.
Ahora bien: si se toma la cobertura como la razón entre la población afiliada y la población total o población potencial, se tienen problemas tanto de numerador como de denominador. En el primer caso, las cifras continúan ocasionando confusión y en general tienden a sobre-estimar la cobertura real, pues se tienen al menos 3 medidas diferentes: los cupos disponibles, que resultan de dividir la disponibilidad presupuestal entre la UPC del régimen subsidiado; los cupos contratados, referidos al número de personas que puede afiliar una EPS según contrato suscrito con la Dirección territorial de salud; y las personas efectivamente afiliadas, que son reconocidas a las EPS mediante la UPC. En el caso de Medellín, luego incluso de un recorte, se tienen 872.727 cupos, de los cuales en 2008 se lograron contratar 717.532, pero la Secretaría de Salud reconoce que nunca ha habido más de 700.000 personas realmente afiliadas.
En cuanto al denominador, la situación no es menos complicada, pues la ciudad se ha movido entre varias estimaciones sobre la población total. Aunque últimamente parece lograrse estabilidad en este tema, lo cierto es que Medellín resultaría ser la única ciudad del país en la cual se registró una población en el Censo de 2005 superior a la que se tenía proyectada por el propio DANE. Pero además de la población total, para efectos de hacer seguimiento al indicador del Plan de desarrollo, resulta difícil tener actualizado el volumen de la población potencial.
Pese a esta problemática, se tienen algunos instrumentos que prometen hacer estimaciones periódicas de la cobertura. Es el caso de la Encuesta de Calidad de Vida, que se realiza anualmente en la ciudad desde 2004. Según esta encuesta, y pese a varias dificultades que presenta en cuanto a la calidad de la información, la cobertura en la ciudad ciertamente supera el 90%, lo cual resulta consistente con los notorios avances en la afiliación al régimen subsidiado y las dificultades que muestra la Secretaría de Salud para ampliar la afiliación, pese a disponer de los recursos y realizar campañas para tal fin (Gráfica 1).
¿Qué hacer con las migraciones?
Una situación adicional que agrava las cosas en Medellín, en cuanto a la estimación de la cobertura y la sostenibilidad del régimen subsidiado, se refiere a la población que emigra hacia la ciudad. Como se sabe, al estar circunscrito al ámbito municipal, el traslado de una persona afiliada al régimen subsidiado de un municipio implica que el municipio receptor debe afiliar a la persona a la misma u otra EPS, para poder garantizar la prestación de servicios.
Cobertura universal, pero… ¿de qué?
Un hecho más delicado, por lo menos por las implicaciones en materia de recursos y los derechos de la población, se refiere al plan de beneficios. Esto significa concebir la cobertura en sentido vertical o intensivo, pues se trata de definir el conjunto de prestaciones de acceso universal. Sobre el particular, recordando la Ley 100 de 1993 y la orden impartida por la Corte Constitucional en el sentido de planear el alcance de la igualación de planes de beneficios (Sentencia T-760), Medellín necesitaría cerca de $140.000 millones anuales, para lograr que al menos 700.000 personas del régimen subsidiado recibieran un POS igual al del régimen contributivo.
Es importante destacar que parte de estos recursos está disponible actualmente, mediante las atenciones no incluidas en el POS subsidiado que se garantizan con recursos fiscales, además de que el Fondo Local de Salud dispone de recursos por la diferencia entre los cupos disponibles y los pagados efectivamente. Así que en principio, parece posible hacer un ejercicio piloto en la ciudad para hacer realidad la igualación de los planes.
¿Cómo financiar la cobertura?
Coherente con lo anterior y con el aumento de la cobertura, el gasto en salud en Medellín tuvo un crecimiento sin precedentes en los últimos 5 años (Gráfica 2). Los recursos generados mediante un mayor esfuerzo local, el aumento en el Sistema General de Participaciones y la co-financiación de parte del Fondo de Solidaridad y Garantía -Fosyga-, parecen sustentar la cobertura en las condiciones actuales, e incluso una ampliación, bien sea de la población cubierta o del plan de beneficios.
Conclusiones y recomendaciones
- Desarrollar la meta sobre cobertura del régimen subsidiado, asumiendo con claridad cuánta es la población objetivo, establecer la línea de base y superar la meta para llegar al 100%.
- Fortalecer la presencia de la Secretaría de Salud en la realización de la Encuesta de Calidad de Vida, asegurando una buena calidad de la información.
- Superar la visión de cobertura de aseguramiento y precisar cobertura de programas, con acciones e indicadores de resultado e impacto, como: citologías, control prenatal, crecimiento y desarrollo, entre otros.
- La cobertura universal estaría garantizada. Igual parece posible aumentar el POS subsidiado e igualarlo al del régimen contributivo, al menos para grupos específicos inicialmente.
- Sin embargo, esto debe complementarse con el análisis sobre la población y la cobertura real, y con una revisión sobre la proyección de las diferentes fuentes que financian el régimen subsidiado, y una claridad sobre las cuentas en el presupuesto .
Gráfica 1. Medellín: Afiliados al régimen subsidiado de salud, 1998-2008
Gráfica 2. Gastos totales de la Secretaría de Salud de Medellín, 1998-2008
($ constantes de 2008 y % del gasto municipal)
 
 
 







 



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