Para Gabriel Jaime
Guarín, secretario de Salud saliente de Medellín,
en la ciudad no hay coordinación de red de servicios
que permita que los pacientes se muevan en una lógica
para que lleguen al sitio adecuado, en el momento adecuado y
en la situación adecuada: Es necesario que nos
devuelvan la posibilidad de autoridad sanitaria, porque las
atenciones obedecen mucho a incentivos económicos, de
organizaciones de micro-redes de cada aseguradora, incluso a
qué tipo de financiación y de vulnerabilidad tienen
las personas, y ese es un elemento necesario que debe manejar
la estructura del sistema.
También insistió en la necesidad de recuperar
la capacidad resolutiva de los hospitales de primer y segundo
nivel de atención, lo mismo que recuperar la credibilidad
del médico general, para que el paciente sea atendido
en la complejidad de la institución respectiva.
Además expresó su preocupación por las
deudas que tienen las EPS con el Hospital General de Medellín,
que a 31 de diciembre de 2015 suman $200.000 millones, cifra
que tiene a la entidad ejemplo a nivel nacional en el manejo
eficiente de recursos, en estado de máxima alerta (la
cifra equivale al 5% del presupuesto anual de Medellín).
La cartera vencida superior a un año está por
el orden de $150.000 millones y la cartera vencida que supera
los 6 meses son $50.000 millones. Para el doctor Guarín,
el superávit financiero que presenta año tras
año, es el músculo que mantiene con vida al Hospital
General de Medellín, pero de persistir la mora, sus cuentas
y estabilidad podrían verse afectadas.
Otra preocupación es el retiro paulatino de 80.000 usuarios
de Metrosalud en Medellín, a otros prestadores de servicios
del régimen subsidiado, por falta de contrato con la
entidad. Ello generó un déficit de $15.000 millones
y para su funcionamiento normal en 2016 se requieren otros $15.000
millones; con esos $30.000 millones llegaría a punto
de equilibrio. |