El informe
Estado Mundial de la Infancia 2006: Excluidos e invisibles
de Unicef, es uno de los estudios más amplios que se
realiza sobre las tendencias mundiales que afectan la niñez
y ofrece en detalle las últimas estadísticas sobre
la infancia. Examina la situación de los niños
y niñas más vulnerables del mundo y muestra tanto
los progresos que se han logrado, como los problemas que aún
persisten.
La última versión del informe describe varias
causas fundamentales de la situación desfavorable de
millones de niños en el mundo: la discriminación,
la pobreza y la desigualdad, la violencia, el VIH/sida, los
conflictos armados y la falta de capacidad de determinados gobiernos
para atención de la infancia. Estos factores privan a
la niñez de la protección que necesitan contra
el abuso y la explotación, y les excluye a unos niveles
alarmantes, de la escuela, de la atención en salud y
de otros servicios esenciales.
Se reporta la discriminación, ya sea de género,
de origen étnico o por discapacidad, como una de las
causas más importantes de la exclusión. La que
se basa en el origen étnico afecta no solamente a las
poblaciones indígenas, sino también a las afrodescendientes.
En Colombia, anualmente dejan de registrarse más de 150.000
niños, siendo los más afectados los que habitan
zonas rurales con población dispersa, indígenas
y desplazados, lo cual requiere unas acciones efectivas.
La pobreza extrema es a la vez una causa y una consecuencia
de la exclusión. En América Latina, 2 de cada
5 personas que viven en extrema pobreza son niños y niñas.
A causa de la coyuntura que vive Colombia, en el 2005 más
de 42.000 niños y niñas han sido desplazados forzosamente,
afectando su bienestar físico, mental y emocional.
Se ha demostrado que el adecuado desarrollo nutricional en los
niños y niñas se ve afectado seriamente por factores
como el conflicto armado, el incremento de cultivos ilícitos,
el narcotráfico, las condiciones de desplazamiento forzado,
y sumado a esto, los altos índices de desempleo y pobreza.
Para el año 2000, el 13.5% de los menores de 5 años
presentaron desnutrición crónica, lo que significa
baja talla para la edad, y el 28% de ellos se encontraba en
riesgo de desnutrición severa, siendo los más
afectados los menores de 12 a 24 meses.
La violencia, la trata y el trabajo infantil, constituyen problemas
de gran magnitud y de consecuencias devastadoras para la niñez.
Además de que la violencia puede matar, el resultado
más habitual es una infancia con una salud física
y mental precaria, privada de su derecho a la educación
o abocada a la indigencia y la desesperanza. Bienestar Familiar
recibe más de 15.000 denuncias por maltrato físico
contra niños. Según Medicina Legal, del total
de dictámenes de violencia sexual, más del 80%
son de menores de edad, siendo más afectadas las niñas
entre 10 y 14 años.
En Colombia la cifra de niños y niñas explotados
laboralmente asciende a 3'500.000, lo que representa una privación
al goce de derechos tales como recreación y educación.
Sociedades que valoren el bienestar de la infancia y su propio
futuro, no deben tolerar que persistan estas situaciónes
y deben trabajar en frentes como la investigación, para
determinar las causas y diseñar políticas, programas
y servicios ajustados a la realidad, adecuar la legislación
a la par de los compromisos internacionales a favor de la infancia
y fortalecer la asignación de recursos.
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