Tan importante es la química, que hasta en el amor
es necesaria para que dos almas alcancen la felicidad. El
mismo sector químico farmacéutico colombiano
no podrá ser feliz sino cuando todos los subsectores
que tienen que ver con él, se amen de veras y se "casen"
para alcanzar la anhelada competitividad internacional. Un
paso firme hacia ese matrimonio fue el Primer Taller de Diagnóstico
Prospectivo del sector, realizado por el Centro de la Ciencia
y la Investigación Farmacéutica (CECIF), realizado
en Medellín el pasado 30 de mayo, y que fijó
las primeras bases para armar la Red Especializada del Sector
Químico Farmacéutico y miró al microscopio
esta rama de la industria nacional.
Fue la primera de dos jornadas académicas para el diagnóstico
del sector químico farmacéutico colombiano y
versó sobre las fortalezas y oportunidades del mismo.
Los actores del proceso: laboratorios, Estado, gremios y universidades,
coincidieron en señalar la necesidad de desarrollar
una cultura del trabajo conjunto, para aprovechar toda la
capacidad científica y tecnológica del país
con un solo objetivo: competir.
El sector químico farmacéutico coactúa
en un mercado globalizado para la producción de medicamentos.
El diseño de la Red Especializada cumple con los objetivos
del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y para
su articulación requiere la voluntad política
de los actores involucrados en pro de algo que todos consideran
la base del desarrollo tecnológico y pieza fundamental
para el logro de la paz.
¿Cómo estamos?
El sector químico farmacéutico de Colombia posee
fortalezas y oportunidades pese a dificultades como el escandaloso
crecimiento de las importaciones de medicamentos y materias
primas de seis a casi 600 millones de dólares en sólo
seis años. Aunque los colombianos consumen 65% de medicamentos
nacionales y 35% de productos importados, para este año
se proyectan importaciones por 800 millones de dólares,
cifra que equivale a tres Planes Colombia. En este contexto,
veamos cómo fueron diagnosticadas las fortalezas y
oportunidades del sector.
Fortalezas
Gran reconocimiento internacional, alto número de plantas
farmacéuticas certificadas en las Buenas Prácticas
de Manufactura, el sector es más competitivo, más
sensible hacia la calidad y ágil en la adecuación
industrial para la producción de nuevos fármacos.
Además tiende al autoabastecimiento de productos genéricos
y marcas.
Mayor respeto de la propiedad industrial mediante normas más
modernas y severas.
Avance de nuestras facultades universitarias en la formación
del talento humano, laboratorios bien dotados y trabajo a
conciencia en mejoramiento de currrículos, para que
los químicos farmacéuticos tengan el perfil
de una industria del siglo 21 y globalizada.
Funcionamiento de una institución reconocida por el
Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, como es el
Centro de la Ciencia y la Investigación Farmacéutica
(CECIF).
Laboratorios especializados en el análisis de medicamentos
y grupos dedicados a la investigación.
Reconocimiento del químico farmacéutico como
profesional de la salud .
Vasta red de proveedores de insumos, por ejemplo de la industria
nacional de empaques.
Alta capacidad de agremiación en la industria farmacéutica.
Las oportunidades
Enorme biodiversidad, que nos permite desarrollar productos
farmacéuticos a partir de sustancias naturales que
representan el futuro de la farmacia universal.
Todos los países tienen grandes expectativas sobre
el sector, pues en las naciones donde esta industria tienen
buen grado de desarrollo, sus productos son los que mayores
utilidades producen.
Impacto sustancial sobre la cadena de sectores afines como
los de alimentos, aseo y cosméticos, entre otros.
Gran potencial exportador. En el mercado del Caribe, por ejemplo,
tenemos muchas oportunidades, pues aún podemos producir
más barato que Centro y Suramérica.
El futuro
El diagnóstico prospectivo iniciado en Medellín
dejó más preguntas que respuestas. Uno de los
interrogantes que quedan en el ambiente es: ¿podrán
las fortalezas y oportunidades del sector químico farmacéutico
mantenerlo a flote frente a las limitaciones y amenazas? A
esto responderá la segunda parte del diagnóstico,
para saber qué tan buena salud tiene nuestro paciente.
La academia
Para Silvia Jiménez, decana (E) de Química Farmacéutica
de la Universidad de Antioquia, lo que hace cinco años
era una amenaza muy grande, la exigencia de las Buenas Prácticas
de Manufactura (BPM), hoy es la primera fortaleza a pesar
de sus costos, pues ya se tienen más de cien laboratorios
certificados en BPM, lo cual asegura la competitividad internacional:
Ahora podemos exportar a los países del Pacto Andino.
Al certificar nuestra planta de producción de medicamentos,
a los estudiantes los estamos formando dentro de las BPM:
toda una cultura del aseguramiento de la calidad, señaló.
El centro científico
Luz Elena Castrillón, Directora Ejecutiva del Centro
de la Ciencia y la Investigación Farmacéutica
(CECIF), explica que el centro fue creado hace tres años
por iniciativa del sector productivo, que decidió trabajar
junto con el gobierno y la universidad por el desarrollo tecnológico
y la competitividad del sector, inscrito en el Sistema Nacional
de Ciencia y Tecnología para la consolidación
de redes especializadas, con el auspicio de Colciencias.
De la Red se espera que las instituciones del sector farmacéutico
concebido como cadena productiva (proveedores de servicios,
de materias primas, de empaques, servicios tecnológicos,
laboratorios, clínicas, el consumidor y la industria
como eje central), luchemos por un futuro competitivo para
el sector.
Diego Vélez Gil, Gerente de Laboratorios Lister y Presidente
de la Junta Directiva del CECIF, señaló que
de la red especializada esperan la unión de la industria
con los sectores educativo, hospitalario y el gobierno, para
que Colombia desarrolle los campos farmacéutico y de
la salud. Agregó que por las BPM, la industria nacional
está catalogada como la más técnicamente
capacitada en América Latina y con las más modernas
buenas prácticas de manufactura en el continente. En
cuanto a los estudios de biodisponibilidad (forma en la cual
cada organismo absorbe cada medicamento, de modo que se puede
probar que no lo perjudica) y bioequivalencia (comparación
de un producto nuevo con el producto primero en salir al mercado,
de modo que tenga una igualdad en su acción farmacológica
en el paciente), que apenas están empezando, habría
que evitar excesos que generarían gran costo a los
medicamentos y aplicarlos sólo a productos con una
ventana muy estrecha de seguridad, para proteger al pueblo
colombiano. ASINFAR, la Asociación de Industrias Farmacéuticas
Colombianas, está conversando con el INVIMA, para que
la legislación no dé excesivos beneficios a
las multinacionales mientars exigen demasiado a la producción
farmacéutica nacional.
La investigación farmacéutica
Carlos Maldonado, como vocero de AFIDRO, la Asociación
de la Industria Farmacéutica de Investigación,
indicó que los estudios de biodisponibilidad y bioequivalencia
recomendados por la Organización Mundial de la Salud,
entre otros entes, son importantes para que en nuestros países
cuando aparezca un competidor, pueda demostrar la equivalencia
de su producto, de manera que los medicamentos sean de la
mejor calidad, seguridad y eficacia.
Ante el INVIMA se han presentado los estudios para entre 84
y 120 productos farmacéuticos, de modo que éstos
cumplen las expectativas del paciente y logran un resultado
terapéutico adecuado.
Laboratorios
Nora Salazar, gerente de Laboratorios América, reiteró
que una de las fortalezas grandes del sector son las BPM,
que permitieron elevar las exportaciones de Colombia en 23
millones de dólares, entre 1999 y 2000. Finalmente,
consideró que el sector debe mirar más que todo
la cadena de abastecimientos y repensar el negocio como un
cluster, trabajando desde los oferentes de materias primas,
materiales de empaque, procesos de producción y las
revisiones de control de calidad.
|