Muchos lo intentaron en
vano y fue Alejandro Magno, quién al no po-der desatar
el complicado nudo, lo deshizo con un tajo de su espada.
Siendo un nudo imposible de desatar, su sola mención
hace referencia a problemas irresolubles, algo bien parecido
a lo que se enfrentarían los colombianos del común
en caso de que se presentara y aprobara un pretendido proyecto
de acto legislativo que reformaría el artículo
86 de la Constitución Nacional, en referencia con
la reglamentación de las tutelas.
Desde su instauración en la Constitución de
1991, la acción de tutela se ha convertido en la
tabla de salvación de miles de colombianos que gracias
a ella, han podido acceder a un procedimiento o a un medicamento
para conservar la vida.
Sin embargo ahora, con los manidos argumentos de que el
alto costo de atención que demandan las tutelas tiene
en jaque la estabilidad y el equilibrio financiero de actores
y del sistema mismo de salud, de que la salud no es un derecho
fundamental sino socioeconómico y que debe restringirse
como tal, y de que las gentes han abusado de las tutelas
en salud, se pretendería limitar sus alcances y "entrabar"
de tal manera sus exigencias y condiciones, hasta hacerle
perder el valor de constituir "el último recurso"
para las personas en estado sumo de vulnerabilidad por carencia
de recursos económicos, de intriga o de poder.
La efectividad de la tutela para garantizar actos que preservan
la vida de muchos colombianos es precisamente lo que ahora
se atacaría por vía legislativa, en un país
donde la muerte campea por otras varias vías. ¿Se
condenaría a su desaparición a muchos colombianos
que no tienen los recursos para garantizar su derecho a
la salud y por tanto a la vida, si desde el gobierno se
presentara una propuesta de esta naturaleza?
Si así fuese, se avecinaría una fuerte batalla
social, porque todos aquellos que se dicen defensores del
pueblo (no institucionalizados) tendrían que convertirse
en mosqueteros de la mejor especie, para defender la tutela
ágil, expedita y efectiva, como una de las pocas
herramientas decisivas para garantizar el derecho de los
colombianos a la salud, prerrequisito y consecuencia de
una vida digna.
De aprobarse una iniciativa que dificulte la presentación
y aprobación de las tutelas en salud, el país
estaría en peligro de conservar ese nudo gordiano
que reta a los hombres con su sola presencia y que nos emularía
con Frigia cuando a la muerte del rey Gordias quedó
en manos del dorado Midas, su hijo adoptivo, para quién
todo lo que tocaba debía convertía en oro,
incluso los alimentos que le asegurarían la vida.
¿Qué se privilegiaría, ante el dilema
de la estabilidad financiera del sistema de salud o la salud
de miles de colombianos que salvan su vida mediante una
acción de tutela reclamando el derecho a la salud?
¿Se impondría la fuerza de una ley injusta
sobre el ingenio y la habilidad para resolver los problemas
del sistema de salud por otras vías más imaginativas
y eficaces? ¿Qué es más importante:
La bolsa o la vida?.
Mas
información
Arriba
|