MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 54   MARZO DEL AÑO 2003    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

Juan Luis Londoño de la Cuesta:

Un buen colombiano
"Yo tengo una voluntad de servicio enorme, y esa es mi única aspiración: tratar de hacer las cosas bien. Tal vez es una posición muy cristiana y muy ingenua, pero me parece que este país necesita gente buena que se dedique a hacer las cosas bien. Esa es mi vida, en el fondo". Juan Luis Londoño de la Cuesta
Cuando las trágicas palabras que bajaron del cerro San Julián se pronunciaron, familiares y amigos, propios y extraños y por que no decirlo el país entero, se conmovió: "Nadie sobrevivió" fue la noticia, costaba creerlo. La llamita de la esperanza de que en algún lugar estuviera vivo, se negaba a apagarse. Juan Luis Londoño de la Cuesta, la vitalidad hecha hombre, había dejado el mundo de los vivos.
El ministro se fue sin previo aviso, dejando con su partida una estela de reconocidas obras, testimonio veraz de que estando en vida logró hacer realidad sueños imposibles, quizás para otros, pero no para él. Artífice de las grandes reformas que en materia de salud y trabajo se han aprobado en los últimos diez años, era considerado uno de los padres de la Ley 100, y hombre que daba la pelea por sus proyectos, pues en una maratónica jornada de apenas seis meses, logró que el Congreso de la República aprobara las reformas laboral y pensional, y dio estabilidad jurídica al sistema de riesgos profesionales.
Todos estos logros son fruto de la combinación de una completa formación humanística y profesional, con una brillante trayectoria como funcionario público. Conquistas de un hombre que en solo 44 años supo exprimirle el jugo a la vida. Tras terminar el bachillerato se aplicó a estudiar administración de negocios en la Universidad Eafit, y economía en la Universidad de Antioquia, en Medellín, profesiones a las que sumó un Máster en Política Económica en los Andes, en Bogotá, y un PhD en Economía en la prestigiosa Universidad de Harvad, en Estados Unidos.
Desde su época de estudiante universitario se caracterizó por una gran inteligencia y capacidad de trabajo, cualidades que fueron su pasaporte para viajar a Bogotá y trabajar como asistente de investigación de Fedesarrollo, donde empezó a ganar muchísimo menos que el mensajero de la institución, circunstancia que no lo desmotivó, sino que por el contrario puso en evidencia el perenne deseo, que siempre le acompañó, de hacer las cosas bien hechas.
Este empleo sería la primera referencia en la hoja de vida de un excepcional académico, estudioso y servidor público: Ministro de Salud del Presidente Gaviria, Consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), Subjefe del Departamento Nacional de Planeación, Miembro de la Comisión para la Modernización del Estado y responsable del equipo que preparó el Plan Nacional de Desarrollo 1991-1994, Presidente de la Junta Directiva de Colciencias y Fonade y miembro de las Juntas Directivas de ISA, Carbocol, FEN, así como del Fondo de Solidaridad Social; después de ocupar cargos en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ser asesor del Banco Mundial, fue fundador y presidente de la revista Dinero, Jefe de debate de la campaña presidencial de Noemí Sanín, y para finalizar, Ministro de Salud y Encargado de Trabajo del presidente Álvaro Uribe, a quién apoyó firmemente en la fusión de ambos ministerios en el de Protección Social, nueva cartera de la que adelantaba gestiones cuando le sorprendió el siniestro, y que había nacido solo dos días antes.
Presidente Uribe: Sin pieza clave
Su gran proyección social le convirtió en uno de los ministros claves del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, ideólogo principal del Plan de Desarrollo Social, además de ser pieza fundamental para el cumplimiento de un buen número de metas propuestas en el Plan de Reactivación Social, presentado hace poco por el gobierno.
"A Uribe se le fue más que un buen ministro" tituló con gran acierto un periodista de la prensa nacional. El país entero fue testigo del hondo sentimiento de pérdida que embargó al presidente desde el momento mismo que le informaron del accidente aéreo. "Juan Luis es irremplazable" aseveró, sin duda porque sabía que de no sobrevivir, perdería quizás a uno de los pocos hombres capaz de hacerle eco a su eterno lema de "trabajar, trabajar y trabajar", y de secundarle de la manera más leal en todos sus planes de gobierno. Nunca perdió la esperanza de que lo encontraran vivo, razón por la cual ordenó una búsqueda indefinida de la nave y de sus ocupantes (la asistente personal, Lena María Bloss; el asesor de empleo, Alirio Arcila; el jefe de seguridad, José Joaquín Vera; y el piloto Germán Vanegas), en una operación de 5 días y sin precedentes en la historia del país.
Confirmada la muerte de Londoño de la Cuesta y de sus cuatro acompañantes, el gobierno decretó dos días de duelo nacional como un último homenaje a quien en vida "supo querer y servir". La intervención presidencial durante los funerales del ministro, fue una exaltación a su calidad humana y profesional, en sentidas palabras que manifestaron el hondo pesar del gobernante.
" A Juan Luis los colombianos lo calificamos como un volcán de trabajo que desconoció la fatiga y laboró sin detenerse a mirar la avanzada noche o la temprana madrugada, hombre con el que nació una llama eterna de buen ejemplo, acopio de honradez, preparación, trabajo, sentido humano, amor por la familia y orgullo de la Nación", sentenció el presidente Álvaro Uribe.
Intenso pa' todo: Maria Zulema Vélez
Más de dos décadas "de intenso amor" le conceden a la esposa del ministro, María Zulema Vélez, el derecho de considerarse una mujer dichosa por haber compartido su vida con un ser humano de excepcionales virtudes. "Soy una mujer extremadamente afortunada porque tuve la oportunidad de vivir con el hombre más maravilloso que hay en Colombia entera, que es el padre de mis hijos, mi marido. Y lo uso en verbo presente porque siempre va a estar conmigo", fueron sus primeras palabras tras romper el hermético silencio que guardó durante los días que duró la búsqueda del avión.
Fueron 22 los años felices que ella y Juan Luis Londoño de la Cuesta compartieron en unión matrimonial, felices porque a pesar del agitado ritmo de trabajo, el ministro siempre tuvo presente que hay momentos en que la devoción se impone sobre la obligación, ya que como afirmó María Zulema "a pesar de trabajar arduamente siempre le dedicó el tiempo necesario a la familia". Hombre alegre y de buen humor, que a todo le sacaba chiste, parecía mantener preparada una sonrisa para bajarle el enojo a algún opositor o a una de sus hijas "¡ay papá, tú si tan inmaduro! Fue la exclamación de una de las niñas, luego que su padre intentara hacer las paces valiéndose de un chiste.
De amigos y contradictores
Así era él, lúcido y sagaz para exponer sus ideas, partidario del debate pero no de la discusión insensata; amigos y opositores vieron en este viaje sin regreso la pérdida irreparable de un gran compañero y amigo, un hombre sin igual, de un colombiano ejemplar que supo pisar fuerte, y dejar huellas de modernización y equidad. A quienes expresaron su opinión como homenaje del alma, les faltaron las palabras y les sobraron elogios; aún uno de sus más duros críticos, como fue el excandidato presidencial Luis Eduardo Garzón, reconoció en él a un hombre inteligente "que no peleaba, sino que discutía". Reformador de primera categoría, visionario y brillante, fueron solo algunos de los calificativos sinceros que acompañaron al ministro en su hora final. Intentar etiquetar al ministro con uno de los tantos adjetivos expresados es tarea difícil, pues no solo salieron a relucir sus extraordinario dotes políticos y profesionales, sino que brilló con luz propia la esencia humana de aquel que para no pocos era el "ministro estrella" del presidente Uribe. Estrella perenne que no se ocultará porque su paso por la tierra, por corto que haya sido, no fue fugaz.
"Significa la pérdida de un líder social, inigualable, de un gran ciudadano, de un gran colombiano, de un gran antioqueño, de un ser humano sin igual" Noemí Sanín
Ejemplo para todos
"Ha muerto un gran líder cívico, un funcionario irremplazable, un economista que conocía la realidad nacional; un hombre y padre de familia que debe convertirse en ejemplo para todos. Fue siempre un modelo de la administración pública. Se había perfilado como pieza clave para la transformación económica y social del país".
Gabriel Silva Luján, gerente Federación Nacional de Cafeteros
Dinámico y alegre
"Se siente la tristeza del pueblo antioqueño, el dolor de perder a un ser humano de las virtudes y cualidades, del dinamismo y la alegría, del compromiso y la dedicación que siempre tenía Juan Luis Londoño".
Eugenio Prieto Soto, Gobernador (e) de Antioquia
Fue muy receptivo
"Todo lo que hacía era con convicción, entusiasmo y con el corazón. Fue muy receptivo con los empresarios y le gustaba colegiar opiniones. Siento tristeza porque deja un gran vacío en el país. Ojalá que él mismo nos ayude a encontrar el camino".
Carlos Alberto Beltrán, presidente de Coltejer
Inmensa pérdida
"Me parece una inmensa pérdida, sobre todo si tenemos en cuenta que el Ministro, más que realidades, tenía una serie de promesas, que en el caso de que no se cumplan es terrible. Estoy muy preocupado porque reconozco que, sin duda, era el Ministro a quien más responsabilidad le competía en este proceso de gobierno. Tengo miedo de que todo ese proyecto se quede en el papel y en buenas ideas".
Rafael Humberto Moreno-Durán, escritor
Juan Luis era un ser único
"Recuerdo que la primera vez que fui a Planeación Nacional lo hice invitado por Juan Luis, quien leyó un artículo mío y me animó para que continuara escribiendo. El era un ser único en este país por la combinación entre lo que había estudiado, su forma de ser y su carácter. Era un hombre que asimilaba rápidamente los temas, lo que le permitía, sin discursos demasiado extensos, organizar equipos de trabajo y empezar a trabajar. Hubiera cambiado mi vida por la de él, porque era más perfecto y, por lo tanto, más valioso para la sociedad".
Antanas Mockus, Alcalde Mayor de Bogotá D.C.
Conocí sus ideas
"Personalmente no tuve contacto con el doctor Juan Luis Londoño, conocí sus ideas, las estudiaba y examinaba con continuidad. Él tenía una concepción económica, social, política muy personal, pero muy orgánica. A veces no coincidíamos en los planteamientos, teníamos separaciones ideológicas en algunos puntos, pero eso no implica que no lo admirara y que no descubriera que él tenía una línea de conducta permanente".
Otto Morales Benítez, escritor
Brillante y vigoroso
"Estábamos totalmente atribulados desde el jueves, con la pérdida de la avioneta, teníamos un gran desasosiego. Creo que todo el país estaba pendiente y constatar hoy la cruda realidad de la tragedia es algo que duele profundamente por las condiciones de Juan Luis y de sus compañeros, por todo lo que él podía aportar con esa juventud tan brillante, tan vigorosa, tan creativa que él tenía. Es un dolor de patria muy profundo el que se siente al constatar su lamentable desaparición".
Carlos Holguín Sardi, senador y presidente de la Dirección Nacional Conservadora
Servir, su propósito
"Era un hombre extraordinario, de los más brillantes que he conocido. Deslumbraba por sus conocimientos y profundidad de conceptos y por el entusiasmo que le ponía a sus opiniones. No se movía por dinero ni poder ni por nada diferente de servir a su patria y a las clases menos favorecidas. Y como tenía esa capacidad extraordinaria de trabajo y de convencer, lograba poner en práctica lo que se proponía".
Gloria Zea, directora Museo de Arte Moderno de Bogotá.
 
Otros artículos...
El nuevo Ministerio de la Protección Social
Metas en salud 2003
Se conservó visión de un niño con termoterapia transpupilar láser
Juan Luis Londoño de la Cuesta: Un buen colombiano
Salud solidaria De las seudo-cooperativas y otras especies
Seguro Social condiciona contratación de servicios a IPS
Informe para el sector salud Las negociaciones de Colombia en el ALCA
Hospital de Caldas En “estado crítico por reestructuración”
¿En qué está el ejercicio de la práctica odontológica?
Según investigación de la Fundación Corona Diez años de Ley 100 y la equidad
en salud aún no aparece
Cirugía de tiroides de mínima invasión en Medellín
Hospital Universitario San Vicente de Paúl adopta guías internacionales para trauma cerebral
Adelante con los discapacitados
Decreto 027: Dolor de cabeza para municipios descentralizados
 
 



Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved