MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 298 JULIO DEL AÑO 2023 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

Aseguramiento en salud como expresión de la dinámica empresarial en 2022

Por: Jaime Alberto Peláez Quintero, especialista en economía de la salud, UPB.
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Las 1 000 empresas más grandes (por dinamismo en ventas) en Colombia tuvieron ingresos operaciones por $1 217 billones, lo cual equivale al 83 % del PIB, con ganancias de 137 billones (9 % del PIB), para un margen neto de 11,26 %, cuando el IPC fue de 13,12 %; esta utilidad varió en 40,8 % en este mismo periodo. Estos ingresos, por su parte, tuvieron un excelente incremento o variación del 34 % en 2022, que equivale a dos veces el crecimiento nominal de la economía (17,8 %) en 2021.

En lo que respecta a la rentabilidad, se tuvo el siguiente resultado: rentabilidad del patrimonio (ROE) del 13 % como promedio de los últimos cinco años, cerrando en 2022 en 18,1 %. Por el lado del activo, el ROA fue del 6,7 % con relación al promedio de los últimos cinco años. El margen neto se ubicó en 9,5 % en promedio en los últimos cinco años, terminando el 2022 en 11,3 %. Es decir, que por cada $100 de ingresos se obtienen $11,3 de ganancia.

Los resultados negativos consolidados enseñan un valor billonario de $10.5 billones en 2022, lo que significó un aumento de $0.7 billones entre 2021 y 2022. Además, se incrementó en 19 el número de empresas que las declaran, pues pasó de 120 en 2021 a 139 en 2022, lo cual es una excelente precisión por cuanto se aumenta la base tributaria y con ellos el aumento de posibles recursos para el aseguramiento en salud.

En el año 2022, un total de 20 EPS se lograron instalar entre las 100 empresas más grandes por dinamismo en ingresos operacionales, con ingresos totales de 71 billones (15 % mayor que en 2021), resultado neto negativo de -$1.9 billones, activos de $22.7 billones, pasivos de $24 billones y un patrimonio consolidado altamente negativo de -$1.3 billones. Este desempeño estuvo caracterizado por un deterioro financiero, los ingresos fueron de $61.7 billones, un resultado positivo de $ 274 968 millones y un patrimonio que en el agregado general fue positivo de $1.2 billones.

En general, algunos indicadores financieros advierten ciertamente un alto endeudamiento, especialmente en 2022, que fue del 106 %, mientras que en 2021 se registró una deuda del 94 %. Es decir, los terceros tienen total gobernanza y autonomía sobre el conjunto de decisiones, lo que es un riesgo para la cadena de agentes.

La rentabilidad, verificada desde la tasa esperada por el inversionista o del patrimonio (ROE), según sus expectativas y aportaciones involucradas en la estructura económica y financiera, enseña un resultado neto negativo ($1.9 billones y un patrimonio negativo consolidado de -$1.3 billones), el resultado es negativo (cociente que resulta de dividir dos números negativos), para un resultado de 145 % negativo, cuando 12 meses antes había sido de 22 %, según este informe de marras de fuente de Supersociedades.

En términos de rentabilidad, cuando el análisis se realiza para determinarla frente a los ingresos obtenidos, se encuentra que, en 2022, fue negativo de 2,67 %, contrario a 2021, que había sido bajo, pero con un valor positivo (0,45 %), o lo que es lo mismo, cuando en 2021 por cada $100 recaudados por las EPS, quedaron $0.45 centavos para distribuir entre socios, acometer planes expansivos o prepagar deudas.

Vale destacar que casi las dos terceras partes de las EPS registraron pérdidas netas contables. Esto puede tener múltiples lecturas, desde el control, administración y gestión del riesgo, la demanda inducida, en los altos costos de producción, la inflación, el perfil epidemiológico, la presión tecnológica, las expectativas de los pacientes, las eficiencias técnicas, presupuestarias y asignativas.

Contrario a los resultados de las EPS, los prestadores privados presentaron unos números de mejor pronóstico en términos de rentabilidad, pero acusan fenómenos de alta iliquidez que no corresponden con su alto compromiso de prestación de servicios, por cuanto los ingresos operacionales son una ficción contable, donde se registra el valor de la venta independiente de la oportunidad del recaudo por pago del tercero, que es un asunto de caja (bancos).

Entre los costos asumidos por el prestador y el recaudo efectivo se presenta una sensible asimetría y desproporción que afecta el costo de oportunidad de sus finanzas, al tiempo que implica la asunción de altos gastos de financiamiento.

Con esta precisión, las 5 188 IPS en 2022 obtuvieron en el agregado general un total de $90.6 billones (más otros ingresos de $5.1 billones), cuando en 2021 fue de $60.7 billones en 5 716 IPS. Este ingreso tuvo un costo asociado de producción de $69 billones, para un resultado bruto de $26.7 billones y un margen de 27,98 %. A este valor se le descontaron los gastos administrativos por $18 billones y de este cómputo se obtuvo en resultado operacional de $8.8 billones y margen de 9,19 %. Según este desempeño financiero, una vez sumados los otros ingresos no operacionales y restado los otros gastos no operacionales (-$2.6 billones), la utilidad neta fue de 4.5 billones.

La ecuación contable permite observar como los activos en 2022 son de $82.8 billones, pasivo de $46.3 billones y un patrimonio $36.4 billones. En lo que respeta a la siniestralidad o participación del costo de producción sobre los ingresos operacionales, se observa que en 2022 fue mucho mayor, lo que significa que los costos de producir unidades de servicios de atención en salud fueron mayores, en parte por el incremento del valor de los insumos y demás elementos del costo y a la necesidad de introducir mayores eficiencias técnicas 76,09%, dado que en 2021 este indicador fue de 68,83 %, situación que es mucho más dramática en el caso de las aseguradoras en salud, donde la proporción del costo es cada vez mayor y no se compensa suficientemente con el ingreso.

Un análisis separado, pero determinante, es el caso de la cartera o de la cuenta deudores para el caso de los prestadores. El acumulado o agregado general de cuentas por cobrar a diciembre 31 de 2022 fue de $35 billones, cuando en 2021 se reportó en $28.8 billones, para un incremento de $6.2 billones, es decir del 22 %, o lo que es lo mismo, presta, vende y radica una cantidad de servicios de salud, pero solo recauda efectivamente entre el 60 y 70 %.

Las 29 EPS que presentaron información a la Supersalud en 2022 registraron ingresos totales por $68.3 billones y otros de operación de $1.3 billones, con un costo de servicios de $68 para un resultado bruto de $1.6 billones. Según esto, el margen bruto fue de 2,42 % y una siniestralidad observada de 99,54 %; es decir, se cubre el costo, pero no alcanza a cubrir los gastos administrativos que fueron de $4.6 billones, generándose en consecuencia un resultado operacional negativo de $3 billones para un margen

operativo negativo de 4,36 %. Entre otros ingresos no operacionales y otros gastos no operacionales, y de impuestos a las ganancias, el resultado final o neto en 2022 fue de una pérdida contable de $2.5 billones, con un margen neto de negativo de 3,72 %. Este resultado negativo no tiene precedentes como comportamiento negativo en ese valor billonario y supera con creces todos los años desde que se iniciaron las EPS, incidiendo dramáticamente en el aumento del defecto patrimonial, el cómputo de un patrimonio negativo de -$2.4 billones.


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