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Manual Único Tarifario en salud: una discusión sobre la regulación y los riesgos

Por: Redacción El Pulso
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El Manual Tarifario en salud y la regulación dentro del mercado de la salud son instrumentos para garantizar la equidad y la calidad en la prestación de servicios médicos. Estos mecanismos buscan establecer tarifas justas y acordes a los costos reales de los procedimientos y tratamientos, evitando abusos y asegurando el acceso a la atención sanitaria para todos.

El Manual Tarifario en salud, por su parte, es una herramienta que define los valores y las tarifas de los diferentes procedimientos médicos, medicamentos y servicios relacionados. Su elaboración considera aspectos técnicos, costos operativos, recursos humanos y tecnológicos involucrados en la prestación de servicios de salud.

Según el Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud), “el Manual Tarifario es un instrumento de referencia de precios de actividades, intervenciones y procedimientos en salud, ajustados al Plan Obligatorio de Salud (POS) definido por el Ministerio de Salud y que se encuentra codificado de acuerdo a la Clasificación Única de Procedimientos en Salud (CUPS)”.

Ahora, este manual busca ser modificado, así se expone en una de las propuestas de la reforma a la salud presentada por el gobierno al Congreso. La adopción, por parte del Ministerio de Salud, de un régimen único de tarifas intervendría en el modelo de mercado de la salud. La entidad en el proyecto de ley propone: “Las instituciones prestadoras de servicios de salud privadas y mixtas podrán formar parte de las redes integradas e integrales de servicios de salud para garantizar el derecho fundamental de la salud, en los términos establecidos por la Ley 1751, en especial en su capítulo II y acorde a lo dispuesto en la presente ley. Los servicios habilitados se prestarán de acuerdo con las necesidades y solicitudes del sistema de referencia, bajo el régimen tarifario único, las condiciones para el pago de dichos servicios y la generación de los reportes de información”.

En el régimen propuesto exponen: “Los proveedores de servicios de salud venden servicios de salud de mediana y alta complejidad bajo un régimen tarifario y un sistema de pagos adecuados. La georreferenciación en la prestación de servicios para los proveedores públicos garantiza equidad en la oferta de servicios/en zonas marginadas se prevén recursos destinados a la solidaridad por dispersión y zonas marginadas”.

El gobierno ha declarado que para realizar la modificación del Manual Tarifario es necesario una auditoría centrada en la inteligencia del análisis del gasto, el estudio de las desviaciones y el análisis comparativo del comportamiento de los prestadores en servicios comunes, para determinar aquellos que se desvían del promedio esperado para los protocolos de atención de una patología o servicio determinado, bien sea por mayor utilización de servicios y sus componentes por paciente, o bien sea por prolongar los tiempos de atención y resolución de los casos.

Frente a ello, Minsalud afirma: “Esta opción se apoya en la modificación del Régimen Tarifario y de formas de pago único, dirigido a eliminar las tarifas detalladas y a determinar pagos integrales por tratamientos y servicios, así como formas de pago que impliquen riesgo compartido, tarifas que deben integrar factores adicionales por regiones geográficas y calidad de los servicios y acreditación institucional”.

Vale destacar que diferentes agentes económicos han expuesto que la implementación de un Manual Único Tarifario en salud en Colombia debe estar respaldado por una regulación efectiva del mercado y que esto puede tener varios impactos importantes en el sistema de salud. Cambiar el Manual Único Tarifario causa un efecto sobre el control de los costos de los servicios de salud, en las prácticas de competencia basadas en precios, la calidad de atención y la mejora continua de los servicios médicos. También compromete la asignación de recursos y la eficiencia de la gestión.

Bajo esta misma línea, Andrés Vecino, profesor de la Universidad Johns Hopkins, dice que el tema del Manual Tarifario de la reforma se está tomando de manera muy simple y que tiene que trabajarse sobre el goce del derecho de la salud. Según la reforma, se establece un Manual Único Tarifario estatizado.

Riesgos de un régimen único tarifario

Para Francisco José García Lara, médico cirujano y magíster en Administración de Salud de la Universidad Javeriana, “la existencia de un régimen tarifario único y obligatorio, tal como se propone en la reforma, implica que cualquier servicio de salud deberá ser cobrado y pagado al valor definido en este tarifario. En un mercado abierto, el precio de un servicio de salud lo define el propio mercado, y este debe ser superior al costo más una determinada utilidad, para que la IPS continúe prestándolo”.

Adicionalmente, agregó: “En el sector privado, cuando los costos totales son superiores a la tarifa, la IPS debe ajustar los costos variables, es decir, que estaría obligado a reducir principalmente honorarios médicos, puesto que los demás son prácticamente costos fijos (servicios públicos, arrendamiento, nómina, etc.). Otra opción es disminuir la calidad del servicio, que por el riesgo que implica, probablemente no será aceptado por ninguna IPS. De no lograr ajustar los costos, la IPS privada se verá obligada a dejar de prestar el servicio, puesto que trabajar a pérdida la llevaría a la quiebra”.

Por su parte, el director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), Juan Carlos Giraldo, piensa que si bien es cierto que se requiere un piso, no se puede definir un techo, sino más bien pagos que puedan crecer a partir de incentivos a la calidad de clínicas y hospitales. “Debe haber un sistema tarifario con tarifas piso que reconozcan los márgenes complementarios con diferentes criterios. La respuesta no es un listado de tarifas”.

Por el lado del sector público, Francisco José García señala que “en el sector público la situación es diferente, es posible que la IPS permanezca prestando el servicio, mucho más si es un monopolio, como ocurre en gran parte de los municipios del país, en consecuencia, para continuar haciéndolo deberá tener algún ingreso por fuera de la prestación de servicios (subsidio del Estado, por ejemplo) que garantice el punto de equilibrio en su funcionamiento. Lo anterior puede verse agravado, por otra parte, de la reforma que obliga a formalizar a los trabajadores de las IPS públicas, lo que implica que los costos de estas entidades tendrán un incremento mayor a las IPS del sector privado, haciéndolas aún menos competitivas frente a un precio fijo”.

Para Olga Zuluaga, directora de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (Acesi), los manuales tarifarios deben estipularse acorde con las realidades regionales, lo cual implica que tengan piso (un valor mínimo por pagar), pero también techo (un valor máximo por desembolsar), y que existan también incentivos a la calidad. “El Manual Tarifario será viable en la medida que su construcción esté realizada con los prestadores de diferentes regiones para que contenga las realidades nacionales y no se vaya a ponderar por debajo las tarifas que actualmente se tienen”.


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