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¿Son
equiparables las técnicas de marketing de medicamentos
con las de productos agropecuarios? Uno entra a lo ético
a través del cuidado. El cuidado es una actitud de relación
amorosa, suave, amigable y protectora de la realidad personal,
social y ambiental. La situación de los medicamentos
va en contravía de la filosofía del cuidado.
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Hipócrates en su Juramento postula que al cuidar,
los humanos hacen la tarea que se atribuía a los dioses,
es la respuesta del médico al paciente y se inspira
en la dignidad humana. Todo lo que ustedes, trabajadores de
la salud, sepan, se viene al suelo si no parte del cuidado,
expresó el maestro de la Fundación para el Nuevo
Periodismo Iberoamericano y experto en ética periodística,
Javier Darío Restrepo, en su ponencia Acceso
a medicamentos, dilemas éticos en el Primer Simposio
Internacional de Bioética y Medicamentos realizado
por el Hospital Universitario de San Vicente Fundación
en agosto pasado.
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Para el ganador del
Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar,
esto es el cuidado: Es la capacidad para ponerse en el
lugar del otro, es caricia que integra, es equilibrio entre
ayudar y estimular, es promoción de la confianza en sí
mismo y es ayuda para encontrar sentido. Si comparamos esto
con la realidad del acceso a la salud de los colombianos, el
resultado es nada alentador. Facilitar el acceso a los medicamentos
debería volverse un imperativo moral. La ética
nace con el cuidado y en el cristianismo, es parte del mandato
de Jesús: reconocerlo a Él en el enfermo.
Y cuestionó: ¿Son equiparables las técnicas
de marketing de medicamentos con las de productos agropecuarios?
Uno entra a lo ético a través del cuidado. El
cuidado es una actitud de relación amorosa, suave, amigable
y protectora de la realidad personal, social y ambiental. La
situación de los medicamentos va en contravía
de la filosofía del cuidado. |
En la preparación
de una medicina, en su distribución y entrega hay de
por medio una vida humana, por tanto no puede tratarse de
un mercado como cualquier otro, y debe regirse por prácticas
completamente diferentes, atravesadas por la noción
del cuidado.
Javier Darío Restrepo
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A EL PULSO, declaró:
Los gobiernos cumplen con su tarea al aplicar normas y
sanciones sobre los laboratorios y sobre los distribuidores
de medicamentos: es su función. Pero eso es insuficiente;
ante todo, es un problema de conciencia: la visión que
los médicos, el laboratorista y las empresas farmacéuticas
tienen de su actividad. Si esa visión es únicamente
comercial, se convierte en una opción peligrosa, porque
en la preparación de una medicina, en su distribución
y entrega hay de por medio una vida humana, por tanto no puede
tratarse de un mercado como cualquier otro, y debe regirse por
prácticas completamente diferentes, atravesadas por la
noción del cuidado.
Javier Darío Restrepo expresó inquietud por la
formación ética que dan las universidades, los
hogares, las escuelas y las iglesias, y argumentó que
no puede ser igual la cátedra de ética a la de
matemáticas o geografía: Se trata, no tanto
de impartir conocimientos sino de estimular actitudes, no con
discursos sino con el ejemplo de la propia vida. Si el objetivo
de la medicación es humano, no tiene por qué excluir
el negocio sino establecer un equilibrio. No está la
salud humana para que el negocio prospere; antes, el negocio
debe prosperar para servir mejor a la salud humana. |
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