Maternas siguen muriendo por infecciones
Estudio de mortalidad materna reveló que murieron 476 mujeres entre 2004 y 2014 por diferentes infecciones entre ellas la sepsis.
Nathalee Giraldo - elpulso@sanvicentefundacion.com
Un estudio de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología financiado con recursos del centro NACER de la Universidad de Antioquia, tuvo como objetivo identificar los factores de la atención que contribuyeron a las muertes maternas por sepsis en el departamento de Antioquia. Dentro de la investigación evaluaron el diagnóstico, los tratamientos, la toma de cultivos, la terminación del embarazo, y la remisión a un nivel de complejidad, entre otros.
Los investigadores encontraron como resultado que, de las 476 muertes maternas, 47 mujeres fallecieron por sepsis de origen obstétrico y 11 por infecciones propias del embarazo.
La neumonía fue la principal causa de muerte, según el estudio, y lo más preocupante; “los principales factores que influyeron en el desenlace fueron las demoras en identificar el síndrome, en iniciar tratamientos con antibióticos, y asumir el manejo en niveles con baja capacidad resolutiva”.
La sepsis materna continúa como una de las primeras cinco causas de muertes materna en el mundo. Las infecciones con el 18 por ciento, fueron la tercera causa de muertes en maternas después de las complicaciones hemorrágicas e hipertensivas en el periodo 2010 y 2012 en Colombia, dentro de ellas, las más frecuentes fueron la neumonía, la infección del útero y la infección urinaria.
“Principal razón de mortalidad materna: la mayoría de mujeres en situación de pobreza, no están afiliadas al sistema de salud”
Gladys Vélez Álvarez, médica ginecobstetra, magister en salud pública y directora de Nacer, grupo de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, asegura que el tema de la salud en maternas en el 2017 aún deja muchas dudas, puesto que los objetivos no se han cumplido del todo y se siguen registrando muertes asociadas al embarazo y morbilidad materna extrema. “El país avanzó, sin embargo, la cifra del Instituto Nacional de Salud para el año 2017 es una razón de mortalidad materna de 43.5 muertes por mil nacidos vivos, hubo una reducción importante, pero todavía hay diferencias entre las regiones, el 57 por ciento de los departamentos están todavía con una cifra superior a 45 muertes por cien mil vivos”.
Algunas cifras muestran la gravedad del problema en algunas regiones y la desigualdad e inequidad en la que viven miles de mujeres en Colombia. El departamento de Vichada presenta un índice de 287, la Guajira 183, y el Chocó 269 muertes maternas por cien mil nacidos vivos.
Según la doctora Vélez siguen predominando las causas directas, o sea, las enfermedades que están relacionadas exclusivamente con el embarazo, particularmente los trastornos hipertensivos asociados y la hemorragia obstétrica siguen siendo las dos primeras causas de muerte en el país.
Asegura que hay una tendencia en la reducción por los trastornos hipertensivos pero la hemorragia sigue muy estable, informa la magister que: “hay otras causas que están en aumento y se relacionan con patologías asociadas como los cánceres o las infecciones relacionadas con causas obstétricas”.
Las que más se mueren: mujeres con recursos más bajos
La mortalidad materna es una suma de situaciones. Las cifras muestran que es mucho mayor en las mujeres que viven en las áreas rurales, con menos educación y en aquellas mujeres que están limitadas al sistema de salud, de donde se desprende que su causalidad está directamente ligada a los determinantes sociales y estructurales del proceso salud y enfermedad, “las que más se mueren son las pobres, las que no tienen educación” añade Gladys Vélez Álvarez Médica Ginecobstetra.
El Centro Nacer advierte que hay que trabajar no solo para prestar el servicio de la atención del parto, sino también trabajar para que todo embarazo en Colombia sea una espera deseada y que llegue en el momento en que la mujer y la familia estén preparadas.
Según la directora de Nacer, hay muchas investigaciones que muestran que ante un embarazo no planeado, la mujer está menos motivada para buscar y asistir a los servicios de salud, “hay que trabajar para que estas mujeres tengan acceso a métodos anticonceptivos para regular su fecundidad”.
En Colombia según la encuesta nacional de demografía y salud del año 2015 el 50.5 por ciento de los embarazos no son deseados o la mujer no quería embarazarse en ese momento o quería hacerlo más tarde.
“La crisis del sistema de salud afecta porque a veces hay casos en lo que se retarda la atención, particularmente en mujeres con enfermedades complejas como cardiopatías, que necesitan atención por muchos especialistas y requieren un control prenatal muy coordinado, nuestro sistema de salud se caracteriza por no ser capaz de garantizar la suficiente coordinación y continuidad y una mujer embarazada requiere que los exámenes sean oportunos”.
Y agrega: “Ojalá el embarazo sea controlado en el lugar donde va a ser el parto, porque muchas veces las controlan muy bien en un punto de salud, pero a la hora del parto por la contratación de la EPS, se atiende en otro lugar, donde no conocen como ha sido el embarazo, y en este punto no solamente se gastan muchos recursos por la repetición de exámenes, sino también a veces termina perdiéndose la vida de la paciente.
Embarazadas en cárceles, también están en riesgo
Uno de los casos que ejemplifica al resto de cárceles en el país es Pedregal en la ciudad de Medellín, y que pese a sus pocos años de funcionamiento, se convirtió en una cárcel con muchas problemáticas. Existen denuncias que hay internas en estado de gestación que no son atendidas por el personal médico.
Según Jorge Carmona defensor derechos humanos de la población privada de la libertad, una de las internas perdió el bebé y la mujer estuvo en riesgo de muerte, “hay internas que tienen hasta 7 meses de embarazo y no se han hecho ni siquiera la primera ecografía”.
El defensor de derechos humanos insiste que cuando una mujer se encuentra en embarazo necesita muchos cuidados, y al interior de los centros penitenciarios no hay medicamentos, no hay una pastilla para el dolor de cabeza, mucho menos para un tratamiento para las embarazadas: “Si no le prestan atención a este problema de las mujeres gestantes, se tendrá que llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, esperamos que se nos escuche” afirmó.
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