MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 293 FEBRERO DEL AÑO 2023 ISNN 0124-4388
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Aunque ya se conoce el articulado de la reforma a la salud, este, al igual que las propuestas anteriores, genera inquietudes. Mucho se rumora acerca de que se contempla la eliminación de las Empresas Promotoras de Salud (EPS), que son una suerte de intermediarias en el sistema, hasta ahora encargadas del aseguramiento, y que el Gobierno, a través de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) asumirá esas funciones.
En la presentación que la ministra Carolina Corcho, y el equipo técnico del Ministerio de Salud, hizo ante la Comisión Sexta del Congreso de la República y ante la bancada del Pacto Histórico, quedaron claros algunos otros mensajes como que se terminarán los contratos de prestación de servicios en el sector salud, y que tanto médicos y especialistas, como enfermeras, serían contratados directamente por los hospitales y clínicas en las cuales laboran. Ahí ya hubo una objeción del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien ha sido insistente en señalar que las reformas de este gobierno se harán siempre y cuando sean financieramente responsables.
También se dice que el país pasará a un sistema de salud más preventivo y predictivo, para lo que se dispondría de centros de Atención Primaria en Salud como puerta de entrada al sistema y redes integradas para la atención de la mediana y alta complejidad. A lo que se sumarán más de 20 000 equipos médicos que estarán recorriendo el país para atender a la población, inclusive en sus casas, para evitar que las enfermedades avancen y se haga más complejo y doloroso el proceso para los pacientes y para el sistema mismo.
El pasado lunes 13 de febrero el proyecto de reforma a la salud llegó a las manos del Congreso, para que sea discutido y votado en las sesiones extras a las que fueron convocados, pero desde ya los conocedores del tema han venido evaluando las implicaciones de cada una de las propuestas.
Una de las voces que más fuerte se ha oído es la de Alejandro Gaviria, el hoy ministro de Educación que fue el jefe de la cartera de Salud en el gobierno de Juan Manuel Santos. En la reunión que tuvo el presidente Gustavo Petro con su gabinete en Villa de Leyva, a finales del mes pasado, presentó un documento de cuatro páginas en el que defendía que en la actual propuesta falta un buen diagnóstico de los problemas actuales y las capacidades instaladas antes de proponer cualquier solución.
De acuerdo con su planteamiento, parece que la reforma se centra en la idea de que la eliminación de las EPS resolverá los problemas de insostenibilidad financiera, corrupción y desigualdades territoriales. Sin embargo, Gaviria sostuvo que los problemas financieros son comunes en todos los sistemas de salud y no se pueden atribuir únicamente a la administración del sistema.
Planteó además que la experiencia previa de Colombia con pagadores únicos públicos ha sido desastrosa, y esto podría repetirse a una escala aún mayor con la propuesta actual si se convierte a la Adres en una gran EPS pública, a la que estén afiliados todos los colombianos. En su opinión, “las inequidades regionales, que se repiten en otros sectores como la educación y el agua potable, tienen que ver más con problemas de la descentralización que con los mismos problemas del sistema de salud”.
La reforma propuesta, sostuvo Gaviria, parece destruir lo que actualmente funciona en lugar de adaptar una estrategia de atención primaria al sistema. Hay mucho que conservar en el sistema actual, como la protección financiera de la mayoría de los hogares colombianos, la atención en algunos de los mejores hospitales privados del país y los sistemas sofisticados de información. “Destruir el sistema actual sería un suicidio”.
Luis Hernán Sánchez, presidente de la asociación que agremia a 115 empresas sociales del Estado de Antioquia (AESA), asegura que es indispensable una reforma al sistema de salud que deje de percibir la salud como un negocio y que realmente la interprete como un derecho fundamental.
Para Sánchez, es indiferente que desaparezcan o se mantengan las EPS, pero tiene claro que el papel de intermediación de los recursos de la salud que vienen haciendo sí se tiene que reformar. Por eso, advierte que es importante que exista un ente regulador que haga las veces de gestión del riesgo y que asuma toda la carga administrativa que hoy está en manos de las aseguradoras.
“El hecho de que el Gobierno esté pensando en asumir el gasto de los hospitales de baja complejidad, donde se incluyen a más de 100 hospitales en Antioquia ubicados en los municipios pequeños, es una gran oportunidad, porque a muchos hospitales lo que les pagan las EPS no alcanza para asumir los costos de la nómina siquiera”, anota el dirigente gremial.
Bajo esa lógica, explica Sánchez, a los hospitales y a los secretarios de salud ya no los van a medir por indicadores financieros, sino por indicadores de salud como la mortalidad materna, la mortalidad perinatal, la prevención, entre otros.
Otro asunto que le llama la atención tiene que ver con el logro de la formalización laboral de los empleados de la salud, quienes hoy no están vinculados en el hospital sino a través de terceros como cooperativas de trabajo o sindicatos del gremio. “Eso es lo que llevamos mucho tiempo pidiendo, que se dignifique el estatus del trabajador de la salud. Funcionaría como el magisterio, que independientemente de cuántos niños atienden tienen garantizado su sustento, porque es un servicio que se tiene que prestar, sea a muchos o a pocos”.
De acuerdo con un estudio en el que la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) evaluó el desempeño de los sistemas de salud en el mundo durante 2022, Colombia ocupa el puesto 39 del ranking, con un índice de 81.5 sobre 100; 9.8 puntos por encima del promedio general que fue de 71.7.
Cuando se compara a Colombia con los países de la región de las Américas, es superada por Canadá, con 92.36 puntos; Costa Rica, 90.02; Chile, 87.57; Panamá, 85.04 y Cuba, que obtuvo 83.67 puntos.
El Índice Compuesto de Resultados en Salud 2022 tuvo en cuenta los resultados de 12 variables como esperanza de vida, tasa de mortalidad materna, tasa de enfermedades no transmisibles, incidencia de tuberculosis y años de vida ajustados por discapacidad, entre otros. Además, realizó una correlación con las variables de insumo, como infraestructura, recurso humano, financiación y Atención Primaria en Salud, y de contexto.
El director de la ACHC, Juan Carlos Giraldo Valencia, al presentar los resultados de esta tercera edición del estudio, indicó que estos estudios “aportan al debate recomendaciones sustentadas en evidencia, que a la vez se alejan de la visión reduccionista en la que se considera que los ajustes a un sistema de salud se limita a cambiar un conjunto de artículos en la normatividad que lo enmarcan, para centrarse en la visión de que esta debe tener un enfoque sistémico e integral y darse como resultado de un ejercicio conceptual e intelectual a profundidad”.
Luego de consultar con varios congresistas que, eventualmente, tendrían que votar por la reforma, con lo que hasta ahora se conoce, es casi un hecho que esta no será aprobada si contempla la eliminación de las EPS.
Y es que este es el punto más impopular de la iniciativa. Una encuesta realizada por Invamer, a pedido de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), mostró que el 63 % de los consultados no está de acuerdo con la eliminación de las EPS y, además, el 34 % dijo que el sistema de salud es excelente, el 39 % señaló que es aceptable, y el 27 % consideró que es malo.
De hecho, esas múltiples voces a favor de las EPS han hecho que el Gobierno considere replantear el asunto, pues el mismo presidente Petro se reunió con ellas y luego dijo: “Califico de excelente la reunión con las EPS. Hay voluntad de pasar al nuevo modelo. Valoran las EPS la necesidad de implementar el modelo de salud preventiva y atención primaria en toda Colombia”.
Después de ese espacio, Paula Acosta, presidenta ejecutiva de Acemi, gremio de las EPS, afirmó estar segura de que “las diferencias las vamos a zanjar pensando en esos objetivos y en la puerta que abre el presidente Petro de pensar en que las EPS sigan haciendo parte de este sistema y que haya un énfasis y un foco mucho más grande en la Atención Primaria en Salud”.
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