Los gastos operacionales del régimen subsidiado
fueron de $436.079 millones, para una utilidad operacional
de $4.940 millones y un margen neto de -0.09%, resultado
negativo muy similar al obtenido en el contributivo, con
gastos operacionales de $654.137 millones y un resultado
negativo de $127.251 millones y un margen neto de -1.48%.
Al final se obtuvo un resultado negativo en el régimen
subsidiado de $85.651 millones y en el contributivo de $144.521
millones, siendo sus márgenes netos de -1.50% y -1.68%,
respectivamente. En otras palabras: estas 50 EPS no generaron
un consolidado que les permitiera a sus inversionistas obtener
una rentabilidad para proyectarse o mejorar sus condiciones
actuales de operación.
En el régimen subsidiado, con activos por $3.3 billones
y pasivos de $4.6 billones, se generó un 139% de
endeudamiento, un pésimo indicador financiero por
la pérdida de autonomía de estas organizaciones
y por los efectos comerciales que sobre ellas se derivan.
Aunque fue más bajo el nivel de endeudamiento del
contributivo con 99.40%, ambos resultados son indicadores
de la dramática posición del aseguramiento
en salud en Colombia, que urge de estrategias definitivas
que mejoren esta condición financiera.
Los indicadores de rentabilidad del activo fueron de -0.15%
y -2.07% para el régimen subsidiado y contributivo,
respectivamente, lo cual pone en evidencia la ineficiencia
económica o rentabilidad marginal en que se ven obligadas
a operar esta empresas, pues sus utilidades operativas frente
al alto incremento del costo médico no logran una
sostenibilidad que garantice supervivencia institucional
y sectorial, máxime que la rentabilidad del patrimonio
fue negativa del 6.65%.
Indicadores de permanencia: Alto
incumplimiento patrimonial y pérdida de solvencia
Estos dos indicadores dan cuenta de la exigencia
que tienen las aseguradoras para permanecer en funcionamiento,
los cuales informan de la capacidad para cubrir sus mayores
exigibilidades de operación con sus principales acreedores,
acorde con su efectivo generado y al volumen de cuentas
por cobrar. Asimismo, el cumplimiento del mínimo
valor patrimonial que deben acreditar, siendo este mínimo
de 10.000 salarios mínimos legales vigentes.
Contributivo: aunque menos del
50% cumple indicadores de permanencia, sus resultados consolidados
son negativos
El 47.6% de aseguradoras del régimen contributivo
cumplen los indicadores permanencia en el sistema, en lo
que corresponde a suficiencia patrimonial y patrimonio mínimo,
pero contrasta con el 29.41% que no cumple ambos indicadores.
Igualmente el 11.76% de las aseguradoras cumplieron el patrimonio
mínimo, pero incumplen suficiencia patrimonial, resultados
muy poco atractivos y de alto riesgo en el sector salud,
pues su viabilidad, sostenibilidad y permanencia en el sistema
está seriamente comprometida; más aún,
que en el acumulado el incumplimiento de suficiencia patrimonial
es de $1 billón 178.642 millones, como resultado
de pérdidas acumuladas en ejercicios anteriores,
que a la fecha de corte fue de $1 billón 48.294 millones,
siendo la del período de -$188.124 millones.
Subsidiado: más de la mitad
incumple indicadores de permanencia y resultados consolidados
son billonariamente negativos
Una situación más dramática
se presenta en el agregado general de aseguradoras del régimen
subsidiado, por cuanto el 51.43% de esta entidades, 18 en
total de las 35 que consolidaron información, incumplen
margen de solvencia por $1 billón 838.660 millones,
lo mismo que el patrimonio mínimo de $1 billón
766.634 millones. Tan solo el 17.14% de las aseguradoras
del régimen subsidiado (6 en total) cumplen ambos
indicadores.
Las pérdidas acumuladas del régimen subsidiado
a junio 30 de 2014 alcanzaron los $687.593 millones, siendo
la del período de -$117.001 millones, cifras negativas
que denotan un comportamiento inveterado en el sistema y
que ha menguado sensiblemente sus patrimonios hasta ponerlas
en causales técnicas de disolución y liquidación.
Esto se constituye en una amenaza latente para el afiliado,
dejándolo en una incertidumbre que hasta la fecha
ha sido conjurado por las autoridades sanitarias, pero que
urge de medidas integrales que resuelvan este deterioro
de los signos vitales de las aseguradoras.
Con las últimas medidas del gobierno en el proyecto
de decreto a través del cual es posible ampliar los
tiempos para enervar y conjurar los márgenes de solvencia
negativo y de patrimonio en 5 años en porcentajes
iguales acumulativos del 20%, se abre un abanico de opciones
para aseguradoras que deberán someterse a procesos
de saneamiento y ajuste financiero que favorezcan su viabilidad
empresarial. Esta medida, combinada con un ajuste gradual
en la Unidad de Pago por Capitación (UPC), especialmente
en grandes capitales de departamento que por su desarrollo
tecnológico demandan mayores esfuerzos económicos,
deben ser compensados en procura de favorecer la salud de
sus afiliados .