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Próxima a
expedirse una nueva reglamentación acerca de los criterios
técnico-científicos para la asignación
y distribución de órganos o componentes anatómicos
para trasplante, diversos expertos e instituciones ratifican
sus observaciones sobre algunas propuestas, en el ánimo
de contribuir al logro de una reglamentación lo más
adecuada y equitativa posible, que permita continuar brindando
esta alternativa de vida a más pacientes.
En agosto de 2004, el decreto 2493 hizo una reglamentación
parcial en trasplantes y creó la Red Nacional de Donación
y Trasplante, cuyas 5 regionales (con sede en Bogotá,
Medellín, Cali, Bucaramanga y Barranquilla), están
coordinadas por el Instituto Nacional de Salud; luego la resolución
2640 de agosto de 2005, aclaró la forma de operación
de la Red, y desde entonces el Instituto trabaja en la implementación
de las 5 regionales, con capacitación de personal médico,
sensibilización hacia el tema de trasplantes, y vigilancia
y auditoría de los actores, tales como Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) generadoras y trasplantadoras,
y bancos de órganos y tejidos. Así lo explicó
la doctora María Paula Gómez, coordinadora de
la Red de Donación y Trasplantes.
Una de las principales funciones de la Red es la implementación
de un sistema de información con base en el balance de
gestión de Davida sobre pacientes e instituciones. Dicho
sistema se creó en agosto de 2005 y desde entonces se
trabaja en la creación de un software especializado,
que estará disponible en unos 3 meses, anunció
la doctora Gómez; entretanto, se trabaja a través
de correos electrónicos, donde las IPS informan sobre
listas de espera, órganos trasplantados o rescatados,
y donantes generados.
Dificultades en implementación
de la Red
Aunque el tema de trasplantes no es nuevo para el país,
pues se practican trasplantes desde los años 70's, desde
la Coordinación de la Red de Donación y Trasplante
se vio la necesidad de fortalecer la sensibilización
para la donación. Según el Instituto, desde 1999
viene aumentando el índice de donantes por millón
de habitantes, pero es un incremento muy pequeño (5.2
en 1999, 6 en 2000 y 2001, 5.6 en 2002, 5 en 2003, 6 en 2004
y 6.8 en 2005); señala la doctora Gómez, que este
índice es muy bajo comparado con el de España
de 34 donantes o el de Uruguay de 20, por lo que Colombia debe
trabajar mucho en sensibilización para donación
de órganos. Sin embargo, destacó la labor de la
regional de Medellín, donde hubo un incremento de más
del 20% en donantes, índice que la mantiene como ciudad
líder en donación y trasplantes; también
destacó el aumento de casi 100% en la regional Santander:
La expectativa es 'disparar' las tasas de donación
y trasplante con apoyo de los entes territoriales, para elevar
más el número de trasplantes. |
Sería injusto que el criterio
para distribución de órganos sea sólo
la lista de espera.
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Indica la doctora
Gómez, que junto con el Ministerio de la Protección
Social se debe promover la concientización de las aseguradoras,
para que autoricen los trasplantes, más aún cuando
todas están convencidas de que es mucho más costo-efectivo
tener un paciente trasplantado y no en diálisis toda
su vida, además de lo que gana en calidad de vida y años
de vida saludable: Estamos seguros de que a mediano plazo
las listas de receptores van a crecer. El Ministerio y entidades
del gobierno están trabajando en facilitar los trasplantes,
entonces pinta un futuro prometedor en el país.
En cuanto a los turnos de rescate y distribución de órganos
para trasplante establecidos por el decreto 2493 y la resolución
2640, la coordinadora de la Red de Donación y Trasplantes
recalcó que es competencia de cada coordinación
regional, y que ésta será más claramente
definida por la normatividad próxima a expedirse desde
el Ministerio sobre los criterios técnico-científicos
de asignación y distribución de órganos.
¿Quién debe rescatar
el órgano?
Frente a las críticas de algunas instituciones
sobre la inconveniencia de que el equipo quirúrgico de
la institución trasplantadora rescate el órgano
en la institución generadora del donante, la funcionaria
recalcó que ese será otro aspecto que resolvería
la nueva norma; las posiciones de las IPS varían: algunas
consideran que el trasplante empieza en el momento en que se
detecta el donante y se hace el rescate, por lo que ven apropiado
hacer directamente el rescate; otras instituciones estiman que
tienen toda la capacidad para rescatar y enviar el órgano
a la institución que lo trasplante.
Para dirimir estas y otras controversias, el Ministerio convocó
la participación de representantes de todos los actores,
pero los enfrentamientos no han cesado.
Equidad por regiones y por procesos
Frente a la norma que establece que los órganos
deben someterse a consideración de la Red de Donación
y Trasplantes, el abogado Jorge Luis Jiménez manifestó
que la expectativa es la distribución de órganos
de manera equitativa en el país: Existe la preocupación
de que al estar en Bogotá el mayor número de grupos
de trasplantes y la mayor cantidad de pacientes por tener más
habitantes y candidatos a trasplante, la distribución
privilegie dicha regional. Por eso se espera que la distribución
de órganos se haga no sólo a partir de la lista
de espera, sino también estableciendo turnos por regiones,
para que éstas puedan acceder en igualdad de condiciones
a los órganos.
El profesional recalcó además que la cultura de
donación y la sensibilización de la comunidad,
son dos programas bastante trabajados en Antioquia, mientras
en otras zonas del país no existen: Por ello es
preocupante correr el riesgo de que una regional como Medellín,
con altas tasas de donación de órganos, se convierta
en simple proveedora de órganos para otras regionales
que no han hecho ese trabajo.
Otro aspecto preocupante que deberá resolver la nueva
norma, señaló el doctor Jiménez, es la
decisión ágil y rápida de quién
utilizará el órgano donado, porque la vida de
éstos es corta y demandan cuidados especiales costosos
(Unidad de Cuidados Intensivos, medicamentos, exámenes
de laboratorio, entre otros); también deberá definirse
entonces, que la institución que reciba los órganos
sea responsable económico del cuidado y la extracción.
Debe resolverse además, aclaró el abogado, los
mecanismos de transporte de órganos, para evitar que
se pierdan por demora en la extracción y que aumenten
los costos en el cuidado del donante. En cuanto a los turnos
para el rescate, considera que sería preferible que la
institución donde está el donante rescate el órgano,
para evitar dificultades; además, recomendó que
se atienda convenientemente el sistema de información,
las 24 horas los 365 días del año, no solamente
en la Red sino también en los grupos de trasplante, para
evitar demoras en la entrega y recepción de órganos.
Finalmente, el doctor Jiménez considera que la intención
de la norma a expedirse es buena, por cuanto busca organizar
un tema sobre lo cual no existía reglamentación,
además de garantizar que el nacional colombiano tenga
prelación en trasplante frente al extranjero; sin embargo,
señala que es contraproducente que los trasplantes como
conocimiento técnico-científico que ha puesto
a Colombia a la vanguardia en el mundo, sean limitados por la
norma y sean prácticamente anulados para los extranjeros.
Y concluyó: Lo fundamental es establecer la distribución
de los órganos con equidad, y que los grupos de trasplantes
no se limiten al implante del órgano o tejido, sino que
sean obligados a hacer programas de sensibilización de
la comunidad, para efectos de que cada vez tengamos en cada
regional mayor cantidad de donantes. Ello sólo se logra
a partir de un serio programa de sensibilización y de
educación a la comunidad.
Es inequitativo premiar grupos
de trasplante que no trabajan
Una de los expertos en el tema de trasplantes, el doctor
Álvaro Velásquez, explicó que el decreto
2493 busca premiar a los grupos de transplantes que trabajan
y promueven la cultura de obtención de órganos,
como se hace por ejemplo en Medellín desde hace casi
30 años: El problema surge cuando mediante normas
se pretende favorecer grupos que no trabajan en donación
de órganos, y que sólo que los grupos que si lo
hacen incansablemente, les provean órganos. Es lo más
inequitativo e injusto que existe.
Explica el doctor Velásquez, que si el criterio para
distribución de órganos es sólo la lista
de espera, la regional central de Bogotá con más
millones de habitantes, pretenderá que le envíen
todos los órganos, lo cual no es correcto; según
el profesional, los órganos se deben quedar en
la institución, región o localidad que los genere;
sólo cuando esa localidad o regional no tenga en su lista
de espera receptores para ese órgano, se ofrecerá
a otras regionales. Así hemos hecho siempre en el Grupo
de Trasplantes del Hospital Universitario San Vicente de Paúl
y la Universidad de Antioquia. Creo que es ese el criterio fundamental.
Que por ser la lista de espera regional más corta deban
enviarse los órganos para la región central, no
es correcto. Eso no un criterio de distribución válido
ni técnico-científico. ¿Dónde está
la ciencia y la técnica en esa distribución? Los
criterios técnico-científicos son los exámenes
necesarios y la urgencia, pero no que otro grupo esté
'sentado sin hacer nada' esperando a que otra regional de la
periferia le envíe los órganos. Eso no es criterio
de distribución, tampoco es equitativo, generará
oposición, lo mismo que el criterio de la lista de espera
que tampoco es correcto, porque las EPS en todas las regionales
no autorizan a todos los pacientes que están en diálisis;
hay 13.300 pacientes en diálisis en Colombia, porque
las EPS en vez de tener una de salud tienen una política
financiera, y no aprueban que a esos pacientes se les haga un
trasplante. |
Pese a todas las
demostraciones del costo-efectividad de un trasplante,
las EPS siguen renuentes a autorizarlos.
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Según el experto,
cuando en una región existen una o dos instituciones
con grupos de transplantes, como en Medellín, se hacen
turnos por semanas, sin que signifique que quién rescata
los órganos los tome para si: Siempre los hemos
distribuido: si otra institución trasplantadora necesita
un órgano, siempre, aún siendo nosotros los rescatadores
los hemos ofrecido; existen los registros. Y esa es la forma
correcta.
El doctor Velásquez tampoco está de acuerdo con
que equipos quirúrgicos de otra institución rescaten
los órganos: Es un absurdo. No creo que ninguna
institución de salud, IPS u o Hospital acepte que personas
de otra institución vayan a extraer un órgano,
teniendo gente idónea para hacerlo; si no lo hubiera
sería otra cosa. Es inaceptable que venga alguien de
Cali, Bogotá, Bucaramanga o Barranquilla a sacar un riñón
en Medellín, cuando en Medellín hay profesionales
capaces de hacerlo. Eso es incorrecto y absurdo, anti-técnico,
anti-logistico. ¿Tener que viajar a sacar un órgano
a Medellín y llevarlo en avioneta? Eso es simplemente
un absurdo, por no decir otra cosa.
Problemas con listas de espera
El doctor Mario Arbeláez Gómez, presidente
de la Asociación Colombiana de Trasplante de örganos
ACTO-, señala que luego de sedimentación de muchas
inquietudes planteadas por el decreto 2493, en términos
generales se puede decir que el tema de trasplantes ha funcionado
bien; por ejemplo en Medellín se han enviado órganos
a otras ciudades y se han recibido unos pocos (son más
los que se mandan que los que se reciben). Señala que
persisten los problemas con las listas de espera, reducidas
por la actividad de trasplante permanente y por la entrada y
salida de pacientes, debido a las dificultades con autorizaciones
y contrataciones por parte de las EPS, a la dilación
en los trámites o a las autorizaciones por un tiempo
limitado, razones que se salen del manejo de médicos
e instituciones trasplantadoras, y son responsabilidad de las
aseguradoras.
Frente al hecho de que el rescate lo haga la entidad trasplantadora
y no la generadora, el doctor Arbeláez señala:
Eso es desconocer la experiencia, habilidad y aptitud
de un grupo de transplantes, y dispara costos. Esta situación
puede llevar por ejemplo, a una disminución de potenciales
donantes de hígado; recuérdese que hay dificultades
de desplazamiento entre aeropuertos, que los rescates muchas
veces hay que hacerlos en la madrugada, y que si bien la gente
en Antioquia es muy solidaria y la mayoría de las veces
acepta donar los órganos de su familiar, también
quiere que le entreguen el cadáver rápido. Entonces
a la larga puede ser contraproducente, porque la familia dice
que si lo van a demorar mejor no donan nada, como muchas veces
nos ha sucedido.
Sin receptores no hay trasplantes
Desde la discusión del decreto 2493, el doctor
Arbeláez dejó constancia en el Ministerio de la
Protección Social de que así como sin donantes
no hay trasplantes, también sin receptores no hay trasplantes,
porque no hay autorización expedita desde las EPS. A
un paciente se le puede hacer un protocolo en menos de una semana,
pero las EPS cuestionan el número de exámenes,
dan citas para fechas lejanas; además, al paciente se
le deben corregir otros problemas de salud antes del trasplante.
En este proceso se pueden gastar meses sin completar los exámenes
del protocolo, pero una vez lo tiene aprobado, sigue la autorización
para incluirlo en lista de compatibilidad o lista de espera
para trasplante. Ahí, las EPS demoran la autorización
o la dan por un tiempo limitado, cuando nadie puede garantizar
cuando se trasplante un paciente: puede ser el día que
lo activaron o pueden pasar 1, 2, 3, hasta 5 años, sin
que le resulte un donante.
El doctor Arbelaéz señala que hay aspectos que
definirán el futuro de los trasplantes en el país,
tales como la definición del Manual Tarifario, que dificultará
más la contratación entre EPS e IPS trasplantadoras,
porque se plantea contratación no por paquetes de costos
fijos como se viene haciendo, sino por evento. Además,
cuando el paciente tiene una complicación no relacionada
con el órgano trasplantado, la EPS lo trata en otra institución,
donde generalmente no saben manejar pacientes trasplantados
y pueden tomar decisiones inadecuadas.
Sigue la discusión
Además de las dificultades de tipo operativo
en la organización de la coordinación de trasplantes,
se plantea que la Red de Donación y Trasplantes sea una
entidad auditora de los procesos pero que no participe en la
definición de los procesos, para que no decida eventualmente,
el destino de los órganos.
Y pese a las consultas con los diferentes grupos de trasplantes
y los consensos logrados en la discusión de aspectos
técnicos, hay expectativa de que sean más las
consecuencias negativas que las bondades del decreto próximo
a expedirse, especialmente perjudiciales para ciudades e instituciones
pioneras en la materia. Entretanto, persiste la reticencia de
las EPS a autorizar trasplantes
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