MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 265 OCTUBRE DEL AÑO 2020 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter

Prevenir el suicidio, también es apostarle a la salud pública

Por: Andrea Ochoa Restrepo
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El suicidio es considerado un problema de salud pública a nivel mundial y se encuentra entre las tres primeras causas de muerte entre las personas de 15 a 29 años y la segunda en el grupo entre los 10 y 24 años. Colombia ocupa el tercer lugar en mayor número de casos en América Latina, después de Cuba y Brasil. La conducta suicida, se debe entender como un conjunto de eventos complejos, que pueden afectar a personas de cualquier edad o condición. Cuando se manifiesta el suicidio consumado, se desencadenan consecuencias para la familia y la comunidad. Esta conducta se presenta en personas que mayormente afrontan un sufrimiento emocional relacionado con factores estresantes, interacciones familiares, conyugales e interpersonales; estigmatización, problemas laborales y desigualdad social, entre otros.

Para el Ministerio de Salud: “estos factores estresantes, el marco de las vivencias y las experiencias personales sobrepasan los recursos propios para resolverlas. Por esto es tan importante fortalecer las capacidades de las personas, las familias y las comunidades para afrontar los retos que impone la vida cotidiana, y esa es una de las prioridades intersectoriales de la política pública en materia de salud mental”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio. En Colombia se registraron 28.615 casos de intento de suicidio en 2018, esto es 78,4 casos al día. El 63,4% de estos intentos se presentó en mujeres, de los cuales el 80,5% se presentaron en las cabeceras municipales; 73,5% de los caos se reportaron en personas entre los 10 y los 29 años de edad. Para el año 2019 el Instituto Nacional de Salud (INS) informó que se presentaron 30.539 casos de intento de suicidio en el país. En lo que va corrido de este año, el número de casos ha disminuido en comparación con el 2019 al igual que los casos de suicidio. Así se evidencia en el reporte “Vigilancia rutinaria histórica 2007-2019 y Boletines Epidemiológicos Semanales de 2020”.

Para Andrea Otero, psiquiatra y miembro de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Psiquiatría: “las tasas de suicidio están aumentando a nivel mundial. En los últimos 40 años, los suicidios se han multiplicado por cuatro. Esto se puede deber a que hay mayor conciencia sobre el problema y por eso se detectan más casos”.

Frente a esta situación el gobierno ha implementado algunas acciones para la prevención del suicidio a través de la formulación de la Ruta Integral de Atención para personas con problemas mentales, trastornos, consumo de sustancias psicoactivas y epilepsia. Esta RIAS busca establecer las acciones orientadas a promover el bienestar y el desarrollo de las personas en los entornos en los cuales se desarrolla, así como las intervenciones para la prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación.

La subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, Nubia Esperanza Bautista, señala que con esta ruta se busca armonizar las intervenciones colectivas e individuales para el cuidado de la salud desde una perspectiva integral y un foco especial en la salud mental.

Bautista agregó: “hay diversos factores de riesgo que pueden ser intervenidos con acciones específicas que abarcan la promoción de la salud mental, la prevención y atención a los problemas y trastornos mentales, involucrando a diferentes sectores e instituciones y a la sociedad civil, para que permita evitar así los desenlaces fatales”.

El gobierno ha establecido metas en materia de prevención. Según el ministerio de salud para el 2021 todos los departamentos y distritos deberán haber implementado los planes territoriales para la prevención del suicidio. Además de realizar seguimiento a la totalidad de los casos de intento de suicidio para 2021 con el fin de reducir en 20 por ciento (5% anual) el intento de suicidio y su vez, disminuir la tasa a 4,7 por 100 mil habitantes.

Acciones nacionales y locales para la prevención del suicidio

Esta problemática ha sido incluída en el Plan Decenal de Salud Pública 2012 -2021, en la dimensión Convivencia Social y Salud Mental, y es uno de los eventos prioritarios para la vigilancia e intervención en salud pública en el marco de la Ley Nacional de Salud Mental (Ley 1616 de 2013).

Según el Observatorio Nacional de Salud Mental, el protocolo establecido en vigilancia para el intento de suicido, incluye diferentes responsabilidades asignadas por niveles con el fin de coordinar una atención oportuna que disminuya el problema. Por ello se busca que las Unidades primarias generadoras de datos (UPGD) garanticen la atención integral del caso y seguimiento del mismo con los otros actores del sistema y se realice la notificación y canalización de los casos de conducta suicida. Además, se deben analizar, y difundir, la información de vigilancia para la toma de decisiones que afecten o puedan afectar la salud individual o colectiva de su población afiliada.

Así mismo, las entidades administradoras de planes de beneficios de salud deben garantizar la realización de acciones individuales tendientes a confirmar con las unidades informadoras los casos de intento de suicidio y asegurar las intervenciones individuales y familiares del caso. Además de suministrar la información de su población afiliada a la autoridad sanitaria de su jurisdicción, dentro de los lineamientos y fines propios del sistema de vigilancia en salud pública y participar en las estrategias de vigilancia especiales planteadas por la autoridad sanitaria territorial de acuerdo con las prioridades en salud pública.

Planes de beneficios y desarrollos técnicos

El Ministerio de Salud ha gestionado contenidos de salud mental en el Plan de Beneficios en Salud con Cargo a la Unidad de Pago por Capitación (antiguo POS), en el cual se ampliaron y actualizaron los estándares de habilitación para la prestación de servicios en salud mental mediante las Resoluciones 1441 de 2013 y 2003 de 2014. Además de la Resolución 518/2015, que incluye las tecnologías en salud a desarrollar por parte de todas las entidades territoriales del país. También se pretende implementar la Estrategia Rehabilitación Basada en Comunidad en Salud Mental, así como las Zonas de Orientación Escolar y los Centros de Escucha (que incluye líneas telefónicas en salud mental), los cuales permiten una introyección de los entornos comunitario, familiar y educativo para disponer actividades de educación en salud y apoyo psicosocial.

En materia de desarrollo técnico, se cuenta con un documento del Plan Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida 2018 -2021. Este plan viene siendo construido de manera intersectorial, y hasta ahora se observaron diferencias por sexo en los adultos, las mujeres (7,6%) tienen mayor ideación suicida que los hombres (5,5%) y lo mismo sucede con el intento de suicidio, en las mujeres la frecuencia es 3,3% y en los hombres 1,9%, además de la carga de la enfermedad por causa del suicidio. Las lesiones autoinfligidas intencionalmente (suicidio) ocupan el puesto 18 entre las 20 primeras causas por años de vida ajustados por discapacidad (AVISA), en ambos sexos y en todas las edades.

Programas para mitigar los intentos y casos de suicidio

El Grupo de Salud Mental y Convivencia Social de la Secretaría de Salud Municipal de Cali ha creado un dispositivo de intervención psico-social en el medio escolar: ‘Pasaje a la palabra, pasaje a la vida’, programa que tiene como objetivo abordar los componentes de promoción, prevención, atención y seguimiento de las violencias autoinfligidas, intento de suicidio y violencias de otro tipo en el medio escolar.

Para Miyerlandi Torres, secretaria de Salud Pública de Cali “Desde este dispositivo se han realizado intervenciones colectivas de cuidado primario para la promoción de capacidades de afrontamiento, la prevención del riesgo de suicidio, la canalización y activación de recursos institucionales y comunitarios de las personas afectadas con conductas suicidas y familias”.

En Medellín, se creó el programa “El Escuchadero”, articulación originada con el Metro de Medellín, y varias Secretarías, con el fin de prevenir el suicidio. Se trata de un espacio en el que las personas pueden acceder de forma gratuita a servicios de orientación psicológica por parte de profesionales bajo todos los protocolos de bioseguridad. Este lugar funcionará de lunes a sábado, de 9:00 a. m. a 5:00 p.m. Este programa es el primero en Medellín y el Área Metropolitana y servirá como piloto para replicar en otros sitios estratégicos de la ciudad.

Según el secretario de la Juventud de Medellín, Alejandro Matta Herrera, “el suicidio es un fenómeno que afecta significativamente a las juventudes de la ciudad. En el marco de esta campaña, la Secretaría de la Juventud contará con espacios pedagógicos que aborden la salud mental de los jóvenes brindando herramientas para el cuidado de sí, el conocimiento de las emociones y el desarrollo de herramientas para el abordaje de las dificultades emocionales”.


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