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Enseñanzas que dejó la Covid-19 tras finalizar el 2020

Por: Sarah del Río Pineda
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Comienza un nuevo año y con él, llegan las reflexiones frente a los aprendizajes y las lecciones que dejó el 2020. Sin lugar a dudas, la pandemia por Covid-19 marcó un punto de quiebre pues nos obligó a cambiar las dinámicas de vida y las maneras de coexistir.

Pero distinto a lo que muchos piensan, los retos a los que el virus nos enfrenta aún no han terminado, por el contrario, en medio de los rebrotes, las nuevas cepas y las alarmantes cifras de contagio que actualmente se registran, es en este momento que se deben sumar fuerzas para seguir combatiendo la crisis, sobre todo, para no repetir errores.

Ferney Alexánder Rodríguez Tobón, médico internista, director de la Unidad Funcional de Enfermedades Crónicas, Oncología y Neurociencias del Hospital San Vicente Fundación Rionegro, explicó que no se puede bajar la guardia, dado que la “normalidad” como se conocía antes, posiblemente no va a regresar. Señaló también que el uso de mascarilla, el lavado de manos constante, el aislamiento físico y el aislamiento oportuno ante síntomas, seguirá siendo una constante por un largo periodo:

“Debe primar la consciencia social. Debemos entender que los actos individuales repercuten en los resultados sociales. El mensaje para hacerlo está claro y fácil de entender, pero la adherencia ha sido lo más difícil”.

Edward Alexander Blandón Castaño, médico urgentólogo- Intensivista del Hospital San Vicente Fundación Medellín, hizo énfasis en que se debe evitar lo que pasó al comienzo y se empieza a percibir nuevamente entre las personas, es decir, minimizar lo que está sucediendo.

“Creo que, si bien hay que entender que tendremos que convivir con el virus por mucho tiempo, la perspectiva de una vacuna o el acostumbrarnos a lo que llaman una “nueva normalidad”, no debe hacer que se piense nuevamente que esta enfermedad no reviste gravedad o que es algo que, como dicen algunas personas, “a mí no me da duro””, apuntó Edward.

La gestión de las instituciones de salud y del gobierno nacional sigue siendo fundamental actualmente.

El doctor también se pronunció frente a la gestión de las instituciones de salud y del gobierno nacional, haciendo énfasis en las medidas que se deben mantener y aquellas que podrían funcionar.

“Los centros de salud han tenido un aprendizaje de rápida adaptación al entorno que debe persistir. A la vez, las instituciones hemos entendido lo dependientes que somos y lo importantes que son cada uno de los roles que se desempeñan en un hospital para su normal funcionamiento y para el logro de los resultados en los pacientes”, explicó Rodríguez.

Además, el urgentólogo señaló “Hoy sigue siendo importante ampliar la capacidad instalada en la ciudad no tanto para UCI, sino para pacientes con enfermedad leve a moderada que se puedan manejar en instituciones de baja complejidad. Pero hay que entender que el recurso humano sigue siendo limitado

Según Ferney, los gobiernos deben aplicar el enfoque planteado por la Organización Panamericana de la Salud de “Salud en todas las políticas”, dado que tiene aún más vigencia en este momento, y añadió:

“Una respuesta adecuada en el sector salud solo se logra con el apoyo intersectorial; lo vimos en Antioquia con el importante papel que tuvo el empresariado en la donación de equipos biomédicos para hacer frente a la pandemia y seguramente también ayudando a hacer más fácil el flujo de recursos para las instituciones de salud. Creo que los gobiernos aprendieron que lo mejor que pueden hacer para dar la respuesta más adecuada es rodearse de expertos, de distintas miradas, y saber escuchar para poder decidir”.

Para Rodríguez Tobón, “desde lo estatal, lamentablemente las medidas que mayor impacto podrían tener en el control de la transmisión del virus tienen un alto costo económico que es difícil asumir para nuestra sociedad. Los cierres y limitaciones a la movilidad que estamos viendo retornar en países europeos siguen siendo una herramienta útil, de la mano de campañas educativas amplias y contundentes”.

Los médicos han tenido un rol determinante en el camino de la lucha contra la Covid-19, y a su vez han recibido grandes enseñanzas. El doctor Ferney expuso que si bien las medidas de bioseguridad no son nuevas para ellos, pues siempre las han tenido claras por ejemplo para evitar el riesgo de contagio con pacientes que padecen tuberculosis o evitar accidentes por punciones o fluidos, es ahora que se les han dado más sentido y se han vuelto más necesarias para cuidarse y el entorno y la familia.

Por su parte, Edward Alexander se refirió a la unión y la capacidad de trabajo en equipo que se ha evidenciado, no solamente entre los equipos asistenciales usuales de los servicios de El Hospital, sino entre todas las instancias y grupos de trabajo que han permitido integrarse para dar respuesta a un reto de gran tamaño:

“Urgencias, hospitalización, UCE, medicina interna, pediatría, imágenes, los cuadros administrativos y demás servicios de apoyo… todos con una disposición increíble y una capacidad de adaptación extraordinaria, aportando cada uno desde su quehacer para ofrecer a nuestros pacientes el mejor cuidado”.

Para el fortalecimiento de las campañas y los mensajes de autocuidado en torno al Covid-19, el doctor Edward explicó:

“Tal vez es necesario relacionar más el mensaje con las posibles consecuencias de la infección. Es lamentable ver que hay personas que aún dicen cosas como que el virus no existe, o que es un invento o un negocio, o que no tiene consecuencias graves. Es importante que las personas reconozcan el impacto que la pandemia está teniendo, no solo a nivel de sociedad, sino a nivel individual. Las vidas perdidas, las secuelas incapacitantes, las familias desarticuladas, los sueños truncados. Una cercanía como la que nosotros hemos tenido con todos esos desenlaces tan difíciles de aceptar, seguramente generaría una reflexión más profunda en muchas personas”.

“El coronavirus nos recordó que la felicidad está en las cosas sencillas pero importantes y trascendentales como poder saborear un alimento o sentir el aroma de un tinto y poder estar cerca de las personas que amamos. Nos mostró además lo privilegiados que somos de despertar cada día, de tener salud, tener vivienda, tener personas que nos aman y que gozan de salud, poder madrugar a trabajar; la felicidad está en eso que convertimos en cotidianidad pero que, como nos recuerda El Principito, “es invisible a los ojos, pero visible al corazón”.

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