MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 277 OCTUBRE DEL AÑO 2021 ISNN 0124-4388
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Los hospitales, que venían en crisis durante la última década debido a las deudas sin pagar por parte de las EPS, sumaron otro problema a sus arcas: el gobierno nacional tarda en desembolsar los recursos de la vacunación anticovid.
Desde que se concibió el Plan Nacional de Vacunación, el Ministerio de Salud dispuso de unos recursos que pagaría a las Instituciones Prestadoras de Salud por la aplicación de los biológicos, dicho rubro es diferente en cada región: en la Amazonia la dosis intramural se paga por $9.841, en las regiones Andina, Caribe y ciudades a $7.146, en el Pacífico a $8.088 y en la Orinoquía a $9.677, cuando esta se aplica “intramural”, es decir en la misma clínica.
En el caso de ser necesario la disposición de un espacio para el reposo de los pacientes, cuando se suministra por ejemplo la vacuna de Pfizer, la IPS recibe entre $4.147 y $5.599 dependiendo de la región del país.
Así mismo, cuando las vacunas que deben aplicar por fuera de las IPS (extramural) el valor reconocido es: en la Amazonia $23.015, en las regiones Andina, Caribe y ciudades a $19.899, en el Pacífico a $21.562 y en la Orinoquía a $25.851.
Según el último reporte del Ministerio de Salud, con corte al 8 de octubre de 2021, se han aplicado en todo el país 42´039.612 de dosis, es decir, todas ellas debieron haber sido pagadas a las IPS, al menos en lo que corresponde al giro previo. Sin embargo, hasta el momento solo han sido girados los recursos por 11´622.291 de vacunas, correspondiente a $64.501 millones de pesos.
Unos 24.625 millones de pesos estaban en proceso de pago, de acuerdo con el documento al que tuvo acceso El Pulso, facturas por 10.775 millones de pesos fueron devueltas por inconsistencias, y 23.177 millones de pesos estaban en revisión de la subcuenta.
Solo en Antioquia, que es uno de los departamentos con mejor desempeño, se han pagado 10.475 millones de pesos por 1´919.437 de dosis aplicadas y están programados 22.360 millones de pesos, correspondientes a 3´562.129 dosis (de las cuales el UNGRD ya presentó las órdenes para el pago de 406.723 dosis por un total de 2.783 millones de pesos). Aunque según la gobernación, en el departamento se han aplicado 6´090.476 dosis, es decir, falta por programar el pago de 608.910 dosis.
Por poner solo un ejemplo, a mediados de septiembre al Hospital de Marinilla el Ministerio de Salud le debía $3.000 millones de pesos en vacunación, cuando el presupuesto total del municipio para 2021 era de apenas $70.000 millones. Lo que muestra la magnitud de la problemática.
El Ministerio explicó, en el más reciente Puesto de Mando Unificado, que el rezago se debe principalmente a la demora de las IPS para digitalizar sus servicios, ya que al menos el 26 % de la vacunación reportada no aparece en el sistema de facturación, por lo que es difícil programar los pagos.
La viceministra de Protección Social, María Andrea Godoy Casadiego, explicó que el ministerio, en medio de su voluntad por dar solución a la problemática, aumentó el porcentaje del giro previo del 50 % establecido a comienzos del año al 80 %, y que “considerando que a la fecha hay un rezago de registro en dicho sistema -lo que dificulta el flujo oportuno de los recursos-, se propone habilitar el registro rápido diario de aplicación de vacunas que realizan las IPS, el cual será certificado por las secretarias de salud municipales y departamentales para reconocer el giro previo”.
De otra parte, el Minsalud continúa trabajando con la Agencia Nacional Digital en las mejoras al aplicativo de PAIWEB en cuanto a rendimiento para el registro, dando mejora a los tiempos de respuesta, lo que permitirá que las IPS puedan realizar este proceso en línea. Además, se están haciendo pruebas finales sobre la funcionalidad de “móvil desconectado” para que puedan usar el aplicativo aún sin conexión a internet, para posteriormente hacer la sincronización en las bases de datos.
Adicionalmente con el objetivo de reducir el rezago de los registros en PAIWEB, se está desarrollando una solución de cargue masivo de la información que las IPS tienen en sus propios sistemas de información, permitiendo registrar lo ya digitado y que no ha podido ser subido a PAIWEB.
Esto porque en las IPS debían incluir a las personas que recibieron las vacunas en MiVacuna, pero también en el aplicativo de facturación, con lo que debían duplicar el trabajo. Por ejemplo, de las dosis aplicadas en septiembre se han digitalizado solo el 11 % y 0 % de las aplicadas en octubre.
A Juan Carlos Giraldo, director general de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, le preocupa que la vacunación anticovid se convierta en una presión más para los hospitales, que tuvieron que disponer de espacios, personal y logística muy costosa para la aplicación de los biológicos, cuando ya tenían nóminas atrasadas y deudas con sus proveedores.
“El gobierno ha hecho varios movimientos entre ellos la resolución que permite el pago como un giro previo o anticipo del 80 % de las vacunas y se le dará un papel más estricto a las entidades territoriales para que verifiquen la aplicación y se dé el visto bueno al listado de personas y se hará una auditoría a lo aplicado. La idea es avanzar”, dijo.
La directora Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estados y Hospitales Públicos (ACESI), la médica Olga Lucía Zuluaga, explicó que antes de la pandemia los hospitales públicos tenían una crisis, una deuda de nueve billones de pesos, cuya principal fuente era el régimen contributivo y el subsidiado que sumaban seis billones.
“Una vez entrada la pandemia nos centramos en atender el COVID, fortalecimos las instituciones porque muchas ni siquiera contaban con unidades de cuidado intensivo. Fue necesario disponer de suficiente talento humano para atender esa situación, e incluso el Ministerio de Salud se metió la mano al bolsillo para el pago de nómina, dado que no teníamos facturación por muchos de los servicios que antes se prestaban y por la pandemia dejaron de prestarse”, explicó la directiva.
Pero la crisis se agudizó desde febrero con la vacunación: “Apenas empezaron a fluir los recursos, inicialmente fue un proceso totalmente tortuoso para el reconocimiento de la vacunación. Esperamos que lleguen los recursos de manera importante, porque se vienen unas jornadas muy grandes, porque ya los que se querían vacunar lo hicieron, pero tenemos muchas vacunas, hoy toca es salir a buscar a la gente para que venga a vacunarse. Es un desgaste mayor, unos costos mayores y los recursos no han entrado”.
Es por eso que Zuluaga destacó que el plan de vacunación ha funcionado porque los funcionarios de los hospitales lo han hecho posible, van en chalupa y a pie para llegar a la población que está alejada, buscan a las personas y las convencen de que se vacunen, “no podemos estar ante la disyuntiva de que por falta del pago del trabajo que ya hicieron sean ellos los que deban ser despedidos”.
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