MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 281 FEBRERO DEL AÑO 2022 ISNN 0124-4388
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En los últimos años se ha presentado una disminución importante en la mortalidad infantil a nivel mundial. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) “la oportunidad de sobrevivir a la niñez ha aumentado de manera significativa; la mortalidad de menores de cinco años (MNM5) disminuyó más de la mitad entre 1990 y 2018, al pasar de 93 a 39 muertes por cada mil nacidos vivos (NV). No obstante, el avance en las tendencias ha sido desigual entre territorios y entre subgrupos poblacionales específicos de acuerdo con su pertenencia de clase social o étnica, características demográficas y de sexo”.
Maylen Liseth Rojas Botero,Yadira Eugenia Borrero Ramírez y Flor de María Cáceres Manrique afirman a través del estudio “Muertes evitables en la niñez: un análisis por departamento y municipio en Colombia (2000-2018)” que la mortalidad en la niñez es un indicador sensible de la salud, de las condiciones de vida, del desarrollo y del bienestar de una población, y evidencia la articulación de los determinantes individuales, familiares, ambientales, comunitarios y sociales. El mejoramiento de las condiciones materiales y simbólicas de vida, del sistema de salud, y del contexto socioeconómico y político pueden incidir en gran medida en la probabilidad de supervivencia, en el riesgo de morir por causas potencialmente evitables y en la disminución de brechas sociales en la MNM5.
Si bien Colombia ha logrado una reducción en la MNM5, persisten desigualdades e inequidades territoriales, de clase y étnicas. Entre 1990 y 2018, la tasa disminuyó en un 60,0 % al pasar de 35 a 14 defunciones en niños menores de cinco años (NM5) por cada 1 000 NV, lo que mostraría el impacto de políticas y programas sociales en salud; sin embargo, en 2018 murieron en el país cerca de 9.000 niños antes de cumplir sus primeros cinco años, la mayoría de ellos por causas evitables a través de intervenciones bien conocidas y de bajo costo .
Cabe resaltar que hasta el 2018 en Colombia, las principales causas de muerte en menores fueron la desnutrición, diarrea e infecciones respiratorias. El 65 % de las muertes infantiles ocurren en los primeros 30 días de vida. Cada año, alrededor de 400 niños y niñas mueren por desnutrición y el 70 % de las muertes por enfermedad diarreica aguda (EDA) se concentra en el 50 % de los hogares con mayor pobreza multidimensional”, según el informe de la iniciativa Niñez YA.
Según la directora de la Fundación Éxito, Paula Escobar, en el país “Entre 2005 a 2014 murieron 15.299 niños y niñas, 3.065 por enfermedad diarreica aguda, 8.184 por infecciones respiratoria y 4.050 por desnutrición”. Otros casos importantes que comprometen la vida de los niños y adolescentes es el tema de las gestaciones en madres adolescentes. Según el informe, apoyado por la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ends), en 2015, 17.4 de cada 100 adolescentes de entre 15 y 19 estaban embarazadas.
En el caso de la desnutrición, actualmente, el 40,62 % de los departamentos del país reúne las condiciones que hacen posible esta enfermedad y 18,76 % está en una especie de cuerda floja, ya que sus condiciones pueden haberse agravado por la pandemia.
El Índice de Desnutrición Crónica 2021 de la Fundación Éxito examinó 11 variables determinantes de la enfermedad en 1 076 municipios y corregimientos del país, información que clasificó en cinco categorías, según el riesgo que corren los territorios de presentarla: crítica, baja, media, satisfactoria y sobresaliente. Un total de 45 municipios (4 %) no fueron incluidos debido a la ausencia de datos en algunas de las variables analizadas.
Los estudios muestran que un niño con desnutrición crónica o retraso en talla antes de los 2 años puede tener en la edad adulta 14 puntos menos de coeficiente intelectual, cinco años menos de educación y 54 % menos de salario, que un niño no afectado por la enfermedad.
El análisis de los resultados muestra que, la Amazonía-Orinoquía concentra el mayor número de departamentos en las categorías crítica y baja (88,9 %), seguida por la región Pacífica (50 %). Se destacan las regiones Central (100 %) y Oriental (60 %) con mayor cantidad de departamentos en las categorías satisfactoria y sobresaliente. Bogotá es una de las entidades territoriales en la categoría sobresaliente.
Vichada es el departamento que tiene el ciento por ciento de sus municipios (cuatro en total) ubicados en categoría 1 o crítica, que es la más baja, mientras que el Archipiélago de San Andrés y Providencia cuenta con sus dos municipios en la categoría 5 o sobresaliente, es decir, la que tiene menos probabilidades de desnutrición crónica.
En cuanto a los municipios, Taraira, en Vaupés, obtuvo 0 puntos sobre 100, mientras que Sabaneta, en Antioquia, el mejor ubicado, obtuvo 100 puntos en el Índice.
En el mundo, alrededor de 65 millones de personas padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), siendo esta la tercera causa de muerte. Además, aproximadamente 334 millones de personas sufren de asma y un 14 % de los niños en el mundo padecen esta enfermedad. En términos de mortalidad, se estima que las infecciones respiratorias causan en promedio cuatro millones de muertes al año en todo el mundo, siendo la primera causa de muerte entre los NM5.
En Colombia, para 2019, la Tasa de mortalidad por IRA en menores de cinco años fue de 11.14, mientras que, según datos preliminares, para el 2020 se mostró una reducción bastante significativa de este indicador dado que la tasa de mortalidad fue de 4.18. Con respecto a otros años, este indicador ha mostrado una reducción importante desde el año 2019. En términos departamentales, se pudo identificar que los departamentos con mayor tasa de mortalidad por esta afección en menores de cinco años fueron en 2019: Vaupés, Amazonas, La Guajira y Chocó con una tasa de 52.62, 51.78, 40.00 y 28.96, respectivamente. Adicionalmente, para 2020 los departamentos que presentaron mayor tasa de mortalidad por IRA en menos de 5 años fueron: Antioquia, Vichada, Chocó y Guaviare con una tasa de 30.72, 23.82, 21.00 y 17.80, respectivamente.
Según el Minsalud, algunas de las acciones que se pueden tomar para evitar el incremento de las IRA son: proporcionar un alto consumo de leche materna en los niños menos de seis meses, así como garantizar alimentos de alto contenido nutricional y energético a los mayores de seis meses como frutas, verduras, carnes, entre otros. Adicionalmente, el Sistema de Salud debe propender porque todos los menores de cinco años tengan un completo esquema de vacunación. Por otra parte, es importante garantizar viviendas con condiciones adecuadas donde haya excesiva exposición a condiciones climáticas como el frío o las lluvias que puedan empeorar las condiciones de las enfermedades respiratorias, además del hacinamiento que puede ocasionar un aumento en el contagio.
Según la carta de salud de la Fundación Valle del Lili, la IRA es considerada un problema de salud pública, pues se encuentra dentro de las principales causas de mortalidad en el mundo, ubicándose entre las diez primeras causas de muerte en la población general y dentro de las tres primeras en niños menores de cinco años.
La doctora Adriana Ballesteros, presidenta de la Asociación Colombiana de Neonatología explicó que: “entre la población más susceptible se encuentran los recién nacidos prematuros, los pacientes con factores de riesgo pulmonar y los neonatos en condiciones ambientales y sociales de riesgo”. Entre los factores de riesgo se encuentran las condiciones medioambientales, las cuales pueden agravar los síntomas. Un ejemplo de esto puede ser la exposición al humo de cigarrillo u otros contaminantes, la falta de medidas de asepsia, o las condiciones de la vivienda como: infraestructura, ventilación y humedad.
En Colombia, la enfermedad diarreica aguda (EDA) es un evento de interés en salud pública de control nacional, que requiere acciones de vigilancia y seguimiento rutinario con el objetivo de caracterizar el comportamiento de la enfermedad a nivel departamental y municipal, para detectar situaciones de manera oportuna que sirvan para generar acciones correctivas; así como definir las zonas de riesgo y la tendencia de esta.
Según información originada por el Instituto Nacional de Salud (INS) el comportamiento de morbilidad por EDA en menores de cinco años en Colombia se ubica entre los 70 a 80 casos por cada 1 000 habitantes y en Latinoamérica entre los 20 a 60 casos por 1 000 habitantes para los años de 2001 a 2019. El comportamiento de la morbilidad por EDA continúa en disminución probablemente relacionado con las medidas de contención por la pandemia y las reducciones en las consultas a los hospitales por esta etiología.
Adicionalmente, el informe presentado evidencia que el grupo de edad de 1 a 4 años representa la mayor proporción de la carga por grupos de edad seguido de los grupos económicamente activos entre los 20 a 44 años. Los menores de un año muestran una carga menor al 5 % durante el 2021. En el análisis de tasas de incidencia, hospitalización, letalidad y mortalidad se observa una disminución en cantidad de casos, pero se conservan las mismas tendencias entre la hospitalización y la letalidad, justificado por consulta de casos graves y la disminución de la consulta en casos leves.
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