MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 290 NOVIEMBRE DEL AÑO 2022 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

Regulación de la eutanasia en Colombia, en trámite

Por: Yéssica Tuberquia Agudelo
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La Comisión Primera de la Cámara de Representantes de Colombia aprobó, el 3 de octubre, en primer debate el proyecto de ley estatutario 006 de 2022 que busca regular la eutanasia en el país; pasó con 25 votos a favor y tres en contra. Dicho proyecto es impulsado por el representante del Partido Liberal, Juan Carlos Losada.

Es de recordar que desde 1998, catorce proyectos de ley han sido presentados, sin embargo, ninguno de ellos ha superado el segundo debate. “En diferentes sentencias sobre eutanasia, la Corte ha exhortado al Congreso para que, en su ejercicio de potestad legislativa, avance en la protección del derecho fundamental a morir dignamente, lo cual no ha sucedido a pesar de reiterados intentos fallidos”, explica el doctor Herman Redondo, coordinador de la Comisión de Ética Médica de la Academia Nacional de Medicina.

De igual forma, es importante mencionar que el 22 de julio de 2021, la Corte Constitucional mitigó los requisitos para acceder a la eutanasia, con lo cual se les permitió a los pacientes no terminales acceder a este procedimiento. Hasta ese momento, para practicarse la eutanasia se debían verificar los siguientes aspectos: presencia de enfermedad terminal, sufrimiento secundario a la enfermedad terminal, capacidad y competencia mental, inexistencia de alternativas razonables de tratamiento específico para la enfermedad que provoca la condición de enfermedad terminal o del alivio de síntomas, recepción de cuidados paliativos.

El incluir a pacientes no terminales reavivó el debate, lo cual se evidenció con el caso de Martha Sepúlveda, quien padecía de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) e iba a ser la primera persona en acceder al derecho. No obstante, dos noches antes del procedimiento, que ya había sido autorizado, fue cancelado por el comité médico. Dos semanas después, un juez de Medellín le ordenó a la clínica reprogramar la eutanasia.

Hasta abril de 2022, se han practicado en el país 284 casos de eutanasia en adultos, la gran mayoría por causa de cáncer de diferente causa.

Ahora bien, la propuesta de este nuevo proyecto de ley también ha generado bastante polémica, ya que incluye a los niños como sujetos de derecho a morir dignamente: “Todo niño, niña o adolescente entre los seis y dieciocho años que se encuentre en pleno uso de sus facultades mentales y de sus desarrollos psicológicos, emocionales y cognitivos deberá ser consultado de manera prevalente y podrá expresar sus preferencias y voluntades respecto de la recepción de la aplicación de la muerte médicamente asistida y de las otras modalidades de ejercicio del derecho a morir dignamente”.

De igual forma, contempla un Documento de Voluntad Anticipada, con lo cual un niño mayor de 12 años puede expresar su voluntad para acceder a la eutanasia en un futuro, en caso de que su enfermedad no le permita decirlo para ese momento. No obstante, es de aclarar que el proyecto de ley es claro en cuando a que un menor de edad no podrá acceder a este procedimiento si sus padres no dan su consentimiento.

En Colombia, hasta ahora, no se ha practicado ningún proceso eutanásico en menores de 18 años. “El Proyecto de Ley Estatutaria 006 de 2022 es bastante extenso en este tema, en términos generales se acoge a la Sentencia T-544 de 2017 de la Corte Constitucional, en virtud de la cual se ordena al Ministerio de Salud que disponga lo necesario para que los prestadores de servicios de salud cuenten con Comités Interdisciplinarios, como los reglamentados en la Resolución 1216 de 2015, en aras de garantizar el derecho a morir dignamente (DMD) de los niños, niñas y adolescentes”, expone el doctor Redondo.

Diana María Peláez Cardona, psicóloga de la Unidad de Duelo de la Funeraria San Vicente, especialista en cuidados al final de la vida, plantea varios cuestionamientos al respecto: “Para hablar de eutanasia tendríamos que hablar del proceso de autonomía, de evaluar la autonomía que tiene un niño o un adolescente para hacer este pedido. ¿Qué realmente es lo que está pidiendo el niño? ¿Bajo qué parámetros y escenarios desde lo psíquico y desde lo vinculante de las relaciones está pidiendo la eutanasia?”.

La cultura de la tanatofobia

El miedo a la muerte es una realidad en nuestra cultura; no solo como fin, sino también como proceso. ¿Cómo nos morimos? Entonces la enfermedad y el dolor vienen a presentarse como dos conceptos asociados negativamente; así, huimos de cualquier cosa relacionada a estos estados. “Nosotros no podemos estar enfermos, porque estar enfermo es malo, cuando realmente la enfermedad también hace parte de la vida”, expresa Peláez. De esta manera, el concepto de calidad de vida se liga a la ausencia total de enfermedades.

Y con el proceso de enfermedad vienen las preguntas: ¿quién me cuida?, ¿a quién pongo en el rol de cuidador?, ¿voy a ser un estorbo? A través de estas inquietudes, Peláez también cuestiona qué se está pidiendo con la eutanasia: ¿se está tramitando la omisión del dolor o muchos más factores?

Ante una cultura de bienestar, donde la enfermedad y el sufrimiento no caben, la psicóloga Peláez piensa que “como especialista en cuidados al final de la vida, la enfermedad muchas veces es una oportunidad para uno vivir el final de su vida de una manera distinta, como: hablar de asuntos pendientes, abordar temas del recuerdo, de la historización, de la vida, o tramitar aspectos de la relación a través del cuidado”.

No obstante, también hay que evaluar cuando estos escenarios no son posibles y solo queda el dolor. “Yo no puedo llegar a decir usted no está sufriendo tanto, no amerita el procedimiento”, afirma Peláez. Del miedo a perder nuestra autonomía, a que no podamos valernos por nosotros mismos, a que nos tengan que cuidar, donde la calidad de vida es la que está en juego, la eutanasia se presenta como una respuesta al cómo morirse, ya pues como una calidad de muerte.

Sin embargo, el buen morir no tiene un solo camino. En ese sentido, el doctor Redondo le recomienda al Ministerio de Salud y Protección Social “garantizar el acceso a todos los pacientes que lo requieran el acceso a los cuidados paliativos y a la adecuación del esfuerzo terapéutico, para que la muerte anticipada no sea la única forma de terminar con padecimientos incurables, dolores e intensos sufrimientos”.

Héctor Rodrigo Cuervo, médico hospitalario y parte del comité de ética de varias instituciones, quien aclara que sus declaraciones son a título personal, está de acuerdo con lo anterior: “Se habla mucho de eutanasia, pero no se habla mucho de los cuidados paliativos y de la adecuación del esfuerzo terapéutico. A mí sí me preocupa que se abran ciertas presiones sociales para determinados tipos de pacientes, porque se les dice que quizá no hay otra opción o que tal vez sea la mejor”.

Así pues, Cuervo sugiere que se tenga en cuenta todo el panorama: “velar por todos, por los que piden la eutanasia, por los que no la piden, por los médicos que no son objetores, por el personal de salud que es objetor, porque todos estamos inmersos en este entorno social y debemos tener presente esas dimensiones, esa diversidad”.

Otras sugerencias

En el concepto de La Academia Nacional de Medicina sobre el proyecto de ley estatutaria Número 006 de 2022, se sugiere: no cambiar el nombre de Eutanasia por el de Muerte Médicamente Asistida (concepto utilizado en el proyecto), instando a que se conserve el nombre universalmente reconocido; reglamentar el procedimiento del suicidio médicamente asistido, ya despenalizado con la Sentencia C-164 de 2022; permitir que el Ministerio de Salud y Protección Social reglamente aspectos procedimentales con el concurso de la comunidad científica nacional.

Ahora bien, el proyecto de ley surge por la necesidad de cubrir un vacío legal; de igual forma, se acoge a lo ordenado por varias sentencias de la Corte. “Tanto la Corte como el MSPS han hecho lo que les corresponde, ahora tiene la palabra el Congreso de la República dentro del marco de su competencia legislativa”, declara el coordinador de la Comisión de Ética Médica de la Academia Nacional de Medicina.


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