En el
II Foro Social Mundial de la Salud cumplido en Nairobi, Kenia,
del 21 al 23 de enero pasados, cuya temática principal
fue La salud en África: El espejo del mundo,
un grupo de activistas liderados por la premio Nóbel
2004, Wangari Mathai, pidieron a los miembros de la Unión
Africana que agrupa 53 países de ese continente, que
dediquen el 15% de sus presupuestos a salud, tal como fue acordado
en 2001 en la Declaración de Abuja.
La propuesta ideada por el premio Nóbel, arzobispo Desmond
Tutu, busca revertir la tendencia a empeorar que tienen las
enfermedades allí: El desafío más
crucial de los líderes africanos es emprender acciones
concretas para poner fin a la trágica pérdida
de 8 millones de vidas anuales por enfermedades tratables y
causas de salud en general.
África está al borde de la extinción
porque nuestros líderes han fallado al priorizar la vida
de nuestra gente. Se estima que 40 millones de africanos han
muerto por enfermedades relacionadas con malas condiciones de
salud, señaló la premio Nóbel Mathai.
Al menos medio millón de africanos mueren anualmente
de tuberculosis (35% de las víctimas mundiales); también,
24 millones de personas tienen sida y tuberculosis al mismo
tiempo y 4 millones de menores de 5 años mueren anualmente
por infecciones relacionadas con esta enfermedad. Además,
África presenta el peor indicador de enfermedades que
afectan a mujeres y tiene el más alto número de
mujeres portadoras de sida del mundo. |