Parecería
que las circunstancias actuales en torno de la globalización
promovieron una igualdad en el acceso a los servicios de salud
a nivel mundial. Pero el refrán del dicho al hecho
hay mucho trecho, se transforma en realidad día
a día. Mientras mucha inversión interna de un
país se enfoca en defensa, comercio, agricultura u otros
temas, la salud se mantiene con presupuestos que limitan a cualquier
país que busque transformar la vida de todos sus habitantes,
independiente de su raza, género, grupo étnico
y/o nivel socioeconómico.
El Instituto de Medicina (IOM) de Estados Unidos, publicó
un reporte en marzo de 2002 titulado Desigualdad en el
tratamiento: |
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Confrontando las diferencias en el cuidado de la salud según
raza y grupo étnico. Allí se concluía
que múltiples razones contribuirían a esta desigualdad,
pero la evidencia sugiere que sesgos, prejuicios y estereotipos
por parte del prestador de servicios de salud pueden contribuir
a diferencias en la atención.
Después de un análisis basado en la revisión
de más de 100 artículos que evalúan la
calidad de la salud en diferentes grupos raciales y minorías
étnicas, se confirmó que la gran mayoría
indica que las minorías reciben menos atención
que la población blanca en servicios de salud, incluyendo
intervenciones clínicamente necesarias en enfermedades
como cáncer, enfermedad cardiovascular, HIV/sida, diabetes,
salud mental y otros servicios, incluyendo tratamientos rutinarios
necesarios para el paciente. Todo esto después de evaluar
diferencias en el aseguramiento en salud, ingresos y otros factores.
Enseguida, algunos ejemplos concretos:
- Enfermedad cardiovascular: Los estudios muestran después
de un ajuste de múltiples factores, que la raza y el
grupo étnico permanecen como determinantes en la desigualdad
para el cuidado de esta enfermedad.
- Cáncer: El tratamiento y el acceso a analgésicos
por parte de los grupos étnicos minoritarios y otras
razas diferente a la blanca, es más restringido.
- Trasplantes: Los afro-ameri-canos y otras minorías
tienen dificultad en la evaluación necesaria para ser
candidatos a este tipo de procedimientos, tienen dificultades
para estar en la lista de espera de trasplantes, y tienen menos
probabilidades de que se lleve a cabo el trasplante después
de verificar su seguro médico y otros factores.
- HIV: Los afro-americanos con HIV tienen menos probabilidades
de tener acceso a medicación anti-retroviral, menos probabilidad
de recibir profilaxis contra la neumonía por pneumocystis,
y menos probabilidades de recibir inhibidores de la proteasa,
comparado con pacientes de grupos no minoritarios portadores
de HIV. Estas desigualdades permanecen aún después
de un ajuste en variables como edad, género, educación
y cobertura del seguro médico.
Objetivos y propuestas
Si en algo se le debe dar crédito a un sistema
tan criticado como el americano, es su capacidad de auto-evaluación
y la reacción para lograr cambios. En este caso se tienen
objetivos claros, cómo eliminar la desigualdad en la
atención en salud y fortalecer el sistema de salud. Hoy,
este es un tema frecuente en el debate político de este
país.
Al reconocer la desigualdad que rige en el sistema de salud
americano, la Asociación Americana de Medicina (AMA)
y la Asociación Nacional Médica (NMA) crearon
una comisión para terminar la desigualdad en la atención
en salud. Esta comisión, integrada por una coalición
de más de 50 Estados, organizaciones y sociedades médicas,
junto con otras organizaciones de profesionales en salud, está
decidida al cambio.
Las principales objetivos son:
1. Diálogo directo a nivel nacional, federal y local
con el estamento gubernamental, para priorizar el tema de desigualdad
en la atención en salud de los grupos minoritarios.
2. Asistencia al médico, estudiante de medicina y otros
profesionales de la salud, para que se involucren directamente
en la comprensión de este tema.
3. Dar recomendaciones para facilitar estrategias y prácticas
a nivel del entorno laboral, con el objetivo de eliminar la
desigualdad.
4. Aumento de la diversidad étnica y racial en los profesionales
de la salud.
5. Promoción de la colaboración entre la medicina
y la empresa privada para desarrollar estrategias en la eliminación
de la desigualdad.
En Colombia
Después de esta mirada al caso norteamericano,
es obvio que hoy más que nunca en Colombia se necesita
tener una visión a largo plazo. Se requieren objetivos
claros y concretos para acabar con las desigualdades que han
llevado a nuestra sociedad a expresar sus grandes diferencias
a través de la violencia o del silencio. Para esto se
requiere más que un arma, se necesita el compromiso de
cada uno de nosotros para acabar con la diferencia e incentivar
los siguientes cambios: mejoramiento en la nutrición,
acceso a agua potable, acceso a educación, dignidad en
el empleo y acceso a servicios básicos de salud.
Factores como el nivel socioeconómico y cultural, el
género, el pertenecer a un grupo étnico, no deben
ser obstáculos para que se logren cambios radicales dentro
de nuestra sociedad. Desde la escuela primaria y secundaria
se deben realizar esfuerzos para construir un país donde
exista conciencia de la desigualdad y soluciones para reconocerla.
Asimismo, las universidades públicas y privadas no deben
resguardarse en su espacio, y menos aún justificar su
aislamiento frente a su comunidad y su realidad.
Sería importante iniciar un estudio a fondo en nuestro
país sobre la desigualdad racial y étnica en torno
de la atención en salud. Sabemos que existen desigualdades,
pero, ¿estaremos justificándolas sin mirarnos
a nosotros mismos? Es importante considerar que tanto la incertidumbre
del médico o profesional de la salud, como los estereotipos
que mantenemos en nuestro inconsciente, nos impiden reconocer
la desigualdad.
Además, en la medicina actual la toma de decisiones se
debe en muchas ocasiones a presiones de terceros, reflejándose
esto en tiempo e información limitada. Admitir un problema
es el primer paso para el cambio, pero iniciar la búsqueda
de sus soluciones mucha veces toma una eternidad. Si lo mencionado
aquí está sucediendo en Colombia, no debemos esperar
décadas para iniciar un cambio. |