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En Consejo Nacional
de Talento Humano
La universidad pública
sigue reclamando participación
Hernando
Guzmán Paniagua - periodista - elpulso@elhospital.org.co
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Las universidades
públicas mantienen el temor de ser convidados de piedra
en el Consejo Nacional de Talento Humano en Salud. En juego
están la idoneidad y competencia del organismo recertificador
y la dignidad misma de los profesionales y trabajadores de la
salud. Esto, la mercantilización del proceso de recertificación
y la proletarización del personal sanitario, acaparan
la atención de los voceros de las tres principales facultades
oficiales de medicina del país. |
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Universidad
Nacional: por la calidad de la salud
Carlos Pacheco Consuegra, decano de la Facultad de Medicina
de la Universidad Nacional, expresó que tal como están
las cosas, no se facilitan las aspiraciones de la universidad
pública en el Consejo, y explicó: En términos
generales, estamos de acuerdo con la propuesta del Ministerio
de la Protección Social para la reglamentación
de la Ley: nos parece bien encaminada. Pero queremos que la
universidad pública esté presente en el Consejo
Nacional del Talento Humano y hay que definir cómo garantizar
su asiento. Como la reglamentación habla de asociaciones
de facultades de medicina, eso dificulta un poco la cosa porque
en la actualidad la más fuerte posición al parecer
sería la de Ascofame y nosotros propendemos por una participación
más activa.
Sobre la recertificación del talento humano en salud,
Pacheco Consuegra conceptuó: Quienes han trabajado
en la recertificación son usualmente las universidades.
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Ponerla
en cabeza de otras entidades, a menos que se vaya a recertificar
instituciones especializadas, será un problema para la
calidad de la educación. Todas las instituciones de educación
superior cumplen con los requisitos y para el Ministerio no
será fácil crear instituciones nuevas, controlar
y exigir el cumplimiento de los estándares de calidad.
En principio, quienes están hechos para eso y cumplen
todos los parámetros, son las universidades. De todas
maneras, el Ministerio tendrá que trabajar fuerte para
que las instituciones que cumplan ese papel, se ciñan
a los criterios mínimos de calidad.
Universidad de Antioquia: por un proceso
incluyente
Elsa María Villegas Múnera, Jefe del Departamento
de Medicina Preventiva de la Universidad de Antioquia, pidió
claridad sobre el tipo de alternancia que tendrá el Consejo
Nacional del Talento Humano: La reglamentación
debe aclararlo, y en lo posible, permitir la simultaneidad y
entender la alternancia como concurrencia de los sectores público
y privado. Hay que exigir que haya un actor permanente de la
universidad pública en el Consejo Nacional del Talento
Humano. La recertificación es positiva como proceso de
desarrollo integral que estimule a los trabajadores de la salud,
no excluyente, que estimule el desarrollo profesional u ocupacional,
en el caso de los auxiliares, técnicos y tecnólogos.
Y agregó: La Facultad de Medicina cree que la recertificación
debe darse en un sistema amplio, plural y mixto donde estén
muchas organizaciones, en convenio o con respaldo de las universidades
acreditadas, y con elementos que garanticen la calidad de las
instituciones que darán educación continua. En
reciente foro de la Facultad sobre el tema, los participantes:
ministerios de la Protección Social y de Educación,
Colegio Médico Colombiano, Asmedas y nuestra Facultad,
tuvimos un consenso: hay que evitar a toda costa que la recertificación
se convierta en un negocio a expensas de los trabajadores de
la salud. ¿Quién debe de encargarse del proceso?
Para el Colegio Médico Colombiano, debe estar a su cargo,
con la asesoría de un órgano en el que estarían
otras instituciones. Otros como el Ministerio de Educación,
apoyaron la propuesta de nuestra universidad: un sistema plural,
mixto y amplio. También defendemos un sistema de recertificación
incluyente basado en la flexibilidad, porque la práctica
profesional y ocupacional tiene distintas modalidades; no puede
ser una camisa de fuerza, es distinta en el área urbana
y en la rural. Segundo principio: Bienestar, para promover el
desarrollo integral de los profesionales; y tercero, Corresponsabilidad
de todos los actores que tienen que ver con talento humano para
financiar la educación continua, que no puede recaer
sólo en hombros de los trabajadores; debe ser financiada
por las EPS, IPS, el gobierno y los trabajadores. Las instituciones
donde trabajan los profesionales, auxiliares, técnicos
y tecnólogos, deben proporcionar el tiempo necesario
para esa educación continua.
Informó que en el Foro, el Ministerio de la Protección
Social propuso un Comité Intersectorial que se crearía
en la reglamentación: Ello desvirtúa y suplanta
el Consejo Nacional del Talento Humano que consagra la Ley 1164/07.
En el Consejo Nacional deben estar siempre dos voceros: de los
Ministerios de Educación y de la Protección Social,
para una real articulación con los otros integrantes.
Más adelante habrá que insistir en aspectos importantes
de la norma como hospitales universitarios, estímulos,
becas-créditos, y el capítulo sobre bioética
requiere difusión, análisis, estudio y que los
trabajadores de la salud se apropien de esos valores.
Refirió que en esta discusión, la Facultad de
Medicina de la Universidad de Antioquia recibió una comunicación
de Ascofame según la cual el Sena fue convocado para
analizar competencias de los profesionales médicos, por
sugerencia de algunos representantes del Colegio Médico
Colombiano: Esto nos preocupó muchísimo,
pues de las profesiones a los oficios hay un trecho muy grande,
y son las universidades las encargadas de las profesiones; lo
otro implicaba un retroceso muy grande, era ignorar el trabajo
de las universidades, sobre todo las acreditadas en mejoramiento
de la calidad para la formación profesional.
Univalle, contra integración
vertical del talento humano
La integración vertical en los procesos de formación
continua del talento humano en salud es una de las preocupaciones
de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, ante la
Ley 1164/07. La decana de la dependencia, Liliana Arias Castillo,
participó con un equipo interdisciplinario en las sesiones
de estudio y asesoramiento que acompañaron la génesis
de esta norma, y produjo serias reflexiones sobre su alcance
y contenido.
La experta parte de esta premisa: En Colombia se requiere
un panorama claro y actualizado del Talento Humano en Salud,
en cuanto a la cantidad del mismo y a su cualificación
para el desempeño idóneo de sus funciones, en
lo científico, lo profesional y lo ético. En este
sentido, lo planteado en la Ley 1164/07 es un importante paso
adelante. Es indudable la conveniencia de un Registro Único
que permita visualizar cuánto recurso humano hay en cada
área de las profesiones de la salud.
Al respecto advirtió: No es suficiente saber cuántos
somos en cada campo; es indispensable también saber dar
cuenta de nuestra cualificación permanente, factor determinante
en la calidad de los servicios de nuestras profesiones. La certificación
de los profesionales de la salud con nuestros grados, requiere
permanente actualización y debe ser re-recertificada
por entidad y autoridad competente. En el proceso de reglamentación
de la Ley de Talento Humano en Salud debemos estar alertas y
tener participación activa y vigorosa, al desarrollar
asuntos de alta sensibilidad, como la conveniencia de evitar
la 'integración vertical' en los procesos de formación
continua; ello respaldaría que entidades que ofrecen
servicios de salud, desarrollen programas certificados de actualización
limitados a sus exclusivas expectativas de desempeño
laboral, lo que en la práctica replicaría el modelo
de integración vertical de los servicios de salud. Ya
hemos visto los problemas que ello genera en el campo de la
prestación de estos servicios. Aprendida esta lección,
es nuestra responsabilidad evitar que se repita el problema.
La naturaleza y objetivos institucionales de cada entidad deben
conservarse, para que entregue a la sociedad lo pertinente,
con calidad y oportunidad.
Llamó la atención sobre la dignidad laboral de
los trabajadores de la salud: Hay un vacío jurídico
que debe solucionarse a la mayor brevedad, mediante coordinación
intersectorial entre los ministerios de la Protección
Social y de Educación: sin constituirse la Comisión
de Recursos Humanos y sin operar el Consejo Nacional de Recursos
Humanos, los nuevos programas académicos de salud carecen
de autoridad que les otorgue su correspondiente Registro Calificado.
La Ley de Talento Humano debe propender por condiciones laborales
dignas para la fuerza de trabajo en salud, velar por la relación
entre las distintas formas de contratación y por la continuidad
para brindar el cuidado de la salud. Igualmente, unir este desarrollo
a la lucha contra la precarización de las personas adscritas
a cooperativas y la situación de multiempleo en el sector
de la salud.
La vocera universitaria resaltó el esfuerzo intelectual
del grupo de profesionales de la Facultad de Salud de la Universidad
del Valle y otras importantes universidades, para acompañar
procesos normativos como el de la Ley 1164. El gran interrogante
es si habrá o no congruencia entre las aportaciones de
la academia y la voluntad política gubernamental para
convertirlas en acciones reales de salud, concluyó
la doctora Arias Castillo . |
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