MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 285 JUNIO DEL AÑO 2022 ISNN 0124-4388
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Con una votación superior a los 11.281.013 votos Gustavo Petro es el nuevo presidente de Colombia. Su llegada a la casa de Nariño representa un hito en la historia del país, y conllevará transformaciones, un ambiente político complejo en un entorno nada fácil, y, ante todo, expectativas frente a lo que le depara a la nación en los siguientes años. Lo que es claro es que los colombianos eligieron el cambio.
Gustavo Petro es economista con posgrado en Administración Pública, Medio Ambiente y Desarrollo Poblacional, y Nuevas Tendencias en Administración de Empresas. En su campaña nombró asesor en salud a Jaime Urrego, quien es docente de salud pública en la Facultad de Medicina de la Universidad del Rosario y fue subsecretario de Salud Pública de Bogotá.
Frente a las propuestas que presentó el presidente electo para abordar los retos en salud está la reforma al sistema.
Tanto en su programa de Gobierno, como en múltiples entrevistas y redes sociales, Petro ha explicado que le apostará a “construir un sistema de salud pública preventiva y predictiva, que implica incluir a los determinantes sociales de la salud: nutrición, agua potable, aire respirable y mucha educación física”.
Además, propone consolidar un sistema “descentralizado e intercultural, que no dependa de la capacidad de pago, la rentabilidad económica ni de la intermediación administrativa y financiera”. Para lograrlo, indica que impulsará la reglamentación de la Ley Estatutaria en Salud (Ley Estatutaria 1751 de 2015).
Asimismo argumenta que, para no depender de la capacidad de pago, avanzará en la creación de un sistema único sin los regímenes contributivo y subsidiado, que sería financiado por impuestos progresivos y cotizaciones equitativas.
El nuevo presidente propuso la creación de un Consejo Nacional de Salud, integrado por distintos sectores como la academia, los gremios, grupos de científicos, trabajadores de la salud, pacientes, minorías étnicas y el sector privado. Este organismo tendría su equivalente a nivel regional y se encargará de dirigir la política en salud, la gestión integral, la coordinación de las redes de prestaciones públicas y privadas, entre otros.
Estas redes, según se describe en el programa de gobierno, estarían conformadas por los hospitales públicos, los cuales serían financiados con recursos del Estado y por prestadores privados, lo que aseguraría “una distribución equitativa en términos de cobertura, acceso y calidad”.
Petro proyecta que la operación del sistema se lleve a cabo a través de un Fondo Único de Salud, “que retomará y ampliará las funciones y capacidades de la actual Administradora de los Recursos de la Seguridad Social en Salud (ADRES)”, de este modo propone unificar el financiamiento y el recaudo, brindar soporte administrativo, realizar los pagos de los servicios de salud a los prestadores públicos y privados, además de articular información y adelantar funciones de auditoría y control.
“El sistema de salud debe evitar al máximo el surgimiento de la enfermedad. Las EPS hacen parte de un sistema asistencial, cuando ya la persona se enferma, y ha hecho agua. Si montamos el sistema preventivo podemos tener una red hospitalaria pública, pagada por el presupuesto, y no por las EPS, las cuales quedarían restringidas a un sistema de enfermedades de tercer nivel”, explicó Gustavo Petro en el debate organizado por Noticias Caracol y La Silla Vacía en febrero de este año.
Para hacer realidad esta propuesta el candidato planea llevar los profesionales de la salud de atención primaria a los hogares, centros educativos y lugares de trabajo, comenzando por el área rural y los sectores más vulnerables de las ciudades. Además, se apoyaría en telesalud y telemedicina.
Para las personas que requieran una atención de mayor complejidad, en el programa de gobierno se detalla que tendrán asegurado su tratamiento en hospitales públicos y en servicios privados.
Para la adecuada coordinación de esta iniciativa, el documento también resalta que se “contará por fin con un sistema único de información interoperable que soporte la toma de decisiones, la operación misional y administrativa y asegure transparencia y seguimiento de la operación en tiempo real. Esto incluye la puesta en marcha de la historia clínica electrónica unificada”.
Para avanzar en dicha transición, mientras se tramita la reforma en el Congreso, el candidato propone, entre otros, un plan para financiar la formación en todas las áreas de la salud y modernizar la red pública hospitalaria en la que se incluyan transportes que permitan llevar los servicios de salud a las poblaciones más alejadas.
En ese enfoque preventivo, también se le dará un énfasis a enfrentar la desnutrición infantil, a las estrategias de promoción y atención de enfermedades mentales, y al manejo de consumo de sustancias psicoactivas.
La propuesta de gobierno del Pacto Histórico hizo hincapié en la inclusión de las diferentes etnias y comunidades que conviven en el país. En este ámbito Petro propuso apoyar la implementación del Sistema Indígena de Salud Propia e Intercultural (Sispi) y “revitalizar los sistemas de salud propios de los pueblos afrodescendientes, negros, raizales y palenqueros”. Además, dice el programa, se garantizará el ejercicio y fortalecimiento de las medicinas populares, alternativas y complementarias, y se les articulará al sistema de salud.
“Una salud preventiva donde la fuerza laboral sanitaria sea tratada con el máximo respeto, estabilidad y dignidad laboral”, escribió, a modo de consigna, en su cuenta de Twitter cuando era candidato.
Para llevar a cabo esta apuesta la propuesta fue “abandonar la intermediación laboral y la vulneración de derechos a través de un Estatuto del Trabajo en Salud que garantice la laboralización con estabilidad, la primacía de la realidad sobre la formalidad, la remuneración justa, la promoción, la formación permanente y la protección de la salud en el trabajo”.
El programa contempla un nuevo sistema de salud en el que se garantizará la participación y reconocimiento de las mujeres en este sector. Se propone hacerlo desde una articulación con el Sistema Nacional de Cuidado, el cual promueve la autonomía de las mujeres que se dedican al trabajo de cuidado desde el reconocimiento de sus labores, la redistribución de estos trabajos, la reducción del tiempo que dedican a ellos (por medio del desarrollo de infraestructura social, sistemas de cuidados y cobertura de servicios públicos), la recompensa con salarios dignos y entornos de trabajo seguros, la participación efectiva y la libertad sindical.
El programa de gobierno titulado “Colombia, potencia mundial de la vida” propone, sobre la base de recursos del Estado, ampliar “la cobertura general del sistema de riesgos laborales, incluyendo todos los sectores de la economía popular y del cuidado”.
Otra propuesta era “revitalizar” la investigación científica y el desarrollo tecnológico en salud, como una manera de brindar acceso a mejores tratamientos y dispositivos sanitarios disponibles, según señala el programa, esta será una manera de recuperar la autonomía y el liderazgo del país, incluida la producción de vacunas y otros biológicos.
Por otro lado, un objetivo sería garantizar el acceso a medicamentos esenciales “con oportunidad, calidad y pertinencia”, con lo cual se espera fortalecer la regulación de los precios, promover la reindustrialización del sector farmacéutico en Colombia e impulsar “una agenda internacional para hacer efectivas las flexibilidades sobre derechos de propiedad intelectual de los medicamentos y tecnologías de interés en salud pública”.
“Han puesto la salud de los colombianos(a)s en manos de 40 EPS que han quebrado y desaparecido, muchas devoradas por la corrupción”, escribió Gustavo Petro en su cuenta de Twitter cuando era candidato en febrero de este año.
En el programa de gobierno del Pacto Histórico se plantea enfrentar este flagelo, junto con el de la ineficiencia, de la mano de la Superintendencia Nacional de Salud, organismo que, según la campaña, con descentralización, participación y tecnología, podrá atacar estos males que afectan al sistema.
De igual manera, el candidato se compromete a crear un plan de reconocimiento de las deudas al personal y a los prestadores públicos y privados de servicios de salud.
Olga Lucia Zuluaga, directora de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (ACESI), pide que la salud pública deje de ser la “cenicienta” del Gobierno en la asignación del presupuesto, “porque todos hablan sobre el fortalecimiento de promoción y prevención, pero cuando miramos los recursos que están asignados son mínimos”. De igual manera, considera que la salud mental debe ser una prioridad, pues la pandemia dejó en evidencia las falencias en este ámbito.
“Tenemos muchas normas para ser reglamentadas a favor del usuario: todo sobre la atención primaria, las redes integradas e integrales en los servicios de salud”, añadió Zuluaga.
Por su parte, Néstor Álvarez, presidente de la Asociación Pacientes de Alto Costo, opina que Gustavo Petro “tendría que ser muy estratégico gerencialmente, para hacer unos cambios que no vayan a causar caos y llevar a un mayor número de muertos”.
Sobre la propuesta de quitarle el protagonismo a las EPS lo cual ha sido interpretado como una intención de eliminarlas, Álvarez considera que, con vidas de por medio, las medidas deben tomarse con mucha cautela. El experto sugiere que no se debe “caer en el error de la Ley 100 y lo que ha pasado con este sistema de administración, de llevar a crear muertes por adquirir experiencia”.
Además, argumenta que el 70 % de los hospitales públicos están atrasados en tecnología, planta e infraestructura, lo que difícilmente se podría actualizar en los cuatro años de gobierno.
“Se necesitaría mínimo un año para montar un buen administrador. No hay software de información claro (...). Yo creo que me enfocaría primero en eso, para poder tener información y tomar decisiones”, sugiere.
Por su parte, Asociación Colombiana Hospitales y Clínicas (ACHC) hizo un llamado al presidente electo, enfatizando en la necesidad de modificar la administración de los recursos, robustecer las funciones de la Adres, así como propender por mejores condiciones laborales para los profesionales de la salud.
Frente a ello, la asociación publicó la llamada “Ruta lógica hacia una salud progresiva”. Allí, el gremio de clínicas y hospitales, basa sus propuestas en el término de transiliencia, “un concepto que se funda en el potencial de propiciar un rebote que nos eleve y mejore respecto al estado prepandemia y por lo tanto transforme el sistema y nos haga progresar hacia una versión mejorada o una nueva normalidad”.
Adicionalmente, en cuanto a la transformación del sector hospitalario en Colombia, afirmaron en esta misma ruta, que es necesario facilitar al paciente la elección sobre el tratamiento y manejo de su salud, medir y recompensar a los proveedores basado en los resultados, maximizar el valor de la atención durante el ciclo de atención integral, minimizar y simplificar las operaciones de facturación y demás procesos administrativos, así como dar respuestas a las preguntas clave del paciente en materia de su atención.
La Asociación también sugiere la existencia de un “enfoque integral para la salud” y que “se reconozca el valor de lo público y apreciar los aportes y la utilidad social del sector privado”.
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