MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 285 JUNIO DEL AÑO 2022 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

Epilepsia, una condición con alta prevalencia en Colombia

Por: Andrea Ochoa Restrepo
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La epilepsia es una enfermedad cerebral no transmisible que impacta a personas de todas las edades. A nivel mundial, unos 50 millones de personas padecen epilepsia, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes.

Según la Organización Mundial de la Salud- OMS, “cerca del 80 % de los pacientes viven en países de ingresos bajos y medianos” es decir, nueve de cada 100.000 personas son diagnosticadas de epilepsia cada año. “En los países de ingresos bajos y medianos, la cifra puede ser de hasta 139 cada 100.000 personas”. Asimismo, la entidad estima que el 70 % de las personas con epilepsia podrían vivir sin convulsiones si se diagnosticaran y trataran adecuadamente.

A su vez, el riesgo de muerte prematura en personas con epilepsia es hasta tres veces mayor que en la población general. Cabe destacar que tres cuartas partes de las personas que viven en países de ingresos bajos no reciben el tratamiento que necesitan y además, en muchos lugares del mundo, los pacientes y sus familias pueden ser víctimas de la estigmatización y la discriminación.

Otras complicaciones se relacionan con un mayor riesgo de contraer enfermedades como el paludismo o la neurocisticercosis, y también se presenta mayor incidencia de lesiones causadas por accidentes de tránsito. La OMS ha señalado que los traumatismos relacionados con el parto, las variaciones en la infraestructura médica, la disponibilidad de programas de salud preventiva y la accesibilidad de la atención también son afectaciones que se vinculan a la epilepsia.

Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia aproximadamente el 1.3 % de la población vive con epilepsia; es decir, algo más de 500 000 personas. Además, se estima que esta condición genera casi el 1 % de la mortalidad en el país. “Entre 2015 y 2019 se identificaron 767 251 personas con epilepsia en Colombia; las entidades territoriales con mayor número de casos son: Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca. Mientras que, a nivel mundial, alrededor de 50 millones de personas la padecen”.

A pesar de estas cifras, según los últimos datos disponibles, se calcula que el 60 %

de los pacientes colombianos no cuentan con un diagnóstico adecuado o no están siendo tratados correctamente, y se estima que solo el 20 % de quienes tenían epilepsia vivían una vida normal, una cifra bastante baja en comparación con otros países.

Cabe señalar que para la OMS el 25 % de los casos de epilepsia son prevenibles. “La prevención de los traumatismos craneales es la forma más eficaz de evitar la epilepsia postraumática. Una atención perinatal adecuada puede reducir los nuevos casos de epilepsia causados por lesiones durante el parto. La administración de medicamentos y otros métodos para bajar la temperatura corporal de un niño afiebrado puede reducir las probabilidades de convulsiones febriles”.

Entre otras causas prevenibles, la Organización afirma: “la prevención de la epilepsia asociada a accidentes cerebrovasculares se centra en la reducción de los factores de riesgo cardiovascular, por ejemplo, a través de medidas de prevención o control de la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad, y evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol”.

Y agrega: “las infecciones del sistema nervioso central son causa frecuente de epilepsia en las zonas tropicales. La eliminación de los parásitos en esos entornos y la educación sobre cómo evitar las infecciones pueden ser un medio eficaz de reducir la epilepsia en todo el mundo, por ejemplo los casos debidos a neurocisticercosis”.

Según la subdirectora de Enfermedades no transmisibles, Nubia Bautista: “El Ministerio de Salud y Protección Social en materia de promoción de la salud mental y prevención de trastornos mentales cuenta con medidas especiales de protección para las personas que padecen esta enfermedad a través de la implementación de la Política Nacional de Salud Mental, la Guía de Intervención del programa de acción para superar las brechas en salud mental (GI-mhGAP) y la Ruta Integral en Salud Mental en el marco del nuevo Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS)”.

En cuanto a la relación de la epilepsia con la salud mental, el Ministerio de Salud afirmó a través del comunicado “Colombia amplía servicios de salud para pacientes que sufren de epilepsia” que “diversas publicaciones señalan una alta frecuencia de psicopatología y una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos en pacientes con epilepsia que en la población general siendo la depresión el trastorno más frecuente con una prevalencia estimada según diferentes estudios entre un 20 % en pacientes con epilepsia del lóbulo temporal y un 62 % en pacientes con crisis parciales complejas resistentes al tratamiento seguido por los trastornos de ansiedad, trastornos psicóticos y Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)”.

La gravedad de la epilepsia, es en parte el gran estigma social

Para la OMS “la epilepsia representa un 0,5 % de la carga de la morbilidad mundial, una medida basada en el tiempo, que combina los años de vida perdidos como consecuencia de una muerte prematura y los años de vida vividos sin gozar de plena salud. La epilepsia tiene importantes repercusiones económicas por lo que se refiere a las necesidades de atención de salud, las muertes prematuras y la pérdida de productividad laboral”.

También la Organización argumenta que “las repercusiones económicas de la epilepsia varían sensiblemente en función de la duración y gravedad de la enfermedad, la respuesta al tratamiento y el entorno de atención de salud. Los costos directos y las pérdidas de productividad suponen una carga considerable para los hogares”.

De otro lado, la estigmatización y discriminación que lleva a espaldas la epilepsia son difíciles de mitigar, quizá más que las convulsiones. Las personas con epilepsia pueden ser objeto de prejuicios. Para la entidad: “el estigma de la enfermedad puede desanimar a los afectados de buscar tratamiento para que no se los identifique con la enfermedad”.

El neurocirujano Jaime Fandiño Franky, presidente de la Fundación Centro Colombiano de Epilepsia Y Enfermedades Neurologicas- FIRE, destaca que: “la epilepsia tiene que ver con adaptación social; ellos sufren crisis, caídas y convulsiones, por eso se propuso desde el Bureau Internacional contra la Epilepsia, que se crearan leyes para garantizar que cada Estado haga esfuerzos para protegerlos”.

Además, el especialista enfatizó en una entrevista con el medio El Universal que “hay que tener compresión de que esta no es una enfermedad, es una condición. Alrededor del mundo se conoce como un estado de salud. Mientras que el término enfermedad acoge muchos órganos, por ejemplo, si hablamos de diabetes o hipertensión, la epilepsia, en cambio, es un trastorno eléctrico”.

Necesidades que no percibimos del tratamiento en epilepsia

Según el último conceso publicado “Reunión de expertos en epilepsia” “aunque la epilepsia es un trastorno relativamente frecuente, con una alta carga de enfermedad, y a pesar de los logros conseguidos en su terapia farmacológica o quirúrgica, sigue siendo una enfermedad con necesidades no cubiertas que genera gran cantidad de gastos no visibles (que aquí llamaremos “intangibles”), derivados no solo del tratamiento, sino además de la discapacidad y la disfuncionalidad que la enfermedad conlleva en el individuo”.

Con relación a ello, hicieron énfasis en que “la disponibilidad de medicamentos genéricos en el mercado ha creado un importante debate alrededor de su prescripción. Según la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de los Estados Unidos, se estima que en el 2012 la tasa de sustitución de prescripción de medicamentos originales por genéricos para todas las enfermedades fue de 78 %”.


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