MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 293 FEBRERO DEL AÑO 2023 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

¿Médicos integrales comunitarios en Colombia?

Por: Yéssica Tuberquia Agudelo
elpulso@sanvicentefundacion.com

Si bien es cierto que el gobierno Petro ha planteado el modelo de Atención Primaria en Salud (APS) como un eje central en la construcción de la reforma a la salud, aún no se tiene claridad respecto a los lineamientos que se van a seguir. Uno de los temas que ha empezado a sonar y a generar debate en el sector recae sobre la figura de los médicos integrales comunitarios (MIC).

En primera instancia, ¿qué es un médico integral comunitario? “Es una persona capacitada en un medio ajeno al propio, para afrontar en principio un contexto de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, pero que no está capacitado para afrontar las enfermedades propiamente dichas, es decir, no tiene capacidad resolutiva frente a la situación en sí”, señala Francisco Javier López Bernal, profesor de Medicina de la Corporación Universitaria Remington, y con amplia experiencia en administración de la salud.

La medicina integral comunitaria se reconoce por ser parte de una política de estado de Venezuela, que empezó a regir en el 2005 durante el gobierno de Hugo Chávez, en alianza con Cuba. Desde ese año hasta la actualidad, esta estrategia ha sido fuertemente criticada, pues no es equiparable con el conocimiento y la práctica de un médico profesional, como tradicionalmente se conoce. Caso es el del Colegio de Médicos de Perú, el cual negó la autorización para ejercer en su país bajo este título; la misma Academia de Medicina de Venezuela establece que la formación tiene fallas en las ciencias básicas y clínicas, y que no hay entrenamiento en laboratorio.

La diferencia principal entre un MIC y un médico general es que “en la práctica no son iguales, porque no tienen el mismo grado de competencias. Los médicos integrales comunitarios tienen un rol más comunitario, es una atención más hacia la comunidad. Para algunos, adolecen de competencias más clínicas y hospitalarias, que son absolutamente fundamentales”, explica Erwin Hernando Hernández, médico con maestría en Investigación en Atención Primaria, maestría en Salud Pública, maestría en Salud Comunitaria y doctor en Investigación Clínica, profesor asociado de medicina familiar y salud pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana.

En Colombia, por ejemplo, con la migración de venezolanos al territorio, varios MIC han querido convalidar su título con el de médico general para poder ejercer en el país; sin embargo, debido a las deficiencias de su formación, para el 2015, según el sistema de Convalidaciones, solo 18 personas lograron la homologación.

¿Por qué tan pocas? Según el análisis realizado por el Ministerio de Educación y la sala CONACES (Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior), los argumentos para negar la convalidación residen principalmente en que su formación no es muy similar a lo que se aprende en Colombia, donde los estudiantes tienen mayor práctica en distintos escenarios, como laboratorios, hospitales, centros de salud, además no hacen autopreparación mediante videos didácticos como lo hacen los MIC. De igual forma, la Comisión determinó que los médicos integrales comunitarios tienen insuficiencia en competencias clínicas, lo que se puede demostrar con el hecho de que estos ante toda su carrera tienen 25 200 horas prácticas, que representan la tercera parte de lo estipulado por los programas colombianos.

“Cuando se hace una evaluación del pensum, se concluye, en primer lugar, que más que someterse esta titularidad a un enfoque resolutivo de la problemática social, estamos desarrollando técnicos en Atención Primaria, que se convertirán necesariamente en remisores de patologías que nuestros médicos generales pudieran resolver en el sitio del contexto social del individuo. Esta experiencia ya se tuvo con otro tipo de personal en el sistema nacional de salud de 1975, demostrando una alta ineficiencia, toda vez que los porcentajes de cobertura fueron bastante pobres, habida cuenta de la baja densidad poblacional de nuestra población rural”, analiza el profesor López.

Sin embargo, a pesar de las dificultades y críticas, el 13 de diciembre del 2022, la senadora Clara López Obregón publicó en su Twitter que se encontraba en una “mesa de trabajo con médicos integrales comunitarios colombianos egresados de Universidades de Cuba y Venezuela con el fin de convalidar sus títulos en Colombia”.

En el vecino país, durante una graduación de MIC en marzo del 2022, el presidente Nicolás Maduro declaró: “ojalá ustedes me puedan presentar el plan para que se gradúen anualmente 1 000 médicos para la salud pública de los pueblos de Colombia. Así lo anuncio, vamos a formar mil jóvenes en educación gratuita, pública y de calidad, para que vayan a ejercer la medicina comunitaria integral para el pueblo de Colombia y de toda América Latina, el Caribe y Centroamérica”.

Para López, hay algo que los médicos integrales comunitarios tienen y que los médicos colombianos han olvidado: el compromiso social. “Olvidamos desafortunadamente el orden social predominante en años anteriores, cuando se establecía el servicio social obligatorio para diferentes profesiones del área de la salud, y es por eso por lo que ahora nos encontramos a una gran cantidad de especialistas que nunca han ejercido la profesión desde el punto de vista social, y que solo se interesan en el ejercicio del lucro profesional”, señala.

¿Qué opinan las facultades de Medicina?

Entre 2011 y 2021, Colombia aumentó en 60 % la densidad de médicos, al pasar de 15 a 25 médicos por cada 10 000 habitantes, producto del crecimiento de la oferta educativa, que hoy totaliza 63 facultades de medicina distribuidas en 26 municipios de 20 distintos departamentos. Vale resaltar que con la titulación de más de 6 000 nuevos médicos cada año, que se insertan de manera inmediata al mundo laboral, la disponibilidad de médicos seguirá creciendo rápidamente en los próximos años, por lo cual el sistema de salud debe prepararse para su adecuada inserción en los servicios de salud.

Con relación a las declaraciones del señor presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, en referencia a la creación de nuevas facultades de medicina, la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofiame) expresó:

“Colombia cuenta con facultades de medicina con experiencia y capacidad suficientes para responder a las necesidades del sistema de salud con calidad, pertinencia y responsabilidad, siguiendo las orientaciones de las autoridades sanitarias frente al perfil, número y distribución regional de este talento humano”.

La asociación enfatizó: “De acuerdo con los indicadores y argumentos expuestos, no es acertado, y resulta inconveniente para el país, promover la apertura de nuevas facultades de medicina. Por lo anterior, reiteramos nuestra disposición para trabajar con los Ministerios de Salud y de Educación en el articulado de la propuesta de reforma a la salud relacionado con la formación del talento humano en salud”.


Dirección Comercial

Diana Cecilia Arbeláez Gómez

Tel: (4) 516 74 43

Cel: 3017547479

diana.arbelaez@sanvicentefundacion.com