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La equidad,
gran ausente en el sistema de salud colombiano, y no menos lo
son el acceso, la promoción, prevención, cobertura
y sostenibilidad, concluyó el Foro ¿Para
dónde va la salud en Colombia?, realizado en Medellín
por el Centro de Pensamiento Social (ANDI, Comfama, El Colombiano,
ISA, Proantioquia y Suratep) y el Banco de la República.
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La gran
carencia del sistema es la equidad, sostuvo la directora de
la Asociación de Empresas Gestoras del Aseguramiento
de la Salud (GestarSalud), Elisa Carolina Torrenegra: Cuando
yo presento en el mundo los servicios a que tienen derecho los
afiliados del régimen subsidiado, se quedan con la
boca abierta al conocer el esfuerzo que hace el gobierno
colombiano en dejar de tener programas verticales y lograr un
POS como éste. Pero, ¿cuál es la UPC que
respalda el régimen subsidiado: $265.000/año,
por ejemplo, por un niño pobre con malnutrición,
con vivienda y educación deficientes, mientras que un
niño del contributivo está respaldado por cerca
de $1.200.000?.
Explicó que han sido a cuenta-gotas las inclusiones
hechas en el POS por el Consejo de Seguridad Social desde 1993,
aunque la Ley 100 desde un comienzo decía: 'deben ser
iguales los planes del subsidiado a los del contributivo'. La
Corte Constitucional dijo: igualen, pero ¿de dónde
sale la plata? No sabemos. Y a mí, sinceramente, tampoco
me preocupa, pero tiene que darse hacia la justicia social y
la equidad en el país, no podemos simplemente pasar de
un antibiótico de tercera generación a uno de
quinta, dejando una cantidad de intervenciones y de medios diagnósticos
por fuera del acceso de los pobres.
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La igualdad
de derechos es lo que garantiza justicia social y que no se
presenten tantos problemas en la periferia, porque una persona
con hambre y enferma hace más de una cosa inapropiada.
Si no hacemos promoción de la salud y prevención
de la enfermedad, los $265.000 no alcanzan, la promoción
y prevención la contratamos con la red pública
en 94%, pero cuando intentamos ser gestores del aseguramiento
y proponer cambios del modelo de contratación, de una
cápita a un esquema por evento, la red pública
entra en posición dominante y dice: 'no me pueden cambiar
el modelo de capitación porque es el que nos sirve para
financiarnos'. Es inaudito esto: 23'698.233 subsidios financiados
y hay cerca de 3 millones y medio de cupos que no se han llenado
ni ocupado por los entes territoriales. Yo propondría
un tiempo perentorio para que la gente use el servicio.
Torrenegra concluyó: Si compensamos 18 millones
en promedio (valor de 2008), en el subsidiado hay 23'600.000
y los regímenes de excepción tienen 1'900.000
personas a su cargo, hay 44 millones de colombianos financiados,
está la plata, ¿cómo es posible que estemos
desarticulados, guardando unos recursos, porque los invertimos
en otras cosas, mientras hay personas sacando de su bolsillo
para comprar un medicamento?.
Salud pública, gran perdedora
con la Ley 100/93
La gran perdedora en estos15 años de la
Ley 100/93 es la salud pública del país,
afirmó la secretaria de Salud de Medellín, Luz
María Agudelo, quien indicó: En salud pública
hay una desarticulación y fragmentación absolutas
en promoción y prevención, entre acciones individuales
y colectivas, y a las acciones educativas no las mide nadie,
no tienen impacto real. Aseveró que el trabajo
intersectorial del que se habla desde antes de la Ley 100/93
es muy difícil de operar, además por los protagonismos
de los sectores. Se necesita una propuesta de unificación.
Se necesitan incentivos para todos los actores en promoción
y prevención y para los ciudadanos, como el abaratamiento
de costos de transporte con rutas de salud para servicios de
laboratorio, imaginología, control prenatal, crecimiento
y desarrollo, vacunación, etc. que inició Medellín.
Comfama, por ejemplo, estimula a la red de prestadores para
acciones de promoción y prevención, y para las
maternas. Se necesitan también estímulos para
los aseguradores, única manera de revertir la pirámide
en el sistema; hoy tenemos un alto costo en segundo y terceros
niveles de atención, pues mientras el sistema tenga permanentes
incentivos al gasto de asistencia en salud, por ahí se
nos disparará el costo. Además, nuestra legislación
no contempla la diversidad del país, los servicios de
primer nivel perdieron toda su capacidad resolutiva, con lo
cual se sobrecargan los segundos y terceros niveles.
Régimen subsidiado: diseño
de Kafka University
El régimen subsidiado parece diseñado
por alguien que hizo un PhD en Kafka University, expresó
Juan Manuel Díaz-Granados, presidente de Acemi. Sobre
la Visión del sistema de salud en Colombia, señaló:
Para administrar el régimen subsidiado hay que
tramitar más de 20.000 contratos por año que luego
hay que liquidar, y si uno logra tramitarlos están pendientes
de liquidación los contratos de las últimas 5
vigencias; hay que hacer reingeniería profunda del subsidiado
y facilitar la operación del contributivo. |
Lo mejor
para el país sería un sistema más simple,
sin tantos actores que intermedian la atención y
en algunos casos generan barreras. Políticamente,
hoy es más viable que el sistema mejore lentamente:
una opción es buscar la forma de reunir todos
los recursos en un mismo fondo.
Jairo Humberto Restrepo.
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Díaz-Granados
señaló problemas esenciales por resolver, relacionados
con falta de cobertura, aclaración, actualización
y unificación del POS, decisiones judiciales sobre lo
No-POS, flujo de recursos, judicialización y equilibrio
económico del sistema. Expresó que la tutela es
un mecanismo de acceso a beneficios No-POS, lo que no es democrático
ni equitativo con toda la población. Cuestionó
al atasco del flujo de recursos, la judicialización por
tutelas y demandas que paga el Estado en buena parte y acentúa
la inseguridad jurídica. Para el equilibrio económico,
pidió un modelo más transparente para saber con
qué dinero contamos y cómo se gasta rubro por
rubro. Criticó también la insuficiencia del recurso
humano y de la red de prestación. Aseveró que
el sistema de salud debe ser universal, y el gasto producir
los efectos que la sociedad necesita, no los que alguna
persona interesada en el sistema esté buscando.
Señaló que lo No-POS gasta por tutela $40.000
millones en hormonas de crecimiento, cuando no hay universalidad
y sí necesidades grandes de cobertura en muchas regiones.
¿Quien tutela por hormonas de crecimiento? Pues
el estrato 6, dijo. Y anotó que un requisito
para lo No-POS es decir: no tengo recursos, y mágicamente,
todas las señoras estrato 6, gente regia, que quieren
que su hijo sea como Michael Jordan, entran en la indigencia
y no tienen recursos para financiar la hormona de crecimiento.
Dijo que en equidad se avanzó bastante y no se puede
retroceder, que se debe buscar la calidad del sistema, garantizar
el acceso, protección financiera, eficiencia y sostenibilidad.
Sobre el mejor modelo para Colombia, vio 2 alternativas: Continuamos
con un modelo de aseguramiento con participación del
sector privado en condiciones razonables para que pueda participar,
o el esquema público donde el Estado sea el único
asegurador, caso en el cual habría que llamar a la Supersalud
para que en el Mausoleo de entidades que tiene abra el féretro
del ISS y lo saque de su santo sepulcro. Si quieren un sistema
público sin aseguradores, es una decisión legítima
que puede tomar la sociedad, nos indemnizan y nos vamos (las
EPS); no le auguro mucho futuro a eso, será otro ISS
u otro Cajanal, afirmó Díaz-Granados. |
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Menos intermediarios y fondo
único de recursos
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Definamos
un plan hacia lo alto, expresó el director del
Grupo de Economía en Salud de la Universidad de Antioquia,
Jairo Humberto Restrepo, en el panel sobre alternativas de financiación
del sistema de salud. Indicó que una situación
muy difícil es la de personas que reúnen requisitos
para el régimen contributivo pero pierden su empleo:
Esa población de ingresos inestables merece ser
captada en el sistema de manera permanente, la alternativa ideal
es no depender de nuestra afiliación directa a una EPS,
sino que exista un mecanismo automático por el cual todos
estemos afiliados y el gobierno defina una forma de conocer
nuestra capacidad económica para contribuir al sistema.
Aclaró Restrepo: Si yo demuestro que soy Sisbén
1, no pago; pero si trabajo, pago mi cotización. Esto
permitiría que la población del medio, la de mayor
problema pues se pasa buscando afiliación, tenga más
tranquilidad. Otra alternativa es complementar fuentes de recursos
y pensar si en el mediano plazo sería posible reducir
la cotización, y mantener la financiación con
impuestos generales. Lo mejor para el país sería
un sistema más simple, sin tantos actores que intermedian
la atención y en algunos casos generan barreras. Políticamente,
hoy es más viable que el sistema mejore lentamente: una
opción es buscar la forma de reunir todos los recursos
en un mismo fondo, complementando cotización e impuestos
generales y racionalizando el uso de recursos. En muchos municipios
puede no ser necesario forzar la competencia; talvez con un
asegurador universal, central o por regiones, Colombia ahorre
recursos y garantice cobertura más amplia. |
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