MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 10    No. 129  JUNIO DEL AÑO 2009    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


Dudas en calidad de medicamentos, ¿estrategia
para manejar el mercado?

Juan Carlos Arboleda Z. - elpulso@elhospital.org.co
La diferencia a veces abismal entre precios de medicamentos con los mismos principios activos (entre medicamentos de marca y sus genéricos), y la inquietud sobre su calidad desde diversos actores e instancias del sistema de salud, motivó a las Comisiones Séptimas del Senado y la Cámara de Representantes a realizar el Foro "La verdad sobre los medicamentos genéricos en Colombia" el pasado 21 de abril.
Estudio reciente de la ONG mundial HAI-AIS, mostró que en Colombia los precios de los medicamentos con marcas originales son los más altos de la región y que las diferencias con los genéricos son las más significativas, informó el doctor Oscar Andia, director del Observatorio de Medicamentos de la Federación Medica Colombiana (Observamed). Agregó que es evidente que sectores de la industria farmacéutica tienen razones de mercado para difundir -con intensa actividad publicitaria- la imagen de mala calidad de los genéricos para ganar posiciones ventajosas de precios en el mercado.
Pero el asunto tiene más implicaciones indicó Andia, pues el imaginario de mala calidad de los genéricos tiene efectos económicos en el gasto de bolsillo e institucional: “Los recobros al Fosyga, amparados en sentencias de jueces que ordenan suministrar una marca original sobre el supuesto de que el genérico no funcionó, sin que la sospecha la respalden reportes de farmacovigilancia, estimula el suministro de medicamentos originales a cualquier precio”.
La Federación Médica Colombiana (FMC) propuso en el Foro crear una “Ley del Medicamento” que asegure la defensa de los intereses de la salud pública y avanzar hacia el Sistema Nacional de Farmacovigilancia a partir de los avances del Invima. Además mostró preocupación por la desregulación de precios: “La Circular 04 de 2006 puso en marcha una política de desregulación que tiene al borde del colapso financiero el sistema de salud. A fines de 2002, 32 laboratorios tenían sus productos en régimen de libertad regulada, hoy solo 10 productos están en este régimen y sus precios no son públicos. Y la Circular 05 de 2002 ponía en régimen de control directo 118 productos monopólicos: hoy no queda un solo producto en este nivel de regulación y prácticamente todos los medicamentos que Fosyga paga estaban en dicha lista, lo que implicó que miles de millones de pesos fueran pagados como excedentes en recobros por Fosyga”.
Diferencias de precios radican en la calidad
El presidente de Afidro, Francisco de Paula Gómez, insistió en que todos los medicamentos genéricos son básicamente copias, por cuanto son productos que replican cualidades del original, y justificó las diferencias de precios en el proceso de innovación así como en la calidad de los genéricos: “Para que un medicamento sea clasificado como innovador u original, debe ofrecer un nuevo uso terapéutico, pasar pruebas técnicas, estudios de investigación básica y clínica, lustros de investigación y desarrollo, consume ingentes recursos en investigación y evaluaciones, y requiere inversiones para lanzamiento en el mercado”.
Según el doctor Gómez, en Colombia el asunto no tendría inconvenientes si no fuera porque las evidencias muestran que no siempre las copias de medicamentos originales son igualmente efectivas. Citando definición de la FDA, el presidente de Afidro afirmó que un medicamento genérico debe demostrar mediante bioequivalencia que tiene acción terapéutica y seguridad similar a la del innovador, y de acuerdo con un portal de internet, aseguró que “un medicamento copia es aquel que tiene igual fórmula que el original pero que no ha sido testeado con estudios de bioequivalencia”. En otras palabras, el fabricante dice que es igual que el innovador, pero la agencia de control (el Invima) no ha verificado si ese medicamento es lo que dice ser, si tiene el efecto que dice tener y si es tan seguro como debe serlo; el Estado se reserva la posibilidad de verificar la calidad, eficacia y seguridad”, e insistió que en el país no siempre los genéricos son de la misma calidad: “Necesitaríamos que el Invima verifique que la calidad de los medicamentos siempre sea la misma, porque si miramos diferencias de costos bajo el supuesto que los medicamentos son de la misma calidad, eso lo tendría que verificar y certificar el Invima, y no certificar solo en Buenas Prácticas de Manufactura sino con pruebas in vitro o de laboratorio; es muy probable que buena parte de la diferencia de precios se deba a que muchos no tengan las suficientes pruebas de calidad; en medicamentos con precios supremamente bajos, hay que verificar si realmente son lo que ofrecen”
El representante a la Cámara y médico, Jorge Morales, señaló que en medicamentos oncológicos “vemos en la práctica clínica una muy mala respuesta de muchos pacientes y me queda la inquietud de por qué no se ha hecho la bioequivalencia a estos productos; a esto se suma que medicamentos oncológicos que valen $10 millones en Colombia, en Ecuador cuestan $3 ó $4 millones. ¿Dónde está ese gran sobrecosto? La resolución 1400 de 2001 ordenaba establecer bio-disponibilidad absoluta en 8 grupos farmacológicos, y misteriosamente menos de 3 meses después, la resolución 1890 modificó esa orden”.
"Tanto medicamentos originales
comogenéricos tienen que cumplir
especificacionesde calidad que buscan
queel principio activosea efectivo y seguro
para su indicación terapéutica".
Luis Guillermo Restrepo.
El presidente del Colegio Médico Colombiano, doctor Roberto Baquero, aseguró que no siempre los medicamentos, aunque tengan registro del Invima, logran buena respuesta terapéutica, lo cual obliga a cambiar dosis, esquemas de tratamiento o ir a los Comités Técnico-Científicos (CTC) para obtener medicamentos no incluidos en el POS, lo que aumenta los costos del sistema. Además, “en contratos por capitación, el prestador que asume el riesgo integral contiene costos limitando procedimientos, exámenes y formulación, no siempre basándose en la calidad. El sector farmacéutico, uno de los más lucrativos del planeta y cuya ética es la de los negocios -muy diferente a la de medicina-, para promocionar ventas manipulan los profesionales e influyen en elaboración de guías”.
Asunto de costos ocultos
Un estudio respaldado por el Invima y realizado por 4 universidades entre 2003 y 2006, mostró que la calidad de los genéricos era igual a los de marca. ¿De dónde surgen entonces las dudas? Para el doctor Luis Guillermo Restrepo, presidente de Assosalud, surge en el público al enfrentar diferencias de precios enormes para un mismo medicamento. Estudio reciente de Ifarma en el país encontró que las diferencias en promedio entre un medicamento original y su genérico de menor precio están entre 560 y 600%, o sea 5 y 6 veces más, y en casos extremos unas 40 o 60 veces: “Esto tiene implicaciones grandes en costos y en viabilidad del sistema”. Esto lo confirmó el senador Jorge Eliécer Ballesteros, al indicar que hace algunas semanas un informe del Ministerio de la Protección Social a la Corte Constitucional a raíz de la Sentencia T-760, mostró que entre octubre y diciembre de 2008 el 98% de los recursos por recobros del Fosyga, por beneficios no incluidos en el POS, en medicamentos corresponden a productos No-POS.
El doctor Restrepo afirmó que tanto medicamentos originales como genéricos tienen que cumplir especificaciones de calidad que buscan que el principio activo sea efectivo y seguro para su indicación terapéutica, situación que en Colombia se cumple en las dos formas reconocidas internacionalmente: especificaciones de calidad del producto y Buenas Prácticas de Manufactura. De allí que las diferencias en precios no se puedan atribuir a la calidad sino a la introducción de medicamentos nuevos al mercado: “De cada 7.000 a 10.000 moléculas que se prueban, sólo una llega al mercado, y sus costos hundidos son cargados a cada medicamento nuevo; sin embargo, si bien es verdad que la industria farmacéutica invierte mucho dinero en búsqueda de nuevas moléculas, también es verdad que no todos esos recursos son privados, pues gran parte de esas investigaciones se realizan con recursos e investigaciones de universidades públicas”.
¿En qué está la vigilancia?
Hasta 1995 tenían asiento en Colombia por lo menos 23 laboratorios farmacéuticos de multinacionales; con la creación del Invima en la Ley 100/93 y su entrada en operación, todos se fueron del país y solo mantuvieron aquí sus áreas comerciales, lo cual los excluyó de la vigilancia directa del Invima, por lo menos in situ. Luego el decreto 549/01 dispuso que los establecimientos farmacéuticos situados en países de alta vigilancia, no fueran objeto de visitas por la agencia de control colombiana, y aunque el Invima mantiene contactos con sus similares en dichos países, los productos de farmacéuticas internacionales no tienen los mismos controles que las nacionales, aunque si los vigilan. La subdirectora de medicamentos del Invima, Cecilia Rodríguez, manifestó que la entidad en sus funciones de inspección, vigilancia y control no distingue entre medicamentos genéricos e innovadores: “Los vigilamos a todos por igual y les aplicamos las mismas reglas de juego; además miramos el producto desde lo farmacéutico y lo farmacológico, y cuando otorgamos registro sanitario estamos diciendo que ese medicamento es seguro, de calidad y eficaz, sin diferenciar entre innovadores y genéricos”.
El doctor Gilberto Martínez, director de Salud Pública del Ministerio, afirmó que en nuestro país se consumen buenos medicamentos: “No es responsable socialmente pararnos a decir que en Colombia no se consumen medicamentos de calidad”. Más allá de la discusión sobre calidad, el representante a la Cámara Oscar Gómez invitó a plantear alternativas: “¿Que están haciendo las multinacionales, si no quieren que haya genéricos, para ofrecerle a la comunidad medicamentos de calidad a bajo costo?”. La respuesta podría ser la propuesta de Ariel Armel, presidente de la Confederación Colombiana de Consumidores: “Desde 1964 se estableció la primera lista de medicamentos genéricos. Ahora es necesario que el Estado convenga con la industria nacional y extranjera un nuevo compromiso: que cada laboratorio extranjero produzca un grupo de medicamentos genéricos para tener derecho a estar en Colombia y que los laboratorios nacionales ofrezcan productos de inmejorable calidad”. Será el Congreso, si el lobby lo permite, el que dará el próximo paso .
 
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